"La ciencia me divierte, es lo esencial"
Con solo 36 a?os, es el galardonado m¨¢s joven en esta disciplina desde 1973 y se lo toma con total naturalidad, como si no fuera a cambiarle la vida. El hallazgo que le ha llevado a la gloria es un material excepcional: el grafeno
Recibir el Premio Nobel con 36 a?os reci¨¦n cumplidos, deber¨ªa alterar la vida de uno hasta el v¨¦rtigo. No parece ser el caso de Konstantin Novoselov. El pasado 5 de octubre, en este mismo despacho de la Universidad de Manchester, recibi¨® la llamada telef¨®nica so?ada por cualquier cient¨ªfico en cualquier rinc¨®n del mundo: era la Real Academia Sueca de Ciencias comunic¨¢ndole que su antiguo profesor -y ahora colega y amigo- Andre Geim y ¨¦l mismo eran los galardonados con el Nobel de F¨ªsica 2010. "El mayor cambio estos d¨ªas es que mis dos ni?as, por alguna raz¨®n, duermen mal, son gemelas y tienen 14 meses", dice con toda naturalidad Novoselov en su primera e inesperada respuesta. "Todo lo dem¨¢s... Poco a poco la vida est¨¢ volviendo ya a la normalidad", a?ade convencido de que ha pasado ya casi todo el alboroto de este premio, que reconoce el descubrimiento de una forma bidimensional de carbono, llamada grafeno, con propiedades extraordinarias de dureza, resistencia, transparencia....
El hallazgo se produjo en uno de sus experimentos de los viernes
"El mayor cambio es que ahora, por alguna raz¨®n, mis hijas duermen mal"
"La l¨¢mina, de un ¨¢tomo de grosor, es m¨¢s dura que el diamante"
Es un material que podr¨ªa utilizarse en pantallas t¨¢ctiles y en paneles solares
"No s¨¦ si el grafeno est¨¢ patentado, por nosotros no, desde luego"
"Fui un chaval de esos que andan desarmando aparatos por casa"
"Es un placer experimentar en nuestro laboratorio"
Novoselov cita con respeto a los cient¨ªficos espa?oles con los que trabaja
En cuanto al medio mill¨®n de euros que recibir¨¢ Novoselov con el honor del Nobel, todav¨ªa no tiene ni idea de qu¨¦ har¨¢ con tanto dinero, y ante la solemne ceremonia de entrega del galard¨®n (el 10 de diciembre en Estocolmo), lo que m¨¢s le incomoda es tener que ir de compras y hacerse con la indumentaria apropiada. "Espero que de esto se ocupe mi esposa, ir de compras es algo que odio", dice Novoselov. "La verdad es que no tengo un traje...", afirma, y apunta con extra?eza algunos comentarios que le han hecho sobre su aspecto desali?ado, con camiseta y vaqueros, en las fotos que dieron la vuelta al mundo al anunciarse el galard¨®n. "Es que yo vengo a trabajar as¨ª", dice. Y efectivamente hoy va con camiseta y vaqueros.
La normalidad para este f¨ªsico de estado s¨®lido es su despacho y las horas que pasa en su laboratorio, al otro lado del pasillo, donde hace seis a?os, haciendo experimentos con Geim, obtuvieron por primera vez el grafeno, material con unas propiedades fascinantes y unas aplicaciones potenciales tan atractivas (en pantallas t¨¢ctiles o en paneles solares) que se ha convertido ya en el material de moda.
"No s¨¦ si el grafeno est¨¢ patentado o no; desde luego, nosotros no hemos patentado nada", responde Novoselov casi con sorpresa ante la simple idea de registrar ese nuevo material.
El hallazgo surgi¨® en lo que estos dos cient¨ªficos rusos que trabajan en Reino Unido llaman los experimentos de los viernes, cuando, una vez que dejan atr¨¢s las actividades normales de la semana, se meten en el laboratorio a jugar con la ciencia, a ensayar ideas y ponerlas en pr¨¢ctica con sus propias manos y los medios que tienen a su alrededor, "para probar cosas locas y divertirnos un poco en el laboratorio antes de ir a tomar unas cervezas", cuenta Novoselov.
Kostya (diminutivo que figura en la puerta de su despacho) reconoce que alguna cosa s¨ª que ha cambiado en su vida diaria a partir del Nobel: "Necesito un poco m¨¢s de experiencia para rechazar invitaciones de la gente. El mayor problema que tengo estos d¨ªas es que recibo cinco veces m¨¢s correos electr¨®nicos, muchos de ellos invit¨¢ndome a esto y lo otro... Y la cuesti¨®n es c¨®mo decir que no educadamente. Todo esto me est¨¢ llevando m¨¢s tiempo de lo normal, pero me voy haciendo con la situaci¨®n".
Serio, seguramente t¨ªmido, concentrado en su trabajo, con determinaci¨®n y seguridad en s¨ª mismo, piensa unos instantes las respuestas, cortas y concisas. Al recibir el Nobel tan joven, tiene por delante tres o cuatro d¨¦cadas de carrera cient¨ªfica permanentemente iluminado por los focos de la fama y el prestigio. ?Le agobia tener que ser brillante el resto de su vida? "No, la gente aqu¨ª, a mi alrededor, los alumnos... ya se han olvidado todos del Nobel; hubo un poco de alboroto los primeros d¨ªas, pero la situaci¨®n ya ha vuelto a la normalidad". ?Es usted un genio? La respuesta es inmediata: "No, en absoluto. La ciencia me divierte, eso es lo esencial".
Novoselov tiene un despacho normal con grandes ventanas en el edificio Schuster de la Universidad de Manchester, muebles modernos funcionales, una mesa de despacho, dos sillas, una librer¨ªa, ordenador, libros y papeles, m¨¢s una mochila en el suelo. La cita es a media ma?ana y para concretarla no se han cruzado m¨¢s que tres o cuatro mensajes electr¨®nicos en los que el cient¨ªfico ha escrito, en total, 12 palabras y firmando siempre Kostya.
La obvia pregunta sobre el grafeno provoca una respuesta algo m¨¢s larga de Novoselov: "Imagine un material que tiene todas las mejores propiedades posibles que pueda esperar: el material m¨¢s fino, m¨¢s fuerte, m¨¢s conductor de electricidad, transparente... es el grafeno. En t¨¦rminos f¨ªsicos es una ¨²nica capa de un ¨¢tomo de grosor, pero muy, muy resistente y m¨¢s duro que el diamante. Este material tiene unas propiedades realmente sorprendentes y es lo que ahora seguimos estudiando. Tal vez lo m¨¢s extra?o es que solo tiene un ¨¢tomo de grosor y puedes hace l¨¢minas de cent¨ªmetros e incluso de metros que mantienen esas propiedades".
El panorama de las aplicaciones potenciales es muy amplio. Un ejemplo son los recubrimientos transparentes conductores de electricidad para pantallas t¨¢ctiles o tel¨¦fonos m¨®viles y otros dispositivos electr¨®nicos, apunta Novoselov. En cuanto a su aplicaci¨®n predilecta, zanja la cuesti¨®n tras un par de segundos de reflexi¨®n y una respuesta escueta: "Todav¨ªa no est¨¢ lista, estamos trabajando en ello".
El m¨¦todo por el que obtuvieron el grafeno parec¨ªa casi una broma en el comunicado de la Fundaci¨®n Nobel que describ¨ªa el trabajo de Geim y Novoselov, si uno cree que la ciencia actual exige grandes y avanzad¨ªsimas instalaciones para lograr resultados que merezcan la pena. "La idea de intentar algo con el grafeno fue de Andr¨¦ y la forma de lograrlo fue m¨ªa", explica Novoselov.
Esa forma de lograrlo era tan simple como ir sacando l¨¢minas del grafito del que est¨¢n hechas las minas de los lapiceros, mediante una cinta adhesiva corriente. Eso s¨ª, jug¨® el factor suerte en esos experimentos de los viernes, cuando eligieron como soporte de la l¨¢mina bidimensional de carbono un trozo de silicio con el espesor de ¨®xido que result¨® ser apropiado. Ese material estaba por all¨ª, pero no hubiera servido cualquier soporte. Eso s¨ª, que nadie se enga?e, en ciencia uno tiene que saber donde est¨¢, saber lo que busca, entender lo que ha descubierto y, en resumen, como dice Novoselov, "trabajar mucho". Aunque, a?ade, "es muy divertido"
?Se puede sintetizar el grafeno? "S¨ª, ya se ha hecho", dice, de nuevo con una de las respuestas algo m¨¢s largas cuando habla de ciencia. "Se est¨¢ trabajando mucho para hacer grandes l¨¢minas de grafeno sint¨¦tico porque impulsar¨¢ las aplicaciones. Pero el sint¨¦tico no es tan bueno como el natural, aunque suficiente para muchos usos... La verdad es que la naturaleza lo hace mejor que nosotros".
Geim no est¨¢ hoy en la universidad, pero su despacho se sit¨²a en el mismo pasillo que el de Kostya y siguen compartiendo laboratorio. Novoselov naci¨® en 1974 en Nizhny Tagil (Rusia) y estudi¨® en la Universidad F¨ªsica T¨¦cnica de Mosc¨²; al acabar la carrera se fue a Holanda para hacer la tesis doctoral con Geim, ahora de 51 a?os. El entonces profesor se march¨® despu¨¦s a Manchester y Novoselov le sigui¨® en 2001. Le gustaba la f¨ªsica desde peque?o: "Siempre he sido un chaval digamos que t¨¦cnico, de esos que andan desarmando aparatos por casa", recuerda. Sus padres tienen estudios universitarios, pero no cient¨ªficos, y su hermana est¨¢ inmersa en el mundo cultural en Rusia. "Eleg¨ª f¨ªsica de estado s¨®lido porque te permite hacer cosas directamente; por ejemplo, logras un cristal y en pocos d¨ªas est¨¢s haciendo investigaci¨®n a fondo con ¨¦l", comenta.
En los ¨²ltimos a?os, Novoselov y Geim andan muy ocupados y los experimentos de los viernes han quedado un poco relegados; solo recientemente los han podido retomar con asiduidad. "Es el placer de experimentar en nuestro laboratorio. A lo largo de los a?os hemos hecho muchas cosas, unas funcionan y otras no", dice. Tampoco rige para estos dos f¨ªsicos la supuesta diferencia entre ciencia b¨¢sica y aplicada. "No tiene mucho sentido, hacemos la investigaci¨®n que nos parece estimulante y a veces son cosas muy pr¨¢cticas, mientras que otras son de f¨ªsica b¨¢sica".
En uno de esos experimentos hecho con plena libertad y guiado por la inspiraci¨®n y la curiosidad, Geim logr¨® hacer levitar ranas en un campo electromagn¨¦tico, mereciendo por ello el IgNobel, el premio Nobel alternativo y humor¨ªstico. Fue en los a?os noventa y Novoselov a¨²n no trabajaba con ¨¦l, pero afirma que no le importar¨ªa en absoluto, al contrario, recibir ese otro galard¨®n.
Con menos de 10 colaboradores que comparten en los proyectos, Geim y Novoselov dedican la mitad de su tiempo al grafeno. "Es un campo tan amplio, tiene tantas propiedades inusuales...", se?ala el segundo. La celebraci¨®n del equipo sigue pendiente casi tres semanas despu¨¦s del anuncio del Nobel. Ese d¨ªa hicieron un poco de fiesta en los despachos, pero todav¨ªa no se han puesto de acuerdo acerca del aut¨¦ntico festejo.
"Recib¨ª la llamada del Nobel aqu¨ª, en mi despacho, cuando estaba discutiendo unos resultados recientes, por skype (telefon¨ªa por Internet) con unos colaboradores", recuerda Novoselov. "Me qued¨¦ muy sorprendido, pero no me pareci¨® una broma. Yo creo que esos t¨ªos de la Academia Sueca tienen bastante experiencia y saben c¨®mo hacer esa llamada, te lo dicen de una manera que te lo crees". No recuerda muy bien su primera reacci¨®n, pero intent¨® continuar con la conversaci¨®n por skype, "aunque tengo la sensaci¨®n de que no dije muchas cosas sensatas, y me di cuenta de que me quedaba apenas media hora ese d¨ªa para hacer las cosas pendientes". Enseguida fue llegando gente al despacho y las llamadas telef¨®nicas... En fin, lo normal cuando uno recibe el Nobel.
Hace seis a?os, cuando estos dos rusos afincados en Reino Unido dieron con el grafeno, la idea de esa forma del carbono estaba en el ambiente cient¨ªfico y varios grupos en el mundo persegu¨ªan su obtenci¨®n. El anuncio del ¨¦xito fue tan poco corriente como los dos descubridores. Geim y Novoselov escribieron un art¨ªculo cient¨ªfico, como hace cualquier investigador que descubre algo, y lo enviaron a una de las m¨¢s prestigiosas revistas especializadas: Nature. Sin embargo, se lo rechazaron. "Pusieron pegas sobre unas medidas de los experimentos que en realidad todav¨ªa ahora no se han completado, pero lo cierto es que no lo aceptaron", recuerda Novoselov. "Lo arreglamos un poco y lo enviamos a Science [la publicaci¨®n competidora de Nature] y nos dijeron que s¨ª... Con estas revistas siempre te puedes esperar cosas as¨ª", dice.
Novoselov no pasa por alto en absoluto que la ciencia es un entorno muy competitivo. "La competencia es buena porque te ayuda y te orienta para hacer las cosas mejor y m¨¢s r¨¢pido, lo que es est¨²pido es hacer tu trabajo para publicar los resultados y no por la ciencia en s¨ª".
La jornada de Novoselov arranca muy temprano. "Despierto a las ni?as, Sofia y Victoria, les doy el desayuno, las preparo y las llevo a la guarder¨ªa; llego a la universidad sobre las 9.30 y salgo hacia las 9.30 de la noche. Es que si quieres lograr algo no basta con ser suficientemente inteligente, tambi¨¦n tienes que trabajar mucho". Su esposa es rusa, la conoci¨® en Holanda y es jefa de laboratorio en una peque?a empresa. Les gusta salir a pasear por el campo, en los alrededores de la ciudad, y Kostya antes jugaba algo al f¨²tbol. Ahora, con sus ni?as gemelas y su laboratorio, el tiempo libre se ha estrechado mucho.
A las ni?as, comenta, no cree que tenga nunca que contarles lo del Nobel: "Estoy seguro de que son inteligentes y que lo descubrir¨¢n ellas mismas, sin que yo tenga que decirles nada". Novoselov sabe que su vida cambiar¨¢ con el premio, pero prefiere que sea lo m¨ªnimo posible.
En diciembre tendr¨¢ que ir a Estocolmo a recibir el Nobel, a las celebraciones y actos. "Seguro que es divertido, vendr¨¢ mi familia de Rusia, los amigos... Tendr¨¦ que preparar una charla, pero eso no me preocupa, lo hago normalmente. Lo peor son ahora los preparativos. Es terrible", dice, con sincera expresi¨®n de angustia.
El laboratorio, al otro lado del pasillo, es un espacio amplio lleno de equipos y herramientas. Novoselov saca una muestra de grafeno y la coloca bajo el microscopio. ?Se va a quedar en Manchester o ya tiene ofertas de otros centros? "Este es un buen sitio, pero los cient¨ªficos normalmente tienen que moverse de vez en cuando, porque eso incentiva su creatividad, suscita nuevas ideas... As¨ª que en alg¨²n momento cambiar¨¦". ?A Rusia? "No, no creo".
Novoselov ha estado en Espa?a invitado por el Instituto de Ciencia de Materiales de Arag¨®n. No olvida citar con afecto y respeto a sus colegas espa?oles Francisco Guinea, Maria Vozmediano y Elsa Prada, del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, con los que tiene una estrecha colaboraci¨®n sobre el grafeno.
Una ¨²ltima pregunta: ?c¨®mo explicar¨ªa el placer de investigar y descubrir a alguien no familiarizado con la ciencia? Lo piensa unos segundos y una leve sonrisa indica que ha dado con la respuesta satisfactoria: "Imagine que est¨¢ recorriendo el Gran Ca?¨®n de Colorado o un sitio as¨ª de bonito en Espa?a, o en Canad¨¢... El paisaje que se le va apareciendo ante los ojos es grandioso y uno sigue avanzando convencido de que un poco m¨¢s all¨¢ habr¨¢ otro panorama m¨¢s estupendo a¨²n. Tienes que trabajar duro para avanzar, pero lo haces porque esperas encontrar algo magn¨ªfico, interesante. Esta es la mejor comparaci¨®n con la investigaci¨®n".
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