Bowles: mito y residente en T¨¢nger
La ciudad celebra el centenario del bohemio autor de 'El cielo protector'
Hay ciudades que pugnan por sacudirse el polvo de sus recuerdos. Y sucede que en ocasiones la sombra de lo que fueron ensombrece lo que ser¨¢n. T¨¢nger, urbe que presume (frente a todos los pron¨®sticos del mito) de poseer un futuro, se ve obligada de cuando en cuando a rememorar su pasado. Ayer fue uno de esos d¨ªas. Por unas horas volvi¨® a ser la ciudad internacional que resonaba en los anhelos de bohemios, beatniks, hippies tempraneros y otros espec¨ªmenes que surcaron el siglo XX. El responsable era Paul Bowles, principal inoculador global del virus de T¨¢nger.
El centenario del nacimiento del escritor estadounidense (Nueva York, 1910-T¨¢nger, 1999) devolvi¨® a la ciudad marroqu¨ª ese esp¨ªritu cosmopolita que tanto disfrutaron los Bowles (Paul y Jane), s¨ª, pero tambi¨¦n William S. Burroughs, Jimi Hendrix, Matisse o Fortuny. Algunos de sus viejos conocidos, como Pepe Carleton, Rachel Muyal o Tessa Codrington, asistieron el jueves a la inauguraci¨®n de la exposici¨®n Los a?os dorados: Paul y Jane Bowles en T¨¢nger en el Instituto Cervantes de esta ciudad.
"La pareja me abri¨® un mundo nuevo", recuerda su amigo
Pepe Carleton Miquel Barcel¨® ha realizado un retrato de la escritora Jane Bowles
La muestra se suma al recuerdo de la obra y la vida del autor de El cielo protector, que se instal¨® en la ciudad en 1947 y aqu¨ª vivi¨® hasta su muerte. Fotograf¨ªas in¨¦ditas tomadas por sus amigos se mezclan con las im¨¢genes m¨¢s conocidas de la pareja de escritores en las que aparecen junto a Truman Capote, Burroughs o Cecil Beaton. "Paul y Jane me abrieron un mundo nuevo. Ellos fueron para m¨ª todo un descubrimiento y me un¨ª a sus reuniones, que siempre eran nocturnas. Para Paul todo lo referido al Magreb era muy importante, descubri¨® esta regi¨®n a finales de los a?os treinta", explica Pepe Carleton, de 85 a?os, el ¨²nico espa?ol vivo del c¨ªrculo tangerino de los Bowles. Era un adolescente cuando tuvo su epifan¨ªa de los Bowles, "n¨®madas de lujo", como los llama Alfredo Taj¨¢n, escritor y director del Instituto Municipal del Libro de M¨¢laga.
Carleton, enciclopedia viviente de ojos intensamente azules, es adem¨¢s uno de los protagonistas del documental Jane Bowles, ¨²ltimo equipaje, del malague?o Jorge Ag¨®, que se estren¨® junto a un retrato que Miquel Barcel¨® ha hecho de la escritora. "Es un documental, pero hay tambi¨¦n una parte dramatizada en la que dos actores encarnan a la pareja. No existen, o no las conocemos, im¨¢genes filmadas de ellos", explica el realizador.
Desde que Bernardo Bertolucci llev¨® al cine El cielo protector en 1989, la novela autobiogr¨¢fica de Paul Bowles, el m¨²sico y escritor dej¨® de ser un existencialista ex¨®tico admirado por dos generaciones, la perdida y la beat, para convertirse en "una atracci¨®n tur¨ªstica", como ¨¦l mismo reconoci¨® en la revista malague?a Puerta Oscura en 1986. "Los americanos llegan a T¨¢nger y, despu¨¦s de visitar el palacio del Sult¨¢n y las cuevas de H¨¦rcules, vienen a verme a m¨ª. No son mala gente, personas educadas; est¨¢n un rato aqu¨ª y se van. Nunca los vuelvo a ver".
"De cuantos homenajes se est¨¢n celebrando este a?o, M¨¢laga y T¨¢nger son las ciudades que m¨¢s se han ocupado del Bowles expandido, es decir de su lado acad¨¦mico y art¨ªstico; pero tambi¨¦n del ¨ªntimo", asegura Taj¨¢n. A T¨¢nger, la ciudad donde durmi¨® H¨¦rcules antes de encarar sus 12 trabajos, todos esos n¨®madas internacionales le imprimieron car¨¢cter. "Seguir¨¢ siendo siempre cosmopolita", dice convencida Rachel Muyal, ex directora de la librer¨ªa tangerina Des Colonnes y una de las amigas del escritor. El mismo que dej¨® dicho: "T¨¢nger es la ciudad de un sue?o, nunca le dir¨¦ adi¨®s".
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