Trafalgar emerge dos siglos despu¨¦s
El bot¨®n de un uniforme franc¨¦s permite identificar el pecio de C¨¢diz donde el buque 'Fougueux' naufrag¨® en 1805 tras participar en la hist¨®rica batalla
En la inmensidad del oc¨¦ano Atl¨¢ntico, un simple bot¨®n ha dado la respuesta a una inc¨®gnita hist¨®rica. El bot¨®n 79, procedente de un uniforme franc¨¦s del siglo XIX, ha permitido localizar, sin riesgo a equivocarse, el punto exacto donde descansan los restos del Fougueux (Fogoso), un nav¨ªo franc¨¦s que se hundi¨® con medio millar de soldados tras haber participado en la hist¨®rica batalla de Trafalgar (1805). Es la primera vez que, de forma cient¨ªfica, se verifica el pecio de una embarcaci¨®n protagonista de la cel¨¦bre contienda.
La investigaci¨®n, coronada con ¨¦xito por el Centro de Arqueolog¨ªa Subacu¨¢tica de Andaluc¨ªa (CAS), con sede en C¨¢diz, tiene sus ra¨ªces en viejas creencias. Durante a?os se sospech¨® que un conjunto de ca?ones sumergidos frente a la playa de Camposoto, en San Fernando (C¨¢diz), pertenec¨ªan a un buque hundido en la batalla de Trafalgar, que enfrent¨® a una escuadra combinada de Francia y Espa?a contra la armada inglesa.
Faltaba la prueba cient¨ªfica para determinar con exactitud al nav¨ªo
Las pesquisas del CAS arrancaron en 1999, cuando un buzo, Juan Domingo Mayo, avis¨® al entonces reci¨¦n creado centro de la existencia de unos ca?ones perfectamente visibles en una laja submarina a nueve metros de profundidad. As¨ª arrancaron 10 a?os de an¨¢lisis, inmersiones y b¨²squedas del personal del CAS, un organismo que depende de la Consejer¨ªa andaluza de Cultura. Los arque¨®logos se sumergieron varias veces y comprobaron la existencia de restos de un buque de guerra de ¨¦poca moderna o contempor¨¢nea. Enseguida se pens¨® en Trafalgar. La batalla hab¨ªa dejado tras de s¨ª numerosos hundimientos.
"Revisamos las fuentes documentales y descubrimos que el Fougueux se hab¨ªa hundido en la zona", recuerda la arque¨®loga Nuria Rodr¨ªguez. El Fougueux llevaba a bordo a m¨¢s de 500 hombres. Hab¨ªa partido en agosto de Ferrol. Al llegar a C¨¢diz, se coloc¨® en primera l¨ªnea y no resisti¨® los ataques de la armada brit¨¢nica, aunque logr¨® sobrevivir. Por poco tiempo. Lo que no logr¨® el enemigo, lo consigui¨® un gran temporal, que provoc¨® el hundimiento de la mayor¨ªa de los 33 buques espa?oles y franceses. Al Fougueux trataron de remolcarlo sin ¨¦xito. Se hundi¨® con su medio millar de soldados franceses presos y una veintena de ingleses a bordo. Sobrevivieron 21 hombres, que llegaron a la playa, fueron alimentados en el Ventorrillo El Chato y dieron pie a relatos que salen a flote 205 a?os despu¨¦s.
Probar que los ca?ones encontrados y otros restos eran del Fougueux no ha sido f¨¢cil. No en vano ha costado una d¨¦cada. Su investigaci¨®n se enmarc¨® en el proyecto Trafalgar, con el que el CAS celebr¨® el bicentenario de la batalla hace cinco a?os. Se analizaron en laboratorio dos ca?ones. Aunque se supo que eran franceses, por s¨ª solos no supon¨ªan una prueba fundamental. En realidad, la indagaci¨®n fue una continua acumulaci¨®n de pruebas sin ninguna concluyente.
En 2006 y 2008 se realizaron sondeos. Estas excavaciones son las que han aportado la mayor parte de las piezas y datos. Gracias a ellos, se identific¨® la quilla y se situaron la popa y la proa. "Todo apuntaba a que era una construcci¨®n francesa, lo que hac¨ªa pensar en el Fougueux, pero en esos a?os hab¨ªa muchos barcos que se constru¨ªan a la francesa", relata Nuria Rodr¨ªguez. Es decir, aunque ten¨ªa dise?o franc¨¦s pod¨ªa ser espa?ol o ingl¨¦s.
El forro externo del barco correspond¨ªa tambi¨¦n a una factura francesa pero tampoco era concluyente: en la ¨¦poca se dio un intenso comercio e intercambio de materiales. Con la artiller¨ªa ocurri¨® lo mismo. Se hallaron 31 de los 74 ca?ones que ten¨ªa el barco, y aunque se demostr¨® que eran de una fundici¨®n francesa, tampoco se pod¨ªa obtener una conclusi¨®n clara. "En tiempo de guerra hay mucho trasvase de armamento", detalla la arque¨®loga. Ni siquiera las monedas francesas con la cara de Luis XVI permit¨ªan ser resolutivos. "Ten¨ªamos la cronolog¨ªa pero no una prueba cient¨ªfica para identificar el barco, porque las monedas pod¨ªan ser robadas o fruto de un negocio".
La respuesta lleg¨® con los botones. Durante uno de los sondeos apareci¨® un conjunto numeroso. Junto a las hebillas, era el cierre m¨¢s habitual de la indumentaria militar de la ¨¦poca. Buena parte de ellos estaban numerados seg¨²n el regimiento al que pertenec¨ªan los soldados. Los del 79 iban embarcados en el Fougeaux, entre otros.
Pero la culminaci¨®n de este trabajo no cierra la investigaci¨®n. Deja la puerta abierta a futuros estudios. Se presumen mucho m¨¢s restos escondidos bajo las rocas, pero en arqueolog¨ªa subacu¨¢tica siempre prima m¨¢s la conservaci¨®n que la extracci¨®n, as¨ª que no se excavar¨¢ m¨¢s. "Es el principio de m¨ªnima intervenci¨®n", responde la directora del CAS, Carmen Garc¨ªa Rivera. Ahora que se sabe la nacionalidad del barco, Espa?a debe decidir si lo notifica a Francia. La convenci¨®n de la Unesco lo recomienda pero no marca una obligaci¨®n. La notificaci¨®n es una decisi¨®n pol¨ªtica. Francia puede querer investigar el pecio pero el Gobierno espa?ol no est¨¢ forzado a autorizarlo.
La inc¨®gnita que despej¨® el 79
- La numeraci¨®n de los botones se correspond¨ªa con los regimientos. Aparecieron del 1, 5, 77 y 79. La documentaci¨®n hist¨®rica narra que el regimiento 79 se embarc¨® en el Argonaute, el Redoutable y el Fougueux. Los dos primeros se hundieron en alta mar. "Fue la clave. El bot¨®n cerr¨® todos los c¨ªrculos, permiti¨® unir el resto de pruebas y certificar la identidad del nav¨ªo", detalla Rodr¨ªguez.
- El pecio del Fougueux fue carne de expoliadores. El CAS tiene tambi¨¦n localizado en la gaditana playa de La Caleta los posibles restos del Bucentaure, otro nav¨ªo franc¨¦s de la ¨¦poca.
- Adem¨¢s de botones, en el pecio se hallaron zapatos, hebillas, monedas, un bac¨ªn para que alg¨²n oficial hiciera sus necesidades, una lavativa de temible tama?o, un torniquete, restos de le?a para el horno de hacer el pan, huesos de vaca, que viajaban vivas para servir de alimento, y restos de ratas, que dan una idea de la insalubridad de esos viajes.
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