M¨¢quinas que obedecen a la mente
Un espa?ol lidera en Suiza ensayos con ordenadores manejados por el cerebro
Comunicarse mentalmente con las m¨¢quinas, manejarlas sin mover un dedo, ha sido uno de los sue?os de la ciencia-ficci¨®n. Ahora, un grupo de investigadores en Suiza ha demostrado que esa fantas¨ªa va camino de cumplirse. Aunque Jos¨¦ del R. Mill¨¢n, el espa?ol de 48 a?os al frente del proyecto, prefiere ser cauto: "Trabajamos duro, pero sin prisas; no queremos alimentar falsas expectativas".
?l y su equipo de 20 investigadores de la Escuela Polit¨¦cnica Federal de Lausana (EPFL, Suiza), uno de los centros tecnol¨®gicos m¨¢s prestigiosos de Europa, han creado un programa que conecta el cerebro a m¨¢quinas y ordenadores para manejarlos con el pensamiento. Un casco repleto de electrodos capta las ¨®rdenes mentales, el software las interpreta y luego transmite comandos capaces de operar un port¨¢til o un electrodom¨¦stico de forma remota. Todo en cuesti¨®n de milisegundos.
"Deseamos conectar la inteligencia de las m¨¢quinas con la de los humanos"
Una silla de ruedas cumple las ¨®rdenes de la persona discapacitada
En los ¨²ltimos a?os ha habido numerosos intentos de dar con esta tecnolog¨ªa. Algunos, incluso, ya est¨¢n a la venta. Pero el EPFL ha conseguido algo nuevo: descifrar se?ales cerebrales al instante. "Hasta hace poco hab¨ªa que repetir la orden mental cada medio segundo, constantemente. Esto fatigaba a la persona", dice Jos¨¦. "Hemos sido los primeros en dar con un sistema de bajo coste que reconoce a la primera el pensamiento".
Su objetivo es emplear esta tecnolog¨ªa para mejorar la vida de los discapacitados. Y la aplicaci¨®n m¨¢s potente la han probado en una silla de ruedas. La equiparon con sensores de espacio, la interconectaron al software y este a la cabeza de un paciente. Funcion¨®. Al pensar "hacia adelante", "izquierda" o "derecha", la silla obedec¨ªa. En total, seis a?os de trabajo para llegar a este punto. Ahora quieren ir m¨¢s all¨¢. Cuatro l¨ªneas de investigaci¨®n en las que cooperan varias universidades europeas indagan c¨®mo controlar con la mente ordenadores para navegar por Internet o enviar correos, electrodom¨¦sticos del hogar, juegos en m¨®viles, pr¨®tesis y hasta robots. "Imagine una persona inmovilizada en la cama que pueda controlar mentalmente un robot y desplazarlo hasta la cocina para acompa?ar en la cena a su familia. Esto llegar¨¢", dice Mill¨¢n. "Y ese es exactamente nuestro deseo: conectar la inteligencia de las m¨¢quinas con la de los humanos".
Como siempre, hay obst¨¢culos. El tibio inter¨¦s de las grandes compa?¨ªas por comercializar el programa es uno. "Quienes m¨¢s se beneficiar¨ªan ser¨ªan los discapacitados y es un mercado muy peque?o". El n¨²mero limitado de comandos cerebrales que el software reconoce (no m¨¢s de cuatro) y la incomodidad de tener que llevar casco, aunque sea inal¨¢mbrico, son otras dudas en el horizonte.
?Ser¨¢ el control de las m¨¢quinas con la mente algo cotidiano en 2020, como vaticinan algunos futur¨®logos? Jos¨¦ suelta una risa incr¨¦dula. "Ya me gustar¨ªa. Tardaremos mucho m¨¢s. De momento, el cuerpo, lo f¨ªsico, sigue siendo el mejor intermediario". Pero se?ala situaciones m¨¢s all¨¢ de la asistencia a incapacitados donde estos interfaces ayudar¨ªan. "En el espacio, la movilidad de los astronautas es muy limitada y el control mental de equipos ser¨ªa un gran avance. Hemos probado el software en vuelos parab¨®licos con ingravidez y funciona".
Mill¨¢n, que ha desarrollado su carrera acad¨¦mica entre Espa?a, Italia, Suiza y EE UU (Universidad de Stanford), calcula otros dos a?os m¨¢s hasta que esta tecnolog¨ªa madure. Bajo su mando seguir¨¢n trabajando investigadores de universidades de media Europa aunque, curiosamente, ninguna espa?ola.
"Escojo a los mejores centros y los espa?oles no est¨¢n entre ellos". ?Qu¨¦ falla? "Medios. Los pol¨ªticos se llenan la boca diciendo que la innovaci¨®n es el futuro del pa¨ªs, pero a la hora de la verdad siempre recortan del mismo sitio, del I+D".
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