Quejas por ausencia u omisi¨®n
La falta de espacio deja fuera muchas noticias que los lectores reclaman. Las actividades de PSOE y PP acaparan la atenci¨®n informativa en la secci¨®n de 'Espa?a'
Un fen¨®meno curioso est¨¢ tomando cuerpo en el correo de la Defensora: lo que no se publica origina ya casi tantas quejas como lo que se publica. Dicho de otro modo, cada vez hay m¨¢s lectores que escriben para protestar, no por los contenidos de lo publicado, sino por no haber encontrado en el diario informaci¨®n de algo que considera importante. O porque no se le ha dado la relevancia necesaria. Un peri¨®dico es, ante todo, una propuesta de jerarqu¨ªa de la realidad. Gracias a Internet, cualquier lector tiene hoy f¨¢cil acceso a diferentes medios y puede, por tanto, comparar y establecer su propia jerarqu¨ªa informativa. Si no coincide con la que le ofrece su medio, puede sentirse defraudado. Y cada vez hay m¨¢s lectores que cuestionan esa jerarqu¨ªa, conscientes de que lo que no sale en los medios es como si no existiera, al menos a efectos de agenda pol¨ªtica.
Vean algunos ejemplos: varios lectores asturianos protestaron porque en la informaci¨®n sobre la incidencia de la huelga general se omitiera la de esa comunidad, que hab¨ªa sido una de las m¨¢s altas. El catedr¨¢tico Manuel Alberga, de la Universidad de M¨¢laga, ha echado en falta una cobertura m¨¢s amplia y c¨¢lida de la despedida del fundador de CC OO Marcelino Camacho. Ariadne Runte Geidel, del Departamento de Psiquiatr¨ªa de la Universidad de Granada, considera "realmente una pena que se preocupen m¨¢s por las noticias de sucesos que ocurren en Latinoam¨¦rica" que por ofrecer una informaci¨®n completa de lo que all¨ª ocurre, "por ejemplo los logros del gobierno de Rafael Correa" mientras que algunos lectores escriben desde M¨¦xico para recordar que en ese pa¨ªs hay algo m¨¢s que narcotr¨¢fico. Por su parte, diversos sindicalistas, entre ellos el secretario de Comunicaci¨®n de CC OO, Fernando Lezcano, lamentan que el diario no haya ofrecido una informaci¨®n detallada y completa de las propuestas alternativas de los sindicatos a la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno.
Quiero detenerme, sin embargo, en una cuesti¨®n que genera un malestar continuado: la falta de pluralidad en la secci¨®n de Espa?a, la ausencia de noticias sobre las actividades y propuestas de otras fuerzas pol¨ªticas que no sean el PSOE y el PP y la pr¨¢ctica reducci¨®n de la informaci¨®n a las actividades de estos dos grandes partidos, con preferencia para la que tiene por escenario Madrid. El suscriptor Jos¨¦ G¨®mez Gonz¨¢lez lo resume as¨ª: "Cuando se trata de comentar la situaci¨®n pol¨ªtica, siempre la enfocan de forma bipartidista. No me gusta esa deriva permanente hacia el modelo americano. Hay otras formaciones pol¨ªticas tan representativas de la voluntad popular como los grandes partidos y que son despreciados en su medio un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n".A este lector le molesta adem¨¢s "el tono peyorativo con el que a veces se refieren a los partidos nacionalistas o perif¨¦ricos. ?Son perif¨¦ricos porque no son de Madrid?", pregunta. El director adjunto Vicente Jim¨¦nez comprende el malestar de algunos lectores por la omisi¨®n de noticias sobre actividades pol¨ªticas y de otros ¨¢mbitos que deber¨ªan ser objeto de atenci¨®n informativa. Admite que "los dos partidos mayoritarios acaparan la atenci¨®n informativa", pero rechaza que sea un intento deliberado de fomentar el bipartidismo. "La raz¨®n es tan simple como que el peri¨®dico tiene un espacio limitado".
"La crisis econ¨®mica", a?ade, "ha obligado a ajustar los costes y reducir la paginaci¨®n, que siempre est¨¢ en funci¨®n del n¨²mero de inserciones publicitarias. Ahora publicamos un peri¨®dico base (sin contar cuadernillos regionales y otros suplementos) de 56 p¨¢ginas de media, cuando en momentos de bonanza econ¨®mica hemos llegado a superar el centenar. Cada d¨ªa quedan fuera muchas noticias que merecer¨ªan ser publicadas, pero no caben, y por tanto, tenemos que priorizar lo que concita un inter¨¦s mayoritario. Nuestra web puede ser una soluci¨®n a estas limitaciones".
El goteo de quejas se agudiza cada prinpio de mes, tras la publicaci¨®n del Bar¨®metro de clima social , por el hecho de que solo incluya la tendencia de voto del PSOE y del PP. Ya trat¨¦ esta cuesti¨®n en un art¨ªculo anterior, pero los lectores siguen protestando. En este caso no es una cuesti¨®n de espacio. Eduard Ros Ibarra, profesor universitario, argumenta: "En su gr¨¢fica se muestra la expectativa de voto sobre voto v¨¢lido, y encontramos que la suma de los votos de los dos grandes partidos es en octubre de 2010 del 71,5%, cuando en mayo de 2009 era del 80,4%. Para m¨ª, la gran noticia, adem¨¢s de la bajada del PSOE, es el aumento de otros, que ya ocupan un tercio del espectro pol¨ªtico. ?Qui¨¦nes son los otros? ?Ad¨®nde va a parar ese 28% de los votos?". Otros lectores, como Maite Blasco, Lidia Fern¨¢ndez Montes, Luis Troconiz, Enrique Casanova, Juan Carlos Rivas y Rafael Fern¨¢ndez Calvo, insisten en la misma queja.
Lo primero que aclara el director de EL PA?S, Javier Moreno, ante estas cartas es que el Bar¨®metro no es una encuesta electoral, y no debe tomarse como tal. "Es un sondeo que hacemos con periodicidad mensual para poder observar la evoluci¨®n de determinadas tendencias sociales y conocer cu¨¢l es el estado de opini¨®n sobre diversas cuestiones de actualidad. La pregunta sobre la intenci¨®n de voto es una de las muchas que se hacen. No tendr¨ªa sentido dejar de preguntar algo que objetivamente interesa, como es el apoyo que reciben los dos grandes partidos. Pero el Bar¨®metro no es un sondeo electoral. No podemos hacer -ning¨²n medio lo hace- encuestas electorales con tanta frecuencia. Las hacemos cuando se acercan unas elecciones, como ocurrir¨¢ ahora con las auton¨®micas catalanas".
Vicente Jim¨¦nez a?ade que "el principal inter¨¦s del Bar¨®metro es ver la evoluci¨®n en el tiempo de los par¨¢metros que se miden, incluida la valoraci¨®n de los l¨ªderes de los dos grandes partidos. Pero el tama?o de la muestra -entre 500 y 800 encuestados- no permite obtener un resultado fiable sobre la intenci¨®n de voto del resto de partidos. "Para eso ser¨ªa preciso incrementar el tama?o. Dado que es una medici¨®n del clima social y pol¨ªtico, y que es mensual, no nos parece prioritario".
Sobre el tama?o de la muestra, Alberto Est¨¦vez escribe: "Me ha inquietado que un peri¨®dico de referencia publique una encuesta hecha a 500 personas con un margen de error de 4,5 puntos. Tengo alguna experiencia en sociolog¨ªa y demoscopia y le aseguro que un sondeo tan reducido no ofrece resultados que tener en cuenta. Su margen de error har¨ªa que, por ejemplo, la distancia en intenci¨®n de voto entre los dos grandes partidos fuera de hasta de 19 puntos si el error fuera al alza, y de 11 en el caso contrario, lo que es bastante distinto".
El problema radica en que muchas veces, la intenci¨®n de voto es lo que se resalta en el titular y en ocasiones se hace con tanto ¨¦nfasis que resulta dif¨ªcil para cualquier lector no experto en demoscopia apreciar la diferencia, y muchos pueden atribuir al Bar¨®metro el valor de una encuesta electoral, cuando no lo tiene.
No cabe duda de que el aumento de las quejas por ausencia u omisi¨®n tiene mucho que ver con la penuria de espacio que impone la crisis. Pero creo que intervienen tambi¨¦n otros factores. Las limitaciones de la edici¨®n impresa podr¨ªan compensarse en la edici¨®n digital, y sin embargo, no se hace, lo cual indica que estamos ante una inercia informativa que hurta a los lectores una parte sustantiva de la realidad pol¨ªtica espa?ola. En el debate p¨²blico, la calidad de los argumentos no depende del apoyo electoral que tengan. Depende de su consistencia l¨®gica, de su pertinencia. El sistema de mayor¨ªas sirve para adoptar las decisiones de representaci¨®n y gobierno, pero para conformar una opini¨®n democr¨¢tica fundamentada, es preciso que los ciudadanos puedan considerar todo el abanico de opiniones, toda la realidad pol¨ªtica. Ese es un imperativo que un diario de referencia como EL PA?S no deber¨ªa descuidar.
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