Ajustar la econom¨ªa

Es sin duda admirable la costumbre de algunos establecimientos que dedican sus afanes a satisfacer los peque?os caprichos o necesidades que se generan entre las gentes de tener abiertas, y en adecuado uso de disposici¨®n, diversas botellas de vino -o de cavas y champanes- y servirlos por vasos o copas, haciendo posible de esta suerte que la opci¨®n de tomar un producto cotizado sea asequible al bolsillo de los m¨¢s modestos o de aquellos que se satisfacen con liviana cantidad.

En la castellonense Casa Ripo ofrecen copas de vino de toda suerte de colores por dos euros o poco m¨¢s, y se atreven con algunas de champ¨¢n por la ya m¨¢s respetable cantidad de los seis euros, cifra que permite el lujo de tomarlo como aperitivo sin destrozar de una vez la econom¨ªa semanal.

Adem¨¢s, ofrecen para acompa?ar la apreciada bebida muy sabrosas tapas de ajustada raci¨®n, tales como las croquetas de pollo o jam¨®n, anguila ahumada, micuit de foie o huevas de trucha con crema de anchoas. Tambi¨¦n montaditos, que sobre los conocidos tiene la inestimable virtud de la brevedad del pan y la largura de sustancia, y entre los que se cuentan el de sobrasada cubierta con huevos de codorniz, el de at¨²n a la plancha sobre una capa de cebolla caramelizada o el de solomillo con salsa.

En el piso superior, en caso de que as¨ª lo deseemos, cocina sin aspavientos para completar el aperitivo, lo que podemos lograr tomando cualquier producto que el mercado ofrezca y el cliente demande, sean unas alubias con perdiz, unos huevos con patatas a la espalda, un calamar a la plancha o unas angulas a la bilba¨ªna.