Lecturas y votos
He aprovechado los dos ¨²ltimos fines de semana para leer tres interesantes libros, uno de Felipe Gonz¨¢lez sobre el futuro de Europa y otros dos, de Tony Judt y de George Friedman, con puntos de vista muy diferentes, sobre el futuro del mundo.
Podr¨ªan preguntarme: ?a 20 d¨ªas de las elecciones al Parlament, no te interesa m¨¢s informarte sobre las perspectivas de futuro catalanas? Mi respuesta es clara. Me interesa sobre todo el futuro de mi pa¨ªs, pero no me desentiendo del futuro de los otros y adem¨¢s estoy convencido de que el nuestro est¨¢ muy condicionado por la evoluci¨®n del entorno global. Observo con preocupaci¨®n la forma excesivamente introspectiva y falta de realismo de algunas opiniones pol¨ªticas que escucho y que creo modestamente que no sit¨²an suficientemente nuestros proyectos de pa¨ªs en el marco de la realidad cercana espa?ola, europea e internacional. Esto es una visi¨®n equivocada del pasado y peligrosa del futuro.
Me interesan tanto los libros sobre el futuro global como las promesas electorales sobre el futuro local
Las d¨¦cadas de aumento del bienestar que hemos experimentado en la ¨²ltima parte del siglo XX y en los primeros a?os del XXI han sido en gran parte consecuencia del esfuerzo que la sociedad catalana y espa?ola ha hecho a partir de la recuperaci¨®n de la democracia, y en nuestro caso, del autogobierno. Pero no somos conscientes de hasta qu¨¦ punto ello ha sido posible gracias al cambio del entorno exterior. Sin la incorporaci¨®n, en los ochenta, a Europa (entonces CEE), no hubi¨¦ramos dispuesto del mercado de m¨¢s de 300 millones de personas al que hemos accedido sin restricciones. La industria catalana ya est¨¢ exportando hoy a la UE una cifra muy similar a la que exporta al resto de Espa?a. He destacado el t¨¦rmino para recordar una vez m¨¢s que existen todav¨ªa demasiadas empresas catalanas que no han asumido que Mil¨¢n o Lyon son su mercado interior tanto como Sevilla, y que adem¨¢s est¨¢n m¨¢s cerca.
Tampoco hubi¨¦ramos conseguido lo que hemos conseguido sin los fondos europeos de cohesi¨®n de los a?os noventa y sobre todo sin el euro, que ha permitido que aquellos tipos de inter¨¦s del 15% de hace algunos a?os se hayan convertido en una historia para contar a hijos y nietos. Ha sido tan bueno el aumento de disponibilidad de dinero barato que nos ha supuesto el euro, que ha sido el motor de nuestro crecimiento reciente. ?L¨¢stima que hayamos reaccionado como nuevos ricos y hayamos abusado de ¨¦l, consumiendo e invirtiendo excesivamente y endeud¨¢ndonos hasta las cejas, hasta que la crisis nos ha despertado del espejismo!
El bienestar de nuestros nietos depender¨¢ mucho de nuestro trabajo y de que sepamos hacer bien las cosas. Pero depender¨¢ tanto o m¨¢s de la evoluci¨®n del cambio del yuan y el d¨®lar con el euro, de que recibamos la aportaci¨®n inmigratoria imprescindible para compensar nuestra deriva demogr¨¢fica y del acierto de los pol¨ªticos europeos en consolidar una uni¨®n econ¨®mica basada al mismo tiempo en la competitividad y la cohesi¨®n y una uni¨®n pol¨ªtica que permita que los intereses europeos se tengan en cuenta en el mundo, cosa que nunca conseguiremos si seguimos defendi¨¦ndolos pa¨ªs a pa¨ªs.
La globalizaci¨®n ha supuesto una reducci¨®n de los m¨¢rgenes de libertad de los Estados y de otras instituciones territoriales m¨¢s peque?as, sobre todo en los temas monetarios y econ¨®micos. Sea cual sea el Gobierno que haya en Madrid y sea cual sea el Gobierno que haya en Barcelona, lo que van a tener que hacer para superar la crisis se va a parecer mucho, por mucho que ahora voten en contra de las medidas que luego deber¨¢n tomar...
Entonces, ?las elecciones no sirven? ?Al contrario! Unos u otros deber¨¢n realizar un ajuste, pero el ajuste se puede hacer favoreciendo unos u otros intereses, con unas reformas o con otras, cargando los costes a unos o a otros. Esto depender¨¢ de c¨®mo se haga y de qui¨¦n lo haga. Esto es lo que est¨¢ en juego. Obama estaba mejorando la equidad y limitando privilegios de algunos sectores. Una campa?a bien concebida le ha cortado las alas. Para esto sirven las elecciones.
Me interesan tanto los libros sobre el futuro global como las promesas electorales sobre el futuro local. Los primeros me ayudan a leer las segundas y a valorar su credibilidad.
Joan Maj¨® es ingeniero y ex ministro.
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