Lo m¨ªo es m¨ªo y lo tuyo es negociable
A simple vista, se dir¨ªa que Estados Unidos ha comprado a Israel 90 d¨ªas de moratoria en la construcci¨®n de asentamientos en Cisjordania a cambio de 20 aviones invisibles F-35, adem¨¢s de la garant¨ªa de que los israel¨ªes tendr¨¢n luz verde para construir cuanto quieran en territorio palestino cuando termine la moratoria y de un compromiso por el que Washington vetar¨¢ toda resoluci¨®n de Naciones Unidas que apoye la declaraci¨®n de independencia unilateral por parte de la Autoridad Palestina. Si se cierra el trato, ser¨¢ una operaci¨®n de enorme rentabilidad para el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu. Israel recibir¨ªa por adelantado el pago por un acuerdo que no ha empezado ni siquiera a negociar, solo por el hecho de acceder a esta moratoria, que constituye una parte de la congelaci¨®n total de las construcciones en todo el territorio ocupado exigida por los palestinos para volver a negociar.
Israel recibir¨¢ por adelantado el pago por una negociaci¨®n que todav¨ªa no ha empezado
Netanyahu no quiere la paz, sino el proceso. Es decir, mantener a los palestinos sentados en una mesa de negociaci¨®n en la que nada quiere ceder. Eso le permite seguir gobernando con una ultraderecha reacia a todo acuerdo y sin disposici¨®n alguna a renunciar a la entera Cisjordania. Parte de un principio de asimetr¨ªa habitual en esta negociaci¨®n desequilibrada: lo m¨ªo es m¨ªo y no es objeto de negociaci¨®n alguna, mientras que lo que vamos a negociar es c¨®mo nos repartimos lo que es tuyo. Israel trabaja con la premisa de que una parte de los territorios palestinos ocupados le pertenecen y jam¨¢s ser¨¢n devueltos: este es el caso de Jerusal¨¦n Este y de las mayores colonias construidas en Cisjordania. La Autoridad Palestina parte de la legalidad internacional, que reconoce como suya la entera Cisjordania, con Jerusal¨¦n Este incluido, y est¨¢ dispuesta a negociar los intercambios de territorios, pero no quiere llegar a la mesa con el mapa ya decidido en Washington con Netanyahu.
La derecha israel¨ª se halla crecida. Por la victoria republicana en las elecciones de mitad de mandato y por la capacidad de Netanyahu de enredar y sacar petr¨®leo de Washington. La ultraderecha y los colonos tambi¨¦n: la moratoria anterior de 10 meses ha sido vulnerada en decenas si no centenares de ocasiones, sin contar que tampoco alcanzaba a Jerusal¨¦n, donde se han seguido construyendo viviendas para israel¨ªes y expulsando a poblaci¨®n nativa ¨¢rabe.
Una de las diferencias entre la fuerza de Israel y de Palestina estriba en el papel de sus respectivos radicales. Mientras que el extremismo israel¨ª suma, el palestino resta. Los israel¨ªes que se oponen a los dos Estados, a la moratoria en la construcci¨®n de asentamientos e incluso a la negociaci¨®n hacen valer su voz y su fuerza para arrancar m¨¢s concesiones de Estados Unidos, mientras que quienes se resisten a las concesiones por el lado palestino lo que consiguen es debilitar a su presidente, Mahmud Abbas.
El acuerdo esbozado entre Hillary Clinton y Netanyahu deja a los palestinos sin bazas negociadoras. Hay congelaci¨®n, pero no es total: se siguen construyendo 3.000 viviendas ya proyectadas y Jerusal¨¦n no entra en el acuerdo. El arma disuasoria palestina del reconocimiento en Naciones Unidas queda desactivada por el compromiso de Washington para utilizar su veto en el Consejo de Seguridad.
Adem¨¢s de que lo m¨ªo es m¨ªo y lo tuyo es negociable, cuanto m¨¢s tardemos en negociar, mejor, porque yo seguir¨¦ ocupando m¨¢s territorio tuyo, lo cual aumentar¨¢ mi capacidad de exigencia y te dejar¨¢ cada vez con menos margen de negociaci¨®n. No es posible poner las cosas m¨¢s dif¨ªciles al presidente Abbas. Washington lo hace adem¨¢s con la sutilidad de una propuesta que salva en las formas las exigencias palestinas, aunque las dinamita en su contenido. Lo extra?o, realmente, es que los palestinos todav¨ªa no hayan tirado la toalla.
Nota al pie: siempre hay una nota al pie, naturalmente en favor de Israel, en este tipo de acuerdos. La fecha en que empezar¨ªa la nueva moratoria ser¨ªa el 26 de septiembre, que es cuando termin¨® la anterior. Desde entonces hasta hoy, 50 d¨ªas m¨¢s o menos, Israel ha puesto los cimientos para 1.126 viviendas m¨¢s y preparado los solares para construir otras 526, seg¨²n el Jerusalem Post. La oferta se la hizo Hillary Clinton a Netanyahu la pasada semana, pero el Gabinete israel¨ª est¨¢ intentando demorar al m¨¢ximo la respuesta, porque sabe que cuanto m¨¢s se tarde en aprobarla m¨¢s se seguir¨¢ construyendo.
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