Agentes antirrumores contra t¨®picos racistas
Barcelona forma a personas clave en el tejido social para que desmonten bulos
?Alguna vez ha o¨ªdo decir que los inmigrantes nos invaden? ?O que colapsan los servicios sociales? Si se le formulan estos bulos a Miguel ?ngel Berrocal, vecino del Carmel, los desmontar¨¢. Ha hecho un curso para eso: convertirse en agente antirrumor. El Ayuntamiento de Barcelona se ha ocupado de formarle desde mayo. El objetivo es lograr que varios cientos de personas clave -de momento son 150, aunque el Ayuntamiento tiene previsto seguir con m¨¢s cursos-, que por su trabajo o labor social ocupan un lugar relevante en los tejidos vecinales y asociativos, acaben con los t¨®picos que dificultan la convivencia multicultural.
Seg¨²n la gu¨ªa que el Ayuntamiento facilit¨® a Miguel ?ngel, los inmigrantes no nos invaden. De hecho, el n¨²mero de residentes de origen extranjero en Catalu?a ha ca¨ªdo en 10.286 personas en 2009. Adem¨¢s, seg¨²n cifras oficiales, los inmigrantes van al m¨¦dico la mitad de veces que los espa?oles. El agente antirrumor Miguel ?ngel, a pesar de lo vistoso del t¨ªtulo, no cobrar¨¢ por tratar de defender estas ideas. Las usar¨¢ para formar en su barrio un grupo de trabajo que implique a vecinos de todas las nacionalidades. "Pensamos en hacer el d¨ªa del paquistan¨ª, igual que existe el d¨ªa del inmigrante andaluz", dice. Su idea es lograr que todos se comprendan mejor unos a otros.
150 voluntarios han participado hasta ahora en los cursos por la convivencia
Los 150 agentes antirrumor formados hasta ahora lo han sido en el Centro de Normalizaci¨®n Ling¨¹¨ªstica. "Son gente en contacto con labores sociales: asociaciones de vecinos, de inmigrantes... Tambi¨¦n los hay que vienen a t¨ªtulo individual, para aprender", explica el formador Rafael Crespo.
Mustaf¨¢ es uno de ellos. "Yo no quiero ser agente. Vengo a aprender", explica el marroqu¨ª. Quiere saber c¨®mo defenderse. Por ejemplo, dice que una vez oy¨® en Manresa que el alcalde regalaba coches a los inmigrantes. Todo mentira, asegura. Pero ?c¨®mo rebatirlo? Espera aprender ahora los argumentos.
Xantal Genovart, que acude al curso porque pertenece a la Asociaci¨®n de Mujeres Musulmanas de Catalu?a, ya tiene algunas ideas. La clave es saber razonar. "Hay que mostrar respeto y empat¨ªa. Si la persona con la que hablas se siente atacada, se cerrar¨¢ y no escuchar¨¢", apunta. Adem¨¢s, hay que disponer de datos, para tener con qu¨¦ desmontar las mentiras, a?ade.
El curso ense?a a rebatir t¨®picos sobre comercio, servicios sociales, convivencia y mercado laboral, a trav¨¦s de un manual, un c¨®mic y material en una p¨¢gina web. Tambi¨¦n organizan debates en centros c¨ªvicos de la ciudad. "Muchas veces los que vienen de alumnos tambi¨¦n tienen t¨®picos en la cabeza. Cuando acaban, se dan cuenta de que no son reales", dice Crespo.
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