Otro modelo es posible
Un modelo mercantilista, basado en la fragmentaci¨®n de los servicios, en la externalizaci¨®n de la asistencia y en la visibilidad propagand¨ªstica domina la atenci¨®n a la Salud Mental en el Pa¨ªs Valenciano. Este modelo no es efectivo para aumentar el n¨²mero de personas en procesos abiertos y esperanzados de recuperaci¨®n, de familias capaces de apoyar estos procesos y de profesionales motivados y formados para ofrecer entornos terap¨¦uticos que nos dejen crecer a todos.
?Qu¨¦ se ha hecho? Se ha publicitado una cartera de servicios que se concluy¨® con precipitaci¨®n, dando lugar a un documento apartado de la realidad asistencial y de dif¨ªcil aplicaci¨®n.
La apertura de las unidades de hospitalizaci¨®n en D¨¦nia y Elda es una buena noticia, aunque hayamos esperado 20 a?os y aunque siga siendo escasa su dotaci¨®n sobre todo en personal de enfermer¨ªa especialista
La Consejer¨ªa de Bienestar Social ha parado su plan de acci¨®n en Salud Mental. Afortunadamente, porque se trataba de construir edificios sin atender a los problemas sociales derivados de padecer una enfermedad mental.
Hemos denunciado los problemas que supone la segregaci¨®n de las personas entre la Consejer¨ªa de Sanidad, que se ocupa del tratamiento agudo y la de Bienestar Social, que se ocupa de los cr¨®nicos. A m¨¢s necesidad, menos recursos.
Adem¨¢s, las asociaciones de familiares que gestionan los dispositivos asignados a esta consejer¨ªa han experimentado crecientes dificultades en el cobro. As¨ª, las familias sufren una angustia a?adida de no poder gestionar los dispositivos ni poder hacer frente a los salarios de sus profesionales. La actual coyuntura econ¨®mica ha desvelado el car¨¢cter perverso de este sistema, que crea dependencias y conflictos de intereses insolubles y que debilita la capacidad reivindicativa de las asociaciones.
Todo esto no es un problema de simple falta de coordinaci¨®n. Es un problema estructural que complica la vida a quienes m¨¢s dif¨ªcil la tienen.
En este balance no puede faltar la preocupaci¨®n por la vulneraci¨®n de los derechos humanos. Ya es una vulneraci¨®n que no sean adecuadamente atendidos. Pero incluso las formas m¨¢s groseras de maltrato se han denunciado en este a?o en el Psiqui¨¢trico Penitenciario de Alicante. Tambi¨¦n nos tememos que el importante incremento de los lugares de reclusi¨®n para enfermos mentales favorezca la presencia rutinaria de tratos degradantes o indignos.
Otro modelo de atenci¨®n es posible. Un modelo que se fundamente en el respeto a los derechos humanos y en los hallazgos cient¨ªficos. Que base la asistencia en equipos de Salud Mental Comunitarios, con una composici¨®n realmente multidisciplinar, que permita la aplicaci¨®n coordinada, a su tiempo y en su lugar de los tratamientos, en conexi¨®n con las necesidades reales de la gente. Equipos con capacidad de gesti¨®n y que incorporen a esta gesti¨®n las opciones de los usuarios y de sus familiares. En un modelo de asistencia p¨²blico que cubra en igualdad de condiciones todos los momentos del proceso de recuperaci¨®n y que sea capaz de integrar a todos los ciudadanos, sean estos hombres o mujeres, de aqu¨ª o de fuera, con minusval¨ªa o sin minusval¨ªa, penados, ni?os o ancianos.
Nos queda un largo camino de concienciaci¨®n y de movilizaci¨®n detr¨¢s de estos objetivos.
Mikel Munarriz Ferrandis es presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Neuropsiquiatr¨ªa- Profesionales de la Salud Mental en el Pa¨ªs Valenciano.
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