Gato por liebre con el aceite

Se ha sembrado el desconcierto entre los consumidores y se ha extendido la sospecha sobre todo el sector del aceite de oliva". Rub¨¦n S¨¢nchez, un din¨¢mico dirigente andaluz de la organizaci¨®n de consumidores FACUA, expresa el sentimiento general tras destaparse el fraude del aceite de oliva, en Andaluc¨ªa. Un fraude masivo, porque seg¨²n la inspecci¨®n de Consumo, en casi la mitad de los 50 lotes analizados, bajo la etiqueta de aceite de oliva extra se vend¨ªa un aceite de mucha peor calidad. El virgen extra es el aut¨¦ntico zumo natural de aceitunas, el pata negra de todas las categor¨ªas de aceites que hay en el mercado. Pero en los supermercados donde se ha detectado el fraude se estaba vendiendo con etiqueta de extra un aceite que no lo era (que presentaba ligeras alteraciones en sus par¨¢metros anal¨ªticos o sensoriales) y, en algunos casos, aceite lampante, que solo puede ser consumido una vez sometido a un proceso qu¨ªmico de refinado.

Se mantienen vicios de la ¨¦poca romana, cuando el aceite de la B¨¦tica (Andaluc¨ªa) se llevaba a Roma

El futuro reparto de las ayudas de la Uni¨®n Europea podr¨ªa acabar con los derechos de miles de olivareros

En Ja¨¦n hay m¨¢s de 400 almazaras, pero apenas media docena tiene catalogado su aceite como de alta gama

Este dar gato por liebre con el aceite de oliva no supone riesgos para la salud, pero s¨ª ataca al bolsillo de los consumidores. O mejor dicho, a la reputaci¨®n del producto, porque lo que motiv¨® la inspecci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa fue la venta de un aceite de oliva virgen extra a un precio "extraordinariamente bajo". Su precio normalizado, seg¨²n las marcas, oscila entre los dos euros y medio y los tres euros.

Los consumidores piden que se den a conocer las marcas infractoras para no da?ar al resto del sector, pero el Gobierno andaluz ya ha advertido que no las har¨¢ p¨²blicas hasta que finalicen todos los expedientes y las empresas puedan presentar alegaciones. Lo que s¨ª se ha hecho es inmovilizar los 24 lotes fraudulentos, que proced¨ªan de diferentes puntos del pa¨ªs.

Lo peor de todo es que el sector agrario ya hab¨ªa dado la voz de alarma. "Nosotros ya lo dijimos, pero ahora se confirma que no es un hecho aislado, sino m¨¢s com¨²n de lo que pens¨¢bamos", comenta Rafael Civantos, responsable de aceite de oliva de la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (Coag) en Andaluc¨ªa. Esta organizaci¨®n ha logrado hasta ahora que se imponga la ¨²nica sanci¨®n por venta irregular del aceite Auchan, la marca blanca de Alcampo. Otras denuncias posteriores de la Uni¨®n de Peque?os Agricultores (UPA) contra Carrefour y Dia no tuvieron la misma suerte.

Parece evidente, pues, que el olivo, el cultivo m¨¢s representativo de la cuenca del Mediterr¨¢neo y que est¨¢ presente en 34 de las 50 provincias espa?olas, vive momentos convulsos. No cabe duda de que el aceite de oliva est¨¢ de moda, y m¨¢s ahora tras la declaraci¨®n de la dieta mediterr¨¢nea como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Sin embargo, la falsificaci¨®n de etiquetados ha puesto al descubierto las sombras que rodean a un producto del que Espa?a ostenta la hegemon¨ªa mundial desde que fue introducido su cultivo por fenicios y griegos.

?Qu¨¦ est¨¢ ocurriendo? ?Por qu¨¦ se pretende dar gato por liebre al consumidor? Consuelo Ariza, ingeniera agr¨ªcola de Asaja-C¨®rdoba tiene una explicaci¨®n: "La gran distribuci¨®n ha inundado de marcas blancas (o propias) las grandes superficies, que las utilizan como producto gancho, ofert¨¢ndolo a p¨¦rdidas que sufragan a trav¨¦s de los m¨¢rgenes comerciales del resto de sus productos en venta. Actualmente, la mitad de los aceites de oliva extra se venden en las grandes superficies bajo marca blanca, y el porcentaje sube al 80% en el caso de los refinados. La cifra no es balad¨ª porque nueve de cada diez botellas de aceite se venden en estos grandes supermercados. Solo una de cada diez se vende al comercio tradicional y a las cooperativas.

La explicaci¨®n hay que buscarla en el gran desequilibro en la cadena de valor del aceite. Frente a la atomizaci¨®n del sector productor -hay 1.734 almazaras en el pa¨ªs que venden por su cuenta-, la industria envasadora est¨¢ concentrada al m¨¢ximo. Poco m¨¢s de una veintena de firmas envasan el 80% de la producci¨®n. Los principales grupos envasadores son tambi¨¦n los m¨¢s importantes distribuidores de aceite de oliva, entre ellos SOS, Sovena, Aceites del Sur o Migasa. Pero incluso se podr¨ªa decir que son una decena los grandes grupos que controlar el grueso (70%) del aceite que se comercializa en Espa?a. Eso s¨ª, marcas de aceite de oliva extra hay m¨¢s de 1.500.

El presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Industriales, Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), Pedro Rubio, cree que el auge de las marcas blancas se debe a la crisis econ¨®mica y a la estrategia comercial de la gran distribuci¨®n para ganar clientes. Para ¨¦l, superar el 50% de cuota es algo "dram¨¢tico", ya que de esta forma se limitan beneficios y se frenan inversiones empresariales.

Hay otros perjudicados en esta cadena. La pol¨ªtica de abaratar los precios se est¨¢ haciendo a costa de los agricultores. Manuel Alfonso Torres, que forma parte de la quinta generaci¨®n que gestiona la almazara familiar fundada en 1892 en el municipio jiennense de Jimena, dice que el precio en origen del aceite de oliva ha ca¨ªdo una cuarta parte. En la ¨²ltima semana, las cotizaciones medias oscilaban entre 1,77 euros el kilo para el aceite lampante y los 2,06 del virgen extra. A eso hay que a?adir los costes de producci¨®n, estimados en 0,46 euros por kilo.

Si se tiene en cuenta que en las estanter¨ªas es f¨¢cil encontrar ofertas de aceite de oliva a poco m¨¢s de dos euros la botella de litro, es f¨¢cil deducir que las cuentas no salen. "Con estos precios, el 80% del olivar de Ja¨¦n no es rentable", advierte Torres, que preside adem¨¢s la Asociaci¨®n de Almazaras de Ja¨¦n (APJ), donde se produce casi la mitad del aceite de la principal provincia olivarera del pa¨ªs.

Con todo, la principal r¨¦mora del sector aceitero sigue siendo que el grueso se comercializa a granel, con lo que el valor a?adido se lo quedan otros. Por ejemplo Italia, el principal competidor de Espa?a. De alguna manera, todav¨ªa se mantienen vicios heredados de la ¨¦poca romana, cuando el aceite obtenido en la B¨¦tica (la actual Andaluc¨ªa) se transportaba en ¨¢nforas a Roma. En Ja¨¦n hay m¨¢s de 400 almazaras pero apenas media docena tiene catalogado su aceite como de alta gama. De toda la producci¨®n, algo menos de la cuarta parte es virgen extra. Y es que hasta ahora los olivareros han preferido la cantidad a la calidad. El director de la Agencia del Aceite de Oliva, Carlos S¨¢nchez, aboga por un cambio de cultura entre los productores. "De cara al futuro, la apuesta por la calidad debe ser la principal exigencia".

Y futuro hay. El consumo de aceite de oliva apenas supone en la actualidad el 2,5% de todas las grasas vegetales en el mundo. Pero la producci¨®n est¨¢ en continuo crecimiento. Seg¨²n los datos del Consejo Ole¨ªcola Internacional (COI), en los ¨²ltimos 15 a?os se ha incrementado en medio mill¨®n de toneladas al a?o una producci¨®n que est¨¢ ahora en dos millones y medio de toneladas. La superficie de olivar aumenta tambi¨¦n. No solo en Espa?a, donde supera ya los dos millones y medio de hect¨¢reas, distribuidas sobre todo entre Andaluc¨ªa (60%), Castilla-La Mancha (16%) y Extremadura (10%). Navarra o La Rioja se dedican cada vez con m¨¢s intensidad al olivar de regad¨ªo. En Espa?a se cultivan m¨¢s de 100 variedades de olivo, muchas de ellas aut¨®ctonas y con extensi¨®n limitada.

La fiebre por el olivo y el aceite de oliva traspasa fronteras. En Portugal se est¨¢n reconvirtiendo miles de hect¨¢reas de olivar de secano del Alentejo en olivares intensivos y superintensivos de regad¨ªo de alto rendimiento. En Marruecos, el Gobierno tiene previsto duplicar la superficie de olivar para el a?o 2020 y alcanzar 1.200.000 hect¨¢reas y una producci¨®n de 340.000 toneladas. Para ello, est¨¢ otorgando concesiones de explotaci¨®n de tierra con uso prioritario para el olivar y algunas empresas espa?olas se est¨¢n instalando all¨ª. Tambi¨¦n en pa¨ªses de Am¨¦rica de Sur, como Argentina, est¨¢n experimentando un gran crecimiento los olivares (un 188% m¨¢s desde 1970) con m¨¢s de dos tercios de las hect¨¢reas destinadas a cultivos intensivos de alta densidad, seg¨²n se refleja en el Anuario Agrario de COAG.

"El consumo est¨¢ creciendo en los ¨²ltimos a?os gracias a las campa?as de promoci¨®n que hace el sector y el COI (Consejo Ole¨ªcola Internacional), pero a¨²n tenemos un potencial de expansi¨®n muy importante", se?ala el director de la Agencia del Aceite de Oliva. Y un buen indicador ha sido el r¨¦cord hist¨®rico en las exportaciones en la ¨²ltima campa?a, con m¨¢s de 800.000 toneladas. "El mercado crece impulsado por la exportaci¨®n", apunta Pedro Rubio, de Anierac, que vaticina un trasvase futuro de los consumidores desde el aceite de oliva virgen y el refinado hacia el virgen extra por la mayor calidad del segundo y la poca diferencia de precio.

Aunque dos tercios del consumo de aceite de oliva se queda en la Uni¨®n Europea cada vez son m¨¢s las empresas ole¨ªcolas espa?olas que conquistan otros mercados emergentes. Un buen ejemplo de ello es el grupo Hojiblanca, de Antequera (M¨¢laga), que exporta a China, un pa¨ªs con el que mantiene relaciones comerciales desde hace siete a?os. "El aceite de oliva es un gran desconocido en el mercado asi¨¢tico, aunque es cierto que su componente saludable est¨¢ muy valorado", dice C¨¦sar Ruesgas, director comercial de la mayor cooperativa aceitera del mundo, con 183 millones de kilos en la ¨²ltima campa?a.

El fraude en el etiquetado y la confusi¨®n que ha creado en los consumidores coincide esta semana con el inicio de la recolecci¨®n de la aceituna. Ha sido un a?o excelente, seg¨²n Mariano P¨¦rez Claver, presidente del grupo SOS, la principal multinacional ole¨ªcola. "Las exportaciones seguir¨¢n creciendo a buen ritmo. Brasil y Estados Unidos son los mercados que en nuestra opini¨®n tienen mayor potencial de crecimiento". Y se viene de una campa?a hist¨®rica, con una producci¨®n que super¨® un 33% la media del ¨²ltimo lustro.

Pero las expectativas chocan de frente con la situaci¨®n del mercado espa?ol, m¨¢s preocupado por la cantidad que por la calidad. Y con la gran inc¨®gnita que se abre a partir de 2013, cuando la UE tiene que revisar el sistema de ayudas al sector. Los olivareros espa?oles reciben cada a?o m¨¢s de 1.000 millones de euros en subvenciones agr¨ªcolas comunitarias, pero en el futuro el reparto podr¨ªa acabar con los derechos hist¨®ricos de miles de olivareros. "Tenemos que ser capaces de hacer convivir los dos tipos de explotaciones: la nueva olivicultura, que produce m¨¢s con menos costes y el olivar tradicional, con menor producci¨®n y m¨¢s costes de producci¨®n", se?ala Carlos S¨¢nchez. El ejecutivo andaluz cree tambi¨¦n que ha llegado la hora de hacer m¨¢s competitivo el sector, con concentraciones y fusiones de cooperativas. El futuro del aceite extra est¨¢ en juego.