Sarkozy: la liberaci¨®n de Betancourt a cualquier precio
El presidente franc¨¦s estaba dispuesto a pagar rescate y a reunirse con el jefe de las FARC para recuperar a la reh¨¦n
La liberaci¨®n de Ingrid Betancourt obsesion¨® tanto al presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, que estaba dispuesto a conseguirla previo pago de rescate. Sarkozy gestion¨® la intervenci¨®n del entonces presidente de EE UU, George Bush, ante el Gobierno colombiano, y ponder¨® reunirse con Manuel Marulanda, Tirofijo, jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Tambi¨¦n sugiri¨® intercambiar a la reh¨¦n franco-colombiana por otro de esa guerrilla -Sim¨®n Trinidad-, encarcelado en EE UU.
Esa fue, al menos, la informaci¨®n enviada a Washington por sus embajadas en Bogot¨¢ y Par¨ªs. Marulanda falleci¨® en marzo de 2008, cuatro meses antes de que Colombia rescatara a Betancourt en una operaci¨®n que puso fin a las triangulaciones y maniobras diplom¨¢ticas desarrolladas hasta ese momento por Francia, Espa?a y Suiza, entre otras naciones, para conseguir la liberaci¨®n de la ex candidata presidencial colombiana, seg¨²n los cables diplom¨¢ticos.
Durante un almuerzo con su colega norteamericano en Par¨ªs, hace dos a?os, el embajador de Bogot¨¢, Fernando Cepeda, atribuy¨® la obsesi¨®n de Sarkozy por Ingrid Betancourt a su enemistad con el ex primer ministro Dominique de Villepin, muy amigo de la secuestrada desde sus tiempos de estudiante en la capital francesa. El objetivo de Sarkozy ser¨ªa demostrar que ¨¦l "podr¨ªa conseguir lo que Villepin (despu¨¦s de tremendos esfuerzos) no pudo", seg¨²n un cable. La embajada norteamericana coincide con esa apreciaci¨®n.
La obsesi¨®n del gobernante, que promovi¨® la mediaci¨®n de Hugo Ch¨¢vez, lleg¨® a tal extremo que, de acuerdo con un despacho que cita como fuente al entonces encargado de negocios espa?ol, Pablo G¨®mez de Olea, los franceses "est¨¢n preparados para actuar sin la autorizaci¨®n o conocimiento del Gobierno de Colombia". "Dice (Olea) que los franceses pagar¨ªan gustosamente por la liberaci¨®n de Betancourt y aceptar¨ªan promover la eliminaci¨®n de las FARC de la lista de organizaciones terroristas". Los franceses pusieron a Espa?a en la disyuntiva de apoyar a Francia o a Colombia, seg¨²n Olea. "Nos dijo que los suizos eran m¨¢s moderados que los franceses, pero que tambi¨¦n eran capaces de actuar sin el consentimiento del Gobierno colombiano".
El asesor para asuntos americanos del El¨ªseo, Damien Loras, reconoc¨ªa adem¨¢s que Sarkozy pensaba pedir la mediaci¨®n del presidente George Bush. "Le pedir¨¢ que use su influencia para convencer a Uribe de que ceda espacio a Francia a fin de que trabaje en la liberaci¨®n de los rehenes".
Las concesiones promovidas por Par¨ªs fueron de envergadura. Sus emisarios pidieron a Uribe que liberara a 200 presos de las FARC para activar las negociaciones hacia la liberaci¨®n de Betancourt, seg¨²n los informes diplom¨¢ticos. Durante su reuni¨®n con funcionarios norteamericanos en Par¨ªs, el consejero del Ministerio de Exteriores franc¨¦s para Asuntos Americanos y Asi¨¢ticos, Evan Nguyen Binh, pregunt¨® si Estados Unidos estar¨ªa dispuesto a liberar a Sim¨®n Trinidad, el cerebro financiero de las FARC, extraditado de Colombia a EE UU en 2005, supuestamente a cambio de Betancourt. La embajada "rechaz¨® inequ¨ªvocamente esta sugerencia", subraya un cable fechado el 19 de septiembre del 2007.
No termin¨® ah¨ª el atrevimiento de Par¨ªs. Seg¨²n el comisionado colombiano para la Paz, Luis Carlos Restrepo, el entonces ministro franc¨¦s de Exteriores, Bernard Kouchner, propuso a Uribe, en dos ocasiones, incluir a Venezuela en un grupo de pa¨ªses encargado de gestionar el intercambio de rehenes, pero el presidente colombiano rechaz¨® la propuesta. Tres meses antes de la liberaci¨®n de Betancourt, en abril del 2008, el entonces comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia, general Freddy Padilla de Le¨®n, comunic¨® al embajador estadounidense que el Gobierno de Uribe no se opondr¨ªa a una "operaci¨®n humanitaria" de Francia destinada a conseguir la puesta en libertad de la reh¨¦n, supuestamente muy enferma. Aunque Padilla descartaba que los franceses pudieran tener acceso a Betancourt, dijo que el Gobierno de Colombia iba a facilitar la operaci¨®n para evitar que se le culpara de su eventual fracaso. Uribe "acept¨® dejar que Francia utilizara pistas de aterrizaje colombianas, sobrevolara las zonas que quisiera, y asistirla en cualquier otra medida tendente a conseguir la liberaci¨®n de Ingrid Betancourt" No autorizar¨ªa, sin embargo, el uso de helic¨®pteros venezolanos y la entrada de Ch¨¢vez en la operaci¨®n. La operaci¨®n no se llev¨® a cabo.
?Por qu¨¦ Uribe perdi¨® la confianza en Ch¨¢vez? De acuerdo con el comisionado Restrepo, el presidente venezolano la perdi¨® al no respetar las reglas establecidas por el presidente Uribe para permitir su presencia en la negociaci¨®n de un acuerdo humanitario con las FARC. Ch¨¢vez revel¨® conversaciones confidenciales con Uribe, viol¨® la "jerarqu¨ªa institucional colombiana" al hablar directamente con el general Mario Montoya y "trat¨® de marginar al Gobierno de Colombia al preparar reuniones en Caracas con una serie de pol¨ªticos colombianos, entre ellos el ex presidente Ernesto Samper", de acuerdo con otro despacho enviado a Washington.
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