Cambio oro por 'pissarro'

Que al malvado Julian Assange le mandaran al chabolo por poner en grav¨ªsimo peligro la paz mundial era una falacia cuya l¨®gica pol¨ªtica todav¨ªa pod¨ªa tener un pase: la raz¨®n de Estado primero y cuchufletas por el estilo... Pero que manden al trullo al tipo que -adem¨¢s de otras miles de perlas (perlas que algunos sabihondos llaman chascarrillos)- nos ha permitido conocer el caso Odyssey / Pissarro... es una ignominia. El caso Odyssey / Pissarro viene a ser la reedici¨®n de los viejos sucedidos de patio de colegio: yo le convenzo a Pepito de que te d¨¦ a ti el cromo que te falta, aunque le fastidie, si t¨² consigues que Carmencita me d¨¦ un beso. El caso es que, gracias al tsunami Wikileaks, nos hemos enterado de lo que, si no fuera verdad, ay, ser¨ªa el "chascarrillo" perfecto. Pero es verdad. El Departamento de Estado de Estados Unidos presion¨® al Gobierno espa?ol, a trav¨¦s de su embajada en Madrid, para que la Fundaci¨®n Thyssen-Bornemisza devolviera a sus leg¨ªtimos propietarios, la familia Cassirer, la pintura Rue Saint-Honor¨¦ apr¨¨s-midi, ejecutada en 1897 por Camille Pissarro. ?Gratis? Ja, ja.

Washington ya hab¨ªa hecho saber a las anteriores ministras de Cultura, Pilar del Castillo y Carmen Calvo, su deseo de que los Cassirer, estadounidenses de origen jud¨ªo, recuperaran el cuadro. Normal: los nazis se lo hab¨ªan expoliado a Lily Cassirer de su casa de Munich y el cuadro fue finalmente adquirido por el bar¨®n Thyssen en 1975. La reivindicaci¨®n parec¨ªa l¨®gica. Pero en puridad no era una petici¨®n diplom¨¢tica, sino una oferta de trueque. Lo que el embajador Eduardo Aguirre plante¨® en junio de 2008 a C¨¦sar Antonio Molina era sencillo: presionar a la empresa cazatesoros Odyssey para que devolviera a Espa?a las 500.000 monedas de plata de La Mercedes, gale¨®n espa?ol hundido por la flota brit¨¢nica en 1804 en el Algarve.

Molina hizo ver educadamente al embajador que el Gobierno no pod¨ªa hacer nada si no hab¨ªa una sentencia judicial. Y ah¨ª acab¨® -de momento- la intentona diplom¨¢tica del yo te doy si t¨² me das. Moraleja: No existe la palabra gratis en los mares de la alta pol¨ªtica, y mucho menos en los de la diplomacia cuartelera de guante blanco.