Una soluci¨®n para el S¨¢hara

Una vez calmadas las aguas -mejor diremos las arenas- de los recientes acontecimientos en las proximidades de El Aai¨²n, hay que mantener la condena a la violencia en t¨¦rminos gen¨¦ricos, y recabar con el Parlamento Europeo m¨¢s informaci¨®n. Pero es el momento de volver al fondo del asunto, la titularidad jur¨ªdica de la antigua colonia espa?ola. Por supuesto que la Resoluci¨®n 1814 de la Asamblea de la ONU era aplicable a este territorio, ya que Espa?a ejerc¨ªa tal tipo de dominio.

Retirada Espa?a en 1975, firmados los acuerdos con Marruecos y Mauritania, la cuesti¨®n era determinar la titularidad de origen hist¨®rico para que el elemento "independencia" armonizase con el de "integridad territorial" y por tanto a actualizar. La ONU se dirigi¨® al Tribunal de La Haya para que este opinase, pero el dictamen, propiciado por el espa?ol Federico de Castro fue bastante ca¨®tico: un "s¨ª pero no". Todo qued¨® en el aire, la ONU insiste en la necesidad de un acuerdo entre las partes, eso excluye que la "libre determinaci¨®n" comporte necesariamente refer¨¦ndum, demostrado imposible y por otra parte quiz¨¢ favorable a Marruecos dada la alteraci¨®n demogr¨¢fica operada.

Hay identidad de lenguaje, de religi¨®n, proximidad ¨¦tnica a partir de las variedades de composici¨®n originarias. ?Una autonom¨ªa intensa, garante de los derechos del pueblo sahariano en cuanto a su estatus y en cuanto a sus recursos, no satisfar¨ªa al conflicto pese a Argelia?