Cerdanyola levantar¨¢ 4.000 pisos junto a un vertedero de residuos peligrosos

Un gran descampado con arbustos y matojos. Este es el aspecto que ofrece hoy el antiguo vertedero de Can Planes, que ocupa el equivalente a 18 campos de f¨²tbol y tiene basura enterrada hasta una profundidad similar a un bloque de cuatro pisos. El municipio al que pertenece, Cerdanyola del Vall¨¨s, ten¨ªa planes brillantes para estas tierras: acoger¨ªan un potente complejo tecnol¨®gico y empresarial, Sincotr¨®n incluido, todo ello financiado con las plusval¨ªas de la construcci¨®n de miles de viviendas. Pero la realidad, en forma de herencia de d¨¦cadas de desarrollo industrial sin control ni cuidado por el medioambiente, choca con varias parcelas incluidas en el proyecto.

El suelo de Can Planes es venenoso e incluso tiene "riesgo de explosividad" en algunos puntos por las emanaciones de gases como el metano procedentes del medio mill¨®n de toneladas de residuos qu¨ªmicos peligrosos enterrados, seg¨²n un estudio que la Generalitat encarg¨® a la consultora medioambiental IDOM.

El Gobierno catal¨¢n y el Ayuntamiento de Cerdanyola (gobernado por PSC y CiU) pretenden construir en ¨¦l 4.000 viviendas. En un principio quer¨ªan levantarlas sobre el mismo vertedero, pero el demoledor informe medioambiental les ha obligado a hacerlo en su per¨ªmetro, dejando en la zona central -la zona cero de la contaminaci¨®n- un gran parque con una chimenea que evacue los gases peligrosos; y medidas de contenci¨®n para evitar da?os a vecinos y trabajadores de la zona, que deber¨¢ someterse a controles exhaustivos durante 30 a?os.

Pero estas medidas son insuficientes para muchos vecinos, que agrupados en asociaciones como Plataforma por una Cerdanyola sin Vertederos y Via Verda. El PP y ERC tambi¨¦n se oponen a construir nada hasta que no se limpie el vertedero.

El concurso para recuperar la zona sali¨® a concurso el pasado mes de octubre. El PP afirma que el cambio de Gobierno en la Generalitat ha congelado el proyecto. Miquel Bonilla, director general de Incasol, lo niega. La zona, dice, acoge un proyecto estrat¨¦gico de unas 340 hect¨¢reas, buena parte de ¨¦l ya se ha llevado a cabo y se est¨¢n realizando los ajustes necesarios.Laura Mart¨ªnez, edil de Urbanismo, dice que el plan est¨¢ en procedimiento ejecutivo. "Se est¨¢n haciendo unos cambios y, en principio, los llevaremos al pleno del 23 de diciembre para aprobarlos", defiende. El proyecto elegido, se?ala el Incasol, es el mejor.

La existencia de todo tipo de residuos en Can Planes era conocida desde hace mucho tiempo por las administraciones p¨²blicas. Lo que ha sorprendido ha sido la gran extensi¨®n del vertedero -18 hect¨¢reas y hasta 40 metros de profundidad- y la peligrosidad de los materiales -metales pesados, hidrocarburos, emanaciones de gases, sales de aluminio...-. Todo ello ha sido conocido por un estudio encargado a la consultora IDOM, que adem¨¢s de describir la situaci¨®n de la zona ha propuesto cinco formas de hacerle frente, que van desde dejar las cosas como est¨¢n y no hacer nada a retirar m¨¢s de 2,5 millones de metros c¨²bicos de tierra contaminada para su tratamiento en plantas especializadas.

La soluci¨®n elegida implica la construcci¨®n de barreras subterr¨¢neas que rodeen los residuos y trasladar las zonas urbanizables al per¨ªmetro del vertedero. En el centro, bajo un parque, los residuos seguir¨¢n macerando y una chimenea servir¨¢ de v¨ªa de escape para los gases t¨®xicos.

IDOM alert¨® que si se hubiera construido sobre el vertedero "se dar¨ªan situaciones de riesgo no admisibles por inhalaci¨®n de gases" y hasta "riesgos por explosividad" por la acumulaci¨®n de gases.

Pese a quedar fuera del vertedero, las edificaciones que envuelvan Can Planes deber¨¢n seguir estrictas premisas para no resultar peligrosas, seg¨²n el anteproyecto. Por ejemplo, las zonas deportivas que se planean para la zona sur (un ¨¢rea en la que no est¨¢ previsto construir la barrera subterr¨¢nea protectora), no pueden tener "ninguna estructura subterr¨¢nea ni edificaciones", para evitar que los gases queden confinados.

En cuanto a los niveles de riesgo previsto para las zonas residenciales y de comercio, ser¨¢n "admisibles" tras construir el muro subterr¨¢neo, siempre que no se construyan en ellos garajes o s¨®tanos.