La ¨²ltima muerte de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez
La muerte a los 88 a?os de Carlos Andr¨¦s P¨¦rez (Rubio, T¨¢chira, 1922), ocurrida el d¨ªa de Navidad en Miami, cierra el ciclo pol¨ªtico que Venezuela inici¨® en 1958, el m¨¢s estable y progresista de su historia bicentenaria, del cual ¨¦l fue un personaje fundamental. Primero, enfrent¨®, y derrot¨®, al movimiento guerrillero de los a?os sesenta, que aspiraba a reeditar la experiencia de la revoluci¨®n cubana; luego nacionaliz¨® las industrias del petr¨®leo y el hierro, en su primera presidencia, y proyect¨® al pa¨ªs en la esfera internacional. Por ¨²ltimo, intent¨® desmontar el capitalismo de Estado, ineficiente y voraz, que enriqueci¨® a los m¨¢s ricos y hundi¨® en la pobreza a ingentes capas de la poblaci¨®n venezolana. Y ah¨ª fracas¨®.
Se cierra el ciclo pol¨ªtico m¨¢s estable y progresista de la historia venezolana
Su ascenso pol¨ªtico coincidi¨® con la explosi¨®n de los precios del crudo
En la agitada d¨¦cada de los sesenta, P¨¦rez, con menos de 40 a?os de edad, se granje¨® desde su cargo de ministro del Interior la imagen de polic¨ªa represor, al combatir sin desmayo a las guerrillas alentadas por el Partido Comunista y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, una escisi¨®n de su partido Acci¨®n Democr¨¢tica. Fue, sin embargo, un per¨ªodo esplendoroso para el pa¨ªs, de crecimiento econ¨®mico, de incesante movilidad social y de masificaci¨®n de la educaci¨®n, que sent¨® las bases para lo que ser¨ªa la primera presidencia de P¨¦rez.
En 1973, con una campa?a publicitaria que troc¨® su imagen de polic¨ªa en hombre din¨¢mico y en¨¦rgico, P¨¦rez gan¨® las elecciones. Su ascenso coincidi¨® con la explosi¨®n de los precios petroleros que inund¨® al pa¨ªs de petrod¨®lares. Es la etapa que se conoce como la Gran Venezuela: se nacionaliza el petr¨®leo y el hierro, en contra de la opini¨®n de connotados expertos que desconfiaban de la capacidad de los venezolanos para asumir la administraci¨®n de sus riquezas; se crea la Fundaci¨®n Gran Mariscal de Ayacucho, que financia la preparaci¨®n en el exterior de una generaci¨®n de la cual saldr¨ªan figuras relevantes de las finanzas y la econom¨ªa y nace el Fondo de Inversiones de Venezuela, una instituci¨®n que ahorra para cuando lleguen las vacas flacas.
El final de ese lustro es desalentador. La corrupci¨®n permea a los partidos, el nuevo riquismo se extiende como pr¨¢ctica cultural, el Estado desmesurado se hace insostenible y P¨¦rez termina sometido a juicio por la compra con sobreprecio del buque frigor¨ªfico Sierra Nevada. Se salva por los pelos. Pero su figura controvertida queda tocada. R¨®mulo Betancourt, primer presidente de la era democr¨¢tica, y Rafael Caldera, l¨ªder hist¨®rico del socialcristianismo, habr¨ªan estado detr¨¢s de su enjuiciamiento y esa fractura jam¨¢s se recompondr¨ªa. P¨¦rez, l¨ªder de indudable arraigo popular, era tambi¨¦n capaz de concitar extraordinarias fuerzas en su contra.
Alejado del poder, P¨¦rez cultiva su imagen internacional, como dirigente de la socialdemocracia, code¨¢ndose con Felipe Gonz¨¢lez y Willy Brandt. En su bagaje pesan su papel en la negociaci¨®n de los tratados del canal de Panam¨¢, el apoyo decidido a la lucha contra la larga noche somocista, en Nicaragua, y su pol¨ªtica solidaria y de no aislamiento con Cuba. Nunca quita la mirada de Venezuela, ahogada durante los ochenta por los endeudamientos externos y donde ha crecido, a la par de la pobreza, el descr¨¦dito de la pol¨ªtica, auspiciado desde sectores econ¨®micos y medios de comunicaci¨®n. Su partido, dirigido por Jaime Lusinchi, a la saz¨®n presidente de la Rep¨²blica, se blinda contra su aspiraci¨®n reeleccionista, pero P¨¦rez triunfa por el calor de la calle y su imagen, a¨²n viva, de la Venezuela rica que hab¨ªa comandado.
Rodeado de un grupo de tecn¨®cratas de primer nivel, P¨¦rez triunfa en las elecciones de 1988, y, confiado en su arraigo popular, aprueba la elecci¨®n directa de los gobernadores de los Estados, hasta entonces potestad exclusiva del presidente, contraviniendo la opini¨®n de su partido. Privatiza las empresas de telecomunicaciones, puertos, l¨ªneas a¨¦reas y bancos estatales. La econom¨ªa crece en 1991 y 1992 por encima de 6% anual pero se suceden dos intentos de golpes de Estado, el primero de ellos liderado por Hugo Ch¨¢vez, el actual presidente de Venezuela.
Sobreviviente de las dos intentonas golpistas, P¨¦rez saldr¨¢ del poder antes de finalizar su mandato constitucional por otro proceso que esta vez llega a la Corte Suprema. Como en 1978, al concluir su primer mandato, P¨¦rez fue capaz, quiz¨¢s sin intuirlo, de juntar fuerzas poderosas que buscaron su destrucci¨®n. ?l, que aspir¨® a la gloria, qued¨® sometido al juicio de los historiadores.
Javier Conde es jefe de informaci¨®n del diario El Nacional de Venezuela.
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