El disputado archivo del Nobel
La pugna judicial por el legado de Vicente Aleixandre cumple tres a?os
El legado del poeta Vicente Aleixandre (Sevilla, 1898-Madrid, 1984) est¨¢ en medio de una tormenta judicial. Un juez paraliz¨® en diciembre de 2007 la venta del conocido como el Archivo Vicente Aleixandre, que est¨¢ formado por la biblioteca (3.000 libros), las cartas, los manuscritos y algunos objetos del Nobel. Carlos Bouso?o, escritor y amigo de Aleixandre, hab¨ªa pactado la venta con la Consejer¨ªa de Cultura y la Diputaci¨®n de M¨¢laga. Ambas administraciones hab¨ªan acordado pagar cinco millones de euros por el archivo.
Un juez de Majadahonda (Madrid) paraliz¨® la venta como medida cautelar a petici¨®n de Amaya Aleixandre, sobrina segunda del poeta, que obtuvo el Premio Nobel en 1977. Tres a?os despu¨¦s la situaci¨®n no se ha resuelto. "La Junta est¨¢ a la espera de lo que decidan los tribunales", se?ala una fuente de Cultura. Entre Amaya Aleixandre, por una parte, y Carlos Bouso?o y su esposa, Ruth, por la otra, hay una pugna judicial que tiene muchos visos de resolverse en 2011. Por lo menos, en eso conf¨ªan ambas partes.
Una sobrina del escritor reclama manuscritos, cartas y objetos
Carlos y Ruth Bouso?o recalcan que el autor les regal¨® los escritos
Los Bouso?o se?alan que el Nobel les regal¨® el archivo. Amaya Aleixandre, que est¨¢ a cargo de los derechos de autor de la obra de su t¨ªo, reclama la propiedad de una parte del legado. En concreto, el epistolario, los manuscritos y varios objetos. "Ellos [Carlos y Ruth Bouso?o] no pueden vender las cartas, los manuscritos y varios objetos. Siempre hemos reconocido que la biblioteca es de ellos. Mi t¨ªo siempre dijo que quer¨ªa que los libros fueran de Carlos Bouso?o. La biblioteca, un cuadro de Ulbrich y un grabado de Mir¨® son de ellos", reconoce Amaya Aleixandre.
"Reclamamos un mont¨®n de cartas de mucho valor que recibi¨® mi t¨ªo", recalca la sobrina. Se trata de misivas de escritores, como P¨ªo Baroja, Azor¨ªn, Ram¨®n Men¨¦ndez Pidal, Ram¨®n P¨¦rez de Ayala, Gregorio Mara?¨®n, Luis Cernuda, Jorge Guill¨¦n, Rafael Alberti, Gerardo Diego, Manuel Altolaguirre, Max Aub, Emilio Prados, D¨¢maso Alonso, Claudio Rodr¨ªguez, Jos¨¦ ?ngel Valente, Pere Gimferrer...
La sobrina del poeta tambi¨¦n reclama manuscritos de textos que formaron parte de libros de Aleixandre, como Pasi¨®n de la tierra, Sombra del para¨ªso, En un vasto dominio y Poemas de la consumaci¨®n. Y objetos personales del poeta, como una mascarilla mortuoria, un capote de vestir o unas gafas...
Amaya Aleixandre asegura que ni siquiera su t¨ªo y la hermana con la que viv¨ªa sab¨ªan de la existencia de los documentos que reclama. "Debieron de retirar los papeles y bajarlos al s¨®tano del chal¨¦ para hacer limpieza mucho antes de que murieran y al final ni se acordaban", dice la sobrina, que acusa a los Bouso?o de llevarse "de una manera oculta" esa parte del legado del Nobel. "No tienen ning¨²n t¨ªtulo que les haga due?os de las cartas y los manuscritos. Mi t¨ªo jam¨¢s hizo una donaci¨®n a estos se?ores", afirma Amaya Aleixandre.
Carlos y Ruth Bouso?o recalcan que todo el archivo es suyo. "Es nuestra la biblioteca, el epistolario, los manuscritos y, entre otros, objetos como el capote, las gafas, el frac de la Real Academia Espa?ola y la mascarilla, que la pagamos nosotros, como ha testificado la religiosa que trabaj¨® en la casa del Premio Nobel entre 1971 y diciembre de 1986, despu¨¦s de muerta la hermana del poeta", explican Carlos y Ruth Bouso?o a trav¨¦s de un correo electr¨®nico.
Los Bouso?o hacen hincapi¨¦ en que el poeta les regal¨® el archivo y que la familia del Nobel tuvo noticia de ello. "Lo hemos pose¨ªdo p¨²blicamente, con el conocimiento y el consentimiento plenos de la familia Aleixandre, que autoriz¨® la publicaci¨®n de m¨¢s de 60 in¨¦ditos del poeta -de nuestra propiedad- entre diciembre de 1984 y 2006", manifiestan Ruth y Carlos Bouso?o.
"Hemos aportado abundant¨ªsimas pruebas que demuestran que somos los leg¨ªtimos propietarios del citado archivo, seg¨²n lo establecido en el art¨ªculo 1.955 del C¨®digo Civil, relativo a la adquisici¨®n de la propiedad de bienes muebles por la posesi¨®n p¨²blica e ininterrumpida durante seis a?os. Y ello est¨¢ plasmado en la prensa con profusi¨®n desde 1984 hasta el a?o 2006, sin que la familia Aleixandre nos enviara ning¨²n requerimiento notarial pidi¨¦ndonos cuentas sobre el archivo del que somos leg¨ªtimos propietarios", concluyen los Bouso?o.
"Personas ajenas a la poes¨ªa"
El escritor Carlos Bouso?o y su esposa, Ruth, insisten en la falta de relaci¨®n que ten¨ªa Vicente Aleixandre con gran parte de su familia. "En el libro publicado por Jos¨¦ Luis Cano con parte del epistolario de Vicente Aleixandre dirigido a ¨¦l, hay varias cartas en las que este deja clar¨ªsimo que se sent¨ªa mucho m¨¢s vinculado emocionalmente a sus amigos y a las personas que lo atend¨ªan en su casa que a su familia de sangre", afirman el escritor y su esposa.
"Vicente Aleixandre nunca le hubiera dejado a su sobrina segunda, ni a nadie de su familia, ni uno solo de los objetos que forman parte de su archivo personal, por tratarse de personas absolutamente ajenas a la poes¨ªa, como deja claro en algunas cartas suyas in¨¦ditas que hemos aportado al proceso", agregan los Bouso?o.
"La relaci¨®n de Amaya Aleixandre con su t¨ªo segundo fue casi nula. Solo tiene una foto con ¨¦l cuando ten¨ªa unos cinco a?os, en un grupo familiar. Su indiferencia hacia su t¨ªo segundo la dej¨® ella misma plasmada en un articulito que forma parte del monogr¨¢fico sobre Aleixandre que public¨® el Ateneo de Madrid en mayo de 2008, en el que reconoce que no lo visit¨® entre 1969 y 1984. Y ello, a pesar de que viv¨ªa en Madrid, no muy lejos de Velintonia, 3 [domicilio de Aleixandre]", recalcan el amigo del Nobel y su esposa. Ruth Bouso?o ejerci¨® como "jefa de prensa de Aleixandre durante tres meses" cuando el poeta recibi¨® el galard¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.