Morales cede a las protestas y anula el alza de precio de los combustibles
El presidente boliviano suprime el decreto al verse acorralado por sus bases
Acorralado por las protestas callejeras, el presidente de Bolivia, Evo Morales, ha anulado el decreto que sub¨ªa hasta en un 82% el precio de los combustibles, y que le ha generado una de las peores crisis desde que asumi¨® el poder, en 2006. Morales hizo el anuncio en un inesperado mensaje a la naci¨®n en la medianoche del viernes 31, mientras las organizaciones sociales se aprestaban a retomar las movilizaciones a partir de ma?ana.
Morales inform¨® de su decisi¨®n tras una prolongada reuni¨®n del Consejo de Ministros, y tras un encuentro con l¨ªderes sindicales y organizaciones sociales que le son afines. "Promet¨ª gobernar obedeciendo al pueblo. En estos d¨ªas escuch¨¦ y entend¨ª las recomendaciones de los trabajadores y en esta pol¨ªtica de mandar obedeciendo al pueblo hemos decidido abrogar el decreto 748 y las otras medidas que le acompa?an", dijo Morales en una breve presentaci¨®n junto al vicepresidente, ?lvaro Garc¨ªa Linera, en la Casa de Gobierno.
Los movimientos sociales hab¨ªan anunciado nuevas movilizaciones
La medida era un reconocimiento del fracaso de la nacionalizaci¨®n
Apenas dos d¨ªas antes, el presidente boliviano hab¨ªa insistido en que mantendr¨ªa el decreto, destinado, explic¨®, a terminar con las enormes subvenciones a los carburantes que estaban comprometiendo la econom¨ªa nacional y alimentando el contrabando a pa¨ªses vecinos. En esa ocasi¨®n anunci¨® que elevar¨ªa un 20% el salario m¨ªnimo para compensar la espiral de subidas de precios en los productos b¨¢sicos.
Pero el anuncio no logr¨® convencer a la poblaci¨®n, y sobre todo a las propias bases del partido oficial, el Movimiento Al Socialismo (MAS), y a las organizaciones sindicales y campesinas afines a Evo Morales.
Las protestas se reanudaron con mayor violencia el jueves. Los cortes de carreteras y la huelga de transportistas interrumpieron las comunicaciones entre las provincias. Las principales ciudades fueron escenario de nutridas marchas, que acabaron a menudo disueltas a golpes por la polic¨ªa.
En El Alto, basti¨®n incondicional del mandatario ind¨ªgena situado a 14 kil¨®metros de La Paz, los manifestantes cortaron la carretera y quemaron una estaci¨®n de peaje. En la capital, los asistentes convocados por las combativas juntas vecinales a la marcha destruyeron el port¨®n del edificio de la vicepresidencia, atacaron a pedradas algunos comercios y quemaron una bandera de Venezuela, ya que atribuyen la decisi¨®n del gasolinazo a la influencia de Hugo Ch¨¢vez, mentor de Evo Morales.
En realidad, la subida supon¨ªa el reconocimiento del Gobierno de su fracaso en la nacionalizaci¨®n de los hidrocarburos, decretada en 2006, al poco de llegar a la presidencia, y que ha ahuyentado las inversiones, provocando un descenso de la producci¨®n local. "Si queremos inversiones en petr¨®leo, es obligado que los inversores tengan utilidades [beneficios]", hab¨ªa declarado Evo Morales.
El problema es que sus propias bases, las mismas que, con ¨¦l al frente, derrocaron a dos presidentes en 2003 (Gonzalo S¨¢nchez de Lozada) y 2005 (Carlos Mesa), no atendieron a las argumentaciones de su l¨ªder.
Ante el anuncio de un recrudecimiento de las protestas y el incierto desenlace que se le planteaba, Morales decidi¨® dar marcha atr¨¢s. "Todas las medidas quedan sin efecto", anunci¨® en la noche del 31 (madrugada del 1 de enero en Espa?a). "No existe ninguna justificaci¨®n ahora para subir los pasajes ni aumentar el precio de los alimentos, ni la especulaci¨®n. Todo vuelve a la situaci¨®n anterior", a?adi¨®. Tambi¨¦n queda anulada la subida del salario m¨ªnimo.
La elevaci¨®n de precios de los carburantes (un 57% para la gasolina y hasta un 82% para el di¨¦sel) ocasion¨® una escalada en las tarifas del transporte y en el costo de los alimentos. La carne, la harina y el az¨²car empezaban a escasear.
El Ej¨¦rcito hab¨ªa empezado a fabricar y vender pan, en respuesta a la huelga de panaderos. "Hemos empezado a hacer pan en nuestros barracones, donde tenemos hornos industriales con una capacidad de 10.000 barras al d¨ªa", hab¨ªa declarado un oficial a la prensa local. Para ma?ana estaban previstas nuevas protestas, entre ellas una marcha de miles de mineros desde el altiplano a La Paz, adem¨¢s de un bloqueo de carreteras por parte de organizaciones campesinas.
Las subvenciones a los combustibles, que tienen el precio congelado muy por debajo del precio real del mercado, supusieron el a?o pasado 380 millones de d¨®lares (unos 287 millones de euros). Adem¨¢s de lastrar la econom¨ªa, las subvenciones han alentado el contrabando fronterizo de combustibles, que se realiza a pesar de la vigilancia militar.
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