El Atl¨¦tico se queda sin ideas

El Atl¨¦tico empez¨® el a?o con los buenos deseos y prop¨®sitos t¨ªpicos de estas fechas pero incapacitado por un alud de bajas que cuestion¨® m¨¢s que nunca la profundidad del banquillo rojiblanco y la calidad de sus suplentes habituales. Por m¨¢s pa?os calientes que puso Quique Flores, que se tuvo que sacar de la manga un once sin cuatro de sus titulares corrientes obligado por las circunstancias, la escuadra del Manzanares no pas¨® del empate contra un Racing ultraconservador que se march¨® tan contento a Santander con un punto en el zurr¨®n. Un bot¨ªn fant¨¢stico para no haber salido de la trinchera. La igualada no le supo igual de bien al equipo madrile?o, que perdi¨® una ocasi¨®n inmejorable para seguir a rebufo del Villarreal y Valencia ante uno de los peores visitantes del campeonato. Un tropiezo provocado por una falta de ideas preocupante que le distanci¨® un poquito m¨¢s de los puestos que se premian con la Liga de Campeones.

De Gea salv¨® un gol cantado de Rosenberg, lo mismo que To?o ante Diego Costa

Tiago se retir¨® a los 21 minutos con un pinchazo en el b¨ªceps del muslo derecho

Irreconocible en el espejo por la cantidad de cromos nuevos, el Atl¨¦tico, que si por algo se caracteriza es por ser un equipo de extremos, comenz¨® 2011 de golpe y porrazo sin sus dos referentes por las bandas. Sim?o emigr¨® a Turqu¨ªa y Reyes cumpli¨® la sanci¨®n por la tarjeta roja que vio en la ida de los octavos de Copa contra el Espanyol. Quique las afront¨® reforzando el carril derecho con Ra¨²l Garc¨ªa y dando carrete a Fran M¨¦rida. Liberado por la mudanza de Sim?o, el jugador, el ¨²nico futbolista de banda con el que el cuerpo t¨¦cnico contaba en la plantilla, afront¨® su tercer partido como titular. Como era de esperar, not¨® la falta de ritmo. La perla procedente del Arsenal se diluy¨® con el paso de los minutos y no termina de comerse el punto. A los tres minutos habilit¨® entrel¨ªneas a Ag¨¹ero y poco m¨¢s. El remate escorzado del Kun encontr¨® a To?o, prodigioso salvando un mano a mano que desbarat¨® mandando el bal¨®n a c¨®rner.

El parte de bajas no termin¨® ah¨ª y afect¨® a las dem¨¢s l¨ªneas del Atl¨¦tico: en la defensa una gastroenteritis dej¨® fuera a ¨²ltima hora a Dom¨ªnguez. Su lugar lo ocup¨® God¨ªn, que pas¨® una noche agradable salvo por un par de sustos de Adri¨¢n y alg¨²n desajuste con Perea. Para terminar de complicar el panorama, el esguince de tobillo de Forl¨¢n le dej¨® abierta la titularidad a Diego Costa. Una vez m¨¢s, el delantero brasile?o, que parece confundir el f¨²tbol con el rugby, apenas entr¨® en escena. Lento y al choque como si fuera un rinoceronte, el atacante no quiso mezclar con el Kun y qued¨® en entredicho, sobre todo en un sprint que le gan¨® la defensa cuando part¨ªa con varios cuerpos de ventaja. Pese a todo, su cabezazo sobre la bocina, que ataj¨® como pudo To?o, mejor¨® su imagen en el escaparate del Calder¨®n.

M¨¢s por miedo que por otra cosa, el Racing no aprovech¨® las mil y una calamidades que encar¨® el Atl¨¦tico, que no se desmoraliz¨® y mantuvo la cabeza fr¨ªa. Incluso cuando Tiago sufri¨® un pinchazo en el b¨ªceps del muslo derecho y reclam¨® al cambio de inmediato. El timonel del Atl¨¦tico enfil¨® el camerino casi arrastr¨¢ndose. En su lugar entr¨® Valera, que se coloc¨® de lateral derecho y permiti¨® meterse al centro a Ra¨²l Garc¨ªa. El medio navarro, de nuevo en su h¨¢bitat natural, finaliz¨® una buena aproximaci¨®n con un remate por encima del larguero. Ah¨ª termin¨® su gris actuaci¨®n, silbada por la grada, incapaz de hacer carburar al Atl¨¦tico.

Los nubarrones rojiblancos animaron al Racing un poquito m¨¢s. Kennedy busc¨® el gol en un libre directo que exigi¨® a De Gea, al que la pelota bot¨® delante de sus narices. Fuera de foco los primeros 45 minutos, el portero se gan¨® la paga en los minutos finales. Rosenberg, tras un error de Perea, avis¨® de sus intenciones chutando fuera en una ocasi¨®n de rechupete que pill¨® al delantero desprevenido. El sueco cedido por el Werder Bremen casi la lio parda a falta de 10 minutos, tras un pase al hueco que cruz¨® dentro del ¨¢rea.

De Gea trunc¨® lo que parec¨ªa un gol cantado salvando el bal¨®n con un pie desde el suelo. Fue la mejor noticia para un Atl¨¦tico meritorio pero previsible, por m¨¢s que el remate final de Diego Costa maquillara su falta de recursos.