"Me alej¨¦ de Al Qaeda porque el islam es mi deber"
Noman Benotman apenas prueba bocado. Y no es porque la cena no sea de su agrado: concentrado en detallar por qu¨¦ se desvincul¨® de Al Qaeda y c¨®mo contribuy¨® a los acuerdos de paz entre el r¨¦gimen de Gadafi y el movimiento del que fue l¨ªder, el Grupo Isl¨¢mico Combatiente Libio (LIFG), parece olvidarse de la comida, como si la sacrificara en favor del tiempo de conversaci¨®n. Si no fuera por la pasi¨®n con la que expone sus argumentos, se dir¨ªa que este sacrificio es meditado, que es una t¨¢ctica de su misi¨®n actual: la desradicalizaci¨®n de yihadistas, de la que habl¨® en noviembre en Madrid, invitado por la Fundaci¨®n Ortega-Mara?¨®n y el Real Instituto Elcano.
De refinado acento ingl¨¦s y exquisitos modales, resulta dif¨ªcil imaginar a Benotman (Tr¨ªpoli, 1967) empu?ando las armas junto a otros yihadistas en los ochenta para "liberar Afganist¨¢n de la URSS". Pero pronto se revela su perfil de estratega militar, que cita al general prusiano Clausewitz cuando explica el motivo de su carta de denuncia, el pasado 10 de septiembre, a Bin Laden, su compa?ero de armas en Afganist¨¢n. "Ten¨ªa que atacar el centro de gravedad de Al Qaeda para desestabilizarla", dice Benotman, con la autoridad de quien se sabe l¨ªder, seguro de los efectos de su misiva, por la "credibilidad" de la que goza entre los musulmanes. "Al Qaeda dice que defiende el islam, pero sus acciones matan a inocentes", afirma Benotman, que responde de manera firme cuando se le pregunta por qu¨¦ se alej¨® de la organizaci¨®n terrorista: "Porque el islam es mi deber".
Fue el l¨ªder del Grupo Isl¨¢mico Combatiente Libio y luch¨® con Bin Laden
La cena coincide con la Fiesta del Sacrificio, el d¨ªa grande de los musulmanes. Benotman lo menciona y agradece cenar en un restaurante armenio. Y pide un shish kebab, que solo terminar¨¢ al final de la entrevista. Aunque nunca, y se preocupa de que quede claro, ha formado parte de Al Qaeda, colabor¨® con la organizaci¨®n, a modo de una OTAN musulmana. Pero ya en 2000 alert¨® al propio Bin Laden en Kandahar, en un "encuentro mundial de yihadistas", de que "el movimiento hab¨ªa fracasado". Su rechazo frontal hacia Al Qaeda no responde a que Benotman considere ileg¨ªtima la yihad armada -"puede ser l¨ªcita"-, ni a que haya renunciado a la esencia de su prop¨®sito, la instauraci¨®n de un Estado isl¨¢mico en Libia, "ahora desde una perspectiva moderna". Se desmarc¨® de Al Qaeda despu¨¦s de un "largo proceso", fruto de su interpretaci¨®n personal del islam que, parad¨®jicamente, asegura con orgullo, procede de sus intensos estudios del comunismo. "Si emprendes una acci¨®n, que en teor¨ªa es leg¨ªtima [la yihad], pero sabes que los resultados ser¨¢n negativos [la muerte de inocentes], el islam la proh¨ªbe", defiende el ex l¨ªder del LIFG, mientras toma una coca cola, lo ¨²nico que beber¨¢ en la cena. "Al Qaeda ignora el Cor¨¢n y solo se centra en citas fuera de contexto" para justificar la muerte de personas, lamenta.
Sin embargo, el terrorismo "no es el problema", sino su consecuencia: "Al Qaeda est¨¢ en el coraz¨®n de la cultura musulmana". Bin Laden ofrece una patria sin fronteras, "la umma, a los j¨®venes sin esperanza", se aflige Benotman. Por eso, la soluci¨®n "est¨¢ en la cultura" y no, "como sucede", en el incremento de los gastos en seguridad, parece concluir. Pero de pronto se da cuenta de que "aparecer¨¢" lo que cene: "Pedir¨¦ un espresso, que es mi se?a de identidad", bromea Benotman.
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