Sarah Palin se declara v¨ªctima de un "libelo de sangre"
La l¨ªder del Tea Party usa una frase antisemita para defenderse de las cr¨ªticas
Mientras el Congreso se dispon¨ªa a aprobar ayer con apoyo bipartidista una resoluci¨®n contra el clima de intimidaci¨®n creado por algunos discursos pol¨ªticos, Sarah Palin, inasequible al sentimentalismo, se declaraba v¨ªctima de "un libelo de sangre" y persist¨ªa en una ret¨®rica similar a la que ha provocado que algunos apuntaran hacia ella tras la matanza de Tucson.
Aunque el v¨ªdeo de ocho minutos expuesto por Palin en su p¨¢gina de Facebook ten¨ªa el prop¨®sito de aclarar su posici¨®n y desvincularse de ese suceso, la simple menci¨®n a "un libelo de sangre", una frase hist¨®ricamente utilizada para justificar el antisemitismo, ha tenido el efecto de agudizar la pol¨¦mica y profundizar el abismo entre la famosa pol¨ªtica de Alaska y sus detractores.
El Congreso vota una resoluci¨®n bipartidista contra la violencia pol¨ªtica
Las palabras de Palin desataron inmediatamente una tormenta en Internet, donde durante horas se mantuvo un tr¨¢fico intenso sobre la intenci¨®n de la ex gobernadora al utilizar unas palabras que, como m¨ªnimo, representan una ofensa para los jud¨ªos y una comparaci¨®n inoportuna con el principal objetivo del ataque de Tucson, la congresista Gabrielle Giffords, que es jud¨ªa.
"Libelo de sangre" es el t¨¦rmino que se acu?¨® para referirse a la acusaci¨®n que en la Edad Media se hac¨ªa contra los jud¨ªos de matar a ni?os cristianos para usar su sangre en rituales religiosos. Es uno de los pretextos ancestralmente utilizados para justificar la persecuci¨®n y los pogromos jud¨ªos.
"Los periodistas y los analistas no deber¨ªan fabricar un libelo de sangre que solo sirve para incitar el odio y la violencia que pretenden condenar", dijo Palin. La utilizaci¨®n de esa frase en estas circunstancias ha anulado cualquier esfuerzo que Palin pretendiera para desmarcarse del episodio de Arizona. Afirma que atentados como el del s¨¢bado "empiezan y terminan con los criminales que los cometen" y no se puede achacar "una responsabilidad colectiva a todos los ciudadanos de un Estado, a los que escuchan los programas de radio, a los mapas que utilizan unos y otros o a los ciudadanos que hacen uso de su libertad de expresi¨®n o a los que orgullosamente votaron en las ¨²ltimas elecciones".
Palin alud¨ªa as¨ª al mapa aparecido en su p¨¢gina web en el que se?alaba con una diana como las que se usan en las pr¨¢cticas de tiro los distritos electorales, entre ellos el de Giffords, en los que era m¨¢s factible derrotar a los dem¨®cratas. No ha pedido excusas por ese gr¨¢fico, cuyo t¨ªtulo era No se retiren, recarguen, ni por ninguna de sus gruesas declaraciones pronunciadas a lo largo de su corta carrera, muchas inspiradas en el lenguaje b¨¦lico y acompa?adas de parafernalia castrense.
Aunque Palin duda de que el clima pol¨ªtico actual est¨¦ m¨¢s penetrado por el odio que en el pasado, conf¨ªa en que la sociedad salga de esta situaci¨®n "m¨¢s fuerte y m¨¢s unida" en el deseo de implicarse "pac¨ªficamente en el gran debate de nuestro tiempo".
Cuatro d¨ªas despu¨¦s de los dram¨¢ticos acontecimientos de Arizona y una vez que da la impresi¨®n de que Giffords conseguir¨¢ salvar su vida, otros ilustres representantes de la extrema derecha vinculada al Tea Party, entre ellos los comentaristas Glenn Beck o Rush Limbaugh y el pol¨ªtico Karl Rove, han cre¨ªdo conveniente unirse a Palin en el prop¨®sito de limpiar su imagen.
Su esfuerzo coincidi¨® con otro de la clase pol¨ªtica m¨¢s tradicional para tratar de serenar el clima pol¨ªtico y reducir los decibelios de sus mensajes. En la C¨¢mara de Representantes, la votaci¨®n prevista ayer para rechazar la reforma sanitaria de Barack Obama -uno de los momentos cumbres de la nueva mayor¨ªa republicana- fue sustituida por la discusi¨®n de una resoluci¨®n de repulsa de lo ocurrido en Tucson.
Lo que podr¨ªa haber sido una jornada parlamentaria de enorme crispaci¨®n se convirti¨® en una simb¨®lica sesi¨®n de unidad. El texto sometido a votaci¨®n defiende "la firme creencia en una democracia en la que todos puedan participar y en la que la intimidaci¨®n y las amenazas de violencia no puedan silenciar la voz de ning¨²n norteamericano".
El momento culminante de este esfuerzo de unidad deb¨ªa ser anoche la intervenci¨®n de Obama en el funeral oficial a las v¨ªctimas de la matanza, previsto en Tucson. Para el presidente, es la ocasi¨®n de demostrar su capacidad de conectar con los sentimientos de sus compatriotas en las presentes circunstancias y ofrecerles empat¨ªa y gu¨ªa. Tanto para Obama como para los republicanos estas son horas que pueden decidir su futuro por mucho tiempo.
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