Dise?o inteligente (de libros)
Potenciar el libro como objeto a trav¨¦s de su dise?o y portada es la mejor arma de las editoriales frente a la versi¨®n electr¨®nica. Las mesas de novedades de las librer¨ªas son la escena de un espect¨¢culo que ahora se enriquece y aumenta. Alianza Editorial, por ejemplo, ha renovado uno de sus sellos emblem¨¢ticos, el de bolsillo. Varios expertos explican el arte de conquistar al lector a trav¨¦s del impacto visual
La materia se convierte en informaci¨®n. Ya ocurri¨® en la industria de la m¨²sica, cuando de formatos materiales como el CD o el vinilo se pas¨® al virtual mp3. Con la llegada del libro electr¨®nico, los libros de papel se convierten en ceros y unos albergados dentro del dispositivo de lectura. Para superar el reto de la supervivencia, el libro tradicional puede hacerse valer por aquello de lo que carece el electr¨®nico: el tacto, el olor, la forma, la portada, en definitiva, el dise?o. El libro como objeto.
Los principales factores para la compra de un libro son, evidentemente, la tem¨¢tica, el consejo de un amigo o el autor, seg¨²n un estudio de la Federaci¨®n de Gremios de Editores de Espa?a. Sin embargo, el dise?o tambi¨¦n importa, por encima de la cr¨ªtica, la publicidad, o la editorial, que, seg¨²n el mismo estudio, es el factor menos influyente.
"Eliminamos el plastificado de las cubiertas porque lo hace m¨¢s durable, pero lo hace m¨¢s r¨ªgido y lo aleja del lector", dice un dise?ador
Los libros m¨¢s resistentes a la desaparici¨®n ser¨¢n los m¨¢s cuidados, los que ofrezcan un valor a?adido
Hay colecciones de prestigio cuyo aspecto ha pasado al imaginario colectivo de los lectores. Por ejemplo, los coloridos Compactos de Anagrama, sus Narrativas Hisp¨¢nicas (en gris) o Panorama de Narrativas (en ese amarillo mayonesa). La colecci¨®n Andanzas de Tusquets (en riguroso negro) o sus ajedrezados libros de bolsillo, F¨¢bula. El motivo de la "ele" invertida en las cubiertas de Alfaguara y su formato m¨¢s alargado que el resto. El tambi¨¦n alargado formato de Mondadori, con tapa dura. Basta con verlos a lo lejos en el maremagno de la librer¨ªa para que el lector avisado los identifique.
"Que el cuidado por el dise?o aumenta con la llegada del libro electr¨®nico es una opini¨®n que abunda en el sector", reconoce Jorge Herralde, editor de Anagrama. "Nosotros, desde luego, valoramos mucho el dise?o. Apostamos por libros sobrios y elegantes, de calidad, en la tradici¨®n de las editoriales literarias francesas o italianas, y reconocibles por el lector", explica Herralde que comenta divertido que muchos llaman al amarillo de sus cubiertas "amarillo Anagrama".
"El libro barato y malo, que se deshace y estropea, que todos hemos utilizado, est¨¢ condenado frente al libro electr¨®nico o la lectura online", sentencia Rub¨¦n Hern¨¢ndez, uno de los editores de Errata Naturae.
Una de esas colecciones eternas es el Libro de Bolsillo, de Alianza, creada en 1966 con los rompedores dise?os de cubierta de Daniel Gil. Un mar de 1.600 t¨ªtulos en el que navegan Kafka, Freud, Schopenhauer, Borges, Hesse, Proust o Salinger, por mencionar s¨®lo algunos, y donde se encuentran muchos t¨ªtulos imprescindibles de la historia. La editorial se enfrent¨® a los nuevos retos que se presentan al ponerse manos a la obra con una renovaci¨®n de fondos que incluye el lanzamiento de novedades y el redise?o de su colecci¨®n emblem¨¢tica.
El encargado de la tarea ha sido el dise?ador Manuel Estrada. "Al principio no lo ve¨ªa claro porque era amigo y alumno de Daniel Gil y respeto mucho su trabajo. Pero es un proyecto tan bonito que al final me anim¨¦", explica Estrada. El redise?o supone, de hecho, una actualizaci¨®n del trabajo de Gil, aquellas novedosas portadas que se acercaban mucho al poema visual. Pero el trabajo ha ido m¨¢s all¨¢.
El proceso, que ha sido exhaustivo, da una idea de hasta qu¨¦ punto todo est¨¢ pensado en un libro. "Empezamos a trabajar de cero, pensamos otra vez el formato, revisamos la tipograf¨ªa, buscamos un sistema de encuadernaci¨®n, un tipo de papel, todo esto antes de meternos con las portadas", recuerda el dise?ador. As¨ª el libro conserva su altura de 180 mil¨ªmetros, pero gana en anchura, lo que permite m¨¢rgenes m¨¢s anchos y una lectura m¨¢s confortable.
La tipograf¨ªa tambi¨¦n ha sido modificada: la elegida para los nuevos lanzamientos, la Simoninci Garamond, ligera y delicada, es m¨¢s legible al tener mayor ojo medio. Los elementos de la p¨¢gina, interlineados, etc¨¦tera, tambi¨¦n han sido mejorados. Y hasta el logotipo, que ha sido sutilmente adelgazado. "Han resultado libros m¨¢s manejables, menos r¨ªgidos, sin ese efecto cepo que se resiste cuando tratas de abrirlos. Lo hemos intentado hacer m¨¢s f¨¢ciles de leer, por el ojo de la letra m¨¢s grande, con m¨¢rgenes limpios... Tambi¨¦n eliminamos el plastificado de las cubiertas porque, aunque lo hace m¨¢s durable, tambi¨¦n lo hace m¨¢s r¨ªgido y lo aleja del lector", resume el dise?ador, que ha colaborado en este trabajo con Lynda Bozarth y Roberto Tur¨¦gano.
Las portadas de los libros de las bibliotecas de autor, dedicadas a grandes nombres como Arthur Schopenhauer, Gerald Durrell o William Golding, tienen un hilo de continuidad entre ellas. Como ejemplo, el caso del fil¨®sofo alem¨¢n: el leitmotiv es la imagen de una o varias piedras, que aparecen en cada uno de los libros en diferentes disposiciones: "Representa una especie de pesimismo ir¨®nico, inteligente, propio de Schopenhauer. No una piedra en el sentido de una pedrada, sino como un an¨¢lisis de la realidad casi inamovible: nada vamos a poder hacer para cambiar este mundo, aprovechemos y vivamos mientras podamos".
"Una colecci¨®n debe partir de una capacidad de ser vista, memorizada, reconocida. No es f¨¢cil. Para ello hay que hacer el feliz hallazgo de una imagen muy potente en la que se va a insistir en cada entrega", explica Enric Satu¨¦, que ha dise?ado libros para Alfaguara, RBA, Turner o la colecci¨®n Austral de Espasa: "Si se hace bien, el lector acaba identific¨¢ndose con la colecci¨®n, proyecta ah¨ª sus amores literarios. A veces, incluso, como con los colores de los equipos de f¨²tbol el hincha se identifica de manera emocional, como liturgia".
En los ¨²ltimos a?os ha habido un cambio muy serio, el libro se ha convertido en un objeto de consumo, reflexiona Satu¨¦, que agrega que sigue prefiriendo los libros que no est¨¢n dise?ados como un anuncio. En efecto, en las librer¨ªas conviven, d¨¢ndose codazos por llamar la atenci¨®n del lector, los dise?os m¨¢s sobrios con el espect¨¢culo total de grandes formatos, grandes tipograf¨ªas, im¨¢genes estridentes, dorados y plateados, huecograbados, que envuelven g¨¦neros como el best seller.
"La eficacia del marketing ha ido quit¨¢ndole espacio al dise?o", conviene Manuel Estrada. "El dise?o, la parte gr¨¢fica, tiene un poco de autor¨ªa y da un valor a?adido. Ocurre igual con los discos bien editados, son mucho m¨¢s apetecibles. Sin embargo, en algunos libros utilizan ese grito, ese reclamo, para hacerte parar en medio del centro comercial como sea, cuando lo que t¨² vas a comprar es pasta, por ejemplo. Incluso a veces la relaci¨®n entre la cubierta y el contenido es bastante tenue".
"Prefiero el dise?o de editoriales peque?as y j¨®venes frente a los grandes grupos. Est¨¢n dando la lecci¨®n de que se puede ser moderno sin romper la baraja ni hacer estridencias", opina Enric Satu¨¦. Muchas editoriales independientes ponen especial cuidado en este aspecto: la elegante Libros del Asteroide, la sobria Acantilado, la an¨®mala Blackie Books, la moderna Errata Naturae
... "Las editoriales peque?as no tenemos mucho presupuesto para marketing ni publicidad. Todos nuestros recursos los destinamos al objeto que est¨¢ en las librer¨ªas, a crear una imagen de marca, a ser reconocibles por el lector", explica Luis Miguel Solano, de Libros del Asteroide, dedicada a recuperar de manera muy cuidada libros fundamentales del siglo XX no publicados en castellano o descatalogados.
"Las editoriales peque?as tenemos en realidad una estrategia contraria a ciertas editoriales grandes: queremos diferenciarnos hasta ser reconocidos por el lector", afirma Rub¨¦n Hern¨¢ndez, uno de los editores de Errata Naturae. En cambio, agrega, las editoriales de grandes best sellers tienen pocas se?as de identidad, casi resultan todos los libros iguales, de modo que puedan atraer a lectores de la editorial de al lado. "Nosotros", dice Hern¨¢ndez, "tratamos de dar un aspecto m¨¢s popular a textos que pueden tener gran nivel ensay¨ªstico, as¨ª los acercamos a un p¨²blico que de otra manera tal vez no se hubiera interesado. Cambiar la forma es tambi¨¦n cambiar el contenido". Su editorial tiene cinco colecciones, cada una con un color y un personaje (un error natural), tipo c¨®mic definido: la muchacha con dos cabezas para una colecci¨®n de peque?os ensayos, los cinoc¨¦falos (con cabeza de perro) para el pensamiento cr¨ªtico, etc¨¦tera.
La misma l¨ªnea pop sigue Blackie Books, que en apenas un a?o ha logrado notoriedad tanto por la variedad y rareza de sus textos (desde reediciones de G¨®mez de la Serna o Jardiel Poncela hasta diarios de Werner Herzog o entrevistas con Andy Warhol, pasando por manuales contraculturales o de filosof¨ªa simpsoniana) como por su dise?o, diferente del resto. Sus libros llaman la atenci¨®n en cualquier anaquel: tapa dura, papel rugoso, lomo recto, "tienen cierto aspecto retro", dice el editor Jan Mart¨ª, "recuerda un poco a los libros de Los Cinco de Enid Blyton". Estos libros son obra del dise?ador Sergio Ib¨¢?ez.
Adem¨¢s acaban de lanzar (y patentar) la BlackieBOX, una caja que incluye, junto al libro, un objeto relacionado con ¨¦l: "Pueden llevar un consolador, una chocolatina energ¨¦tica o un bigote de Richard Brautigan (uno de sus autores). Todo lo que sea cosa es lo que nos interesa. La librer¨ªa es una tienda de cosas, al menos de momento", explica Mart¨ª. Aunque no era el motivo inicial resistir contra el libro electr¨®nico, agrega Mart¨ª, han descubierto que los libros m¨¢s resistentes a la desaparici¨®n ser¨¢n los m¨¢s cuidados, los que ofrezcan un valor a?adido: "Adem¨¢s me encanta que los utilicen como regalo. En cierta manera, es un homenaje al texto. Pensamos que estos libros, los libros que nos gustan y editamos, merec¨ªan ser editados de esta manera".
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