Gabby, la novia herida de Am¨¦rica
La congresista dem¨®crata, objetivo del joven de 22 a?os que mat¨® a otras seis personas, vuelve poco a poco a la vida
Su cabeza fue objetivo del primer intento de asesinato pol¨ªtico en Estados Unidos en tres d¨¦cadas. Result¨® fallido. La congresista Gabrielle Giffords se recupera "milagrosamente" -seg¨²n sus m¨¦dicos, esos hombres de ciencia que a veces no tienen m¨¢s remedio que rendirse a la evidencia de que lo imposible es posible- de un balazo que le entr¨® por la oreja y le sali¨® por la frente. Ya mueve los brazos, las piernas y el presidente Barack Obama fue quien anunci¨® que ya abr¨ªa los ojos. Gabby, la novia herida de EE UU, vuelve poco a poco a la vida.
Cuando sea capaz de procesar lo que le ha ocurrido habr¨¢ que contarle a Giffords que Jared Lee Loughner, un joven de 22 a?os pertrechado con una poderosa arma de matar capaz de disparar 30 balas en pocos segundos -una Glock 19, comprada legalmente, el mismo modelo que posee la congresista y el juez que muri¨® en el asalto, John Roll- decidi¨® arreglar sus cuentas -con la congresista, con el mundo o con lo que fuera que perturb¨® su mente- el s¨¢bado 8 de enero mientras ella intentaba acercar la fr¨ªa pol¨ªtica de Washington a la calle de su Tucson natal. Como hab¨ªa hecho en otras 19 ocasiones anteriores desde que en 2006 entrara a formar parte de la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos. Giffords disfrutaba participando en los conocidos como Congreso en tu esquina. En el ¨²ltimo casi la encontr¨® la muerte.
Giffords es partidaria del derecho a las armas y defensora del aborto
Arizona nunca fue un territorio f¨¢cil para un dem¨®crata, ni para una mujer
Ya siempre existir¨¢ un antes y un despu¨¦s en su vida. A la congresista, de 40 a?os, habr¨¢ que mostrarle fotos de la tarde del 10 de noviembre de 2007, cuando en la localidad de Amado, en la Hacienda Agua Linda -en Tucson y todo escrito y pronunciado en espa?ol del que se hablaba en Arizona cuando todav¨ªa era M¨¦xico- se cas¨® con un hombre al que conoci¨® en China durante un viaje en 2003 al que los dos fueron invitados por el Comit¨¦ Nacional de relaciones EE UU-China junto a otros estadounidenses considerados estrellas nacientes. Ah¨ª empez¨® la relaci¨®n de amistad de Giffords con el astronauta Mark Kelly, de 47 a?os.
Entonces ¨¦l estaba casado y viv¨ªa entre Houston y sus misiones al espacio; ella ten¨ªa novio y era senadora en el Capitolio de Arizona.
Sin duda, su hoy marido le susurrar¨¢ al o¨ªdo, para traer al presente los recuerdos que hayan podido ser da?ados por la bala, el d¨ªa en que ella se atrevi¨® a dar un paso m¨¢s y pedirle salir formalmente, all¨¢ por 2004. Kelly se hab¨ªa divorciado; Giffords hab¨ªa roto la relaci¨®n con su pareja. Mujer imbuida en la pol¨ªtica y a la vez conocedora de lo que le podr¨ªa gustar al hombre que pretend¨ªa -por mucho que en la vieja Europa pueda resultarnos desconcertante-, a Giffords no se le ocurri¨® nada mejor que invitar a Kelly, aprovechando una visita que organizaba el Senado, a ir a la prisi¨®n estatal de Arizona en Florence. "Yo trabajaba en leyes que ten¨ªan que ver con la pena capital y Mark es hijo de oficiales de polic¨ªa", relat¨® Giffords a los medios con ocasi¨®n de su boda. "Pens¨¦ que a Mark le gustar¨ªa sentarse en la silla". La condena a la silla es la pena que la Fiscal¨ªa de Arizona reclamar¨¢ sin duda para que muera achicharrado Loughner, presunto culpable del ataque a tiros que ha dejado seis muertos -entre ellos una ni?a de nueve a?os- y 14 heridos.
Arizona no ha sido nunca territorio f¨¢cil para un dem¨®crata. Ni para una mujer. La elecci¨®n de Giffords para el Capitolio estatal supuso, adem¨¢s, la primera de una jud¨ªa -su abuelo es un emigrante lituano-.
Proveniente de las filas republicanas pero convertida al Partido Dem¨®crata en 1999, Giffords es una defensora de la reforma sanitaria de Obama.
Cr¨ªtica con la ley que criminaliza en Arizona a los emigrantes sin papeles, Giffords mantiene una posici¨®n inflexible respecto a la seguridad en la frontera. Considerada blue dog -los dem¨®cratas m¨¢s a la derecha del partido-, la congresista es partidaria del derecho a las armas y defensora del aborto.
Dicen que su espa?ol es muy bueno, fruto de su a?o en M¨¦xico como parte de su licenciatura en Estudios Latinoamericanos. Tambi¨¦n dicen que es buena pol¨ªtica, pero mejor persona. Robert Reich, antiguo secretario de Trabajo de Bill Clinton y lo m¨¢s alejado de un blue dog que pueda existir, describi¨® a la perfecci¨®n la existencia de Gabrielle Giffords durante la ceremonia de su boda a la que asisti¨® como invitado de honor: "Frank Capra hubiera tenido un gran gui¨®n en la vida de Gabby". Hoy m¨¢s que nunca.
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