Tercera v¨ªa para El Cabanyal
La asociaci¨®n Acipmar elabora un plan para dar m¨²sculo econ¨®mico al barrio al margen de la pol¨¦mica urban¨ªstica que lo tiene paralizado
Intentan una tercera v¨ªa. Huyen del partidismo y solo les mueve su deseo de reflotar el comercio y con ¨¦l todo el barrio. Es la Asociaci¨®n de Comerciantes, Industriales y Profesionales del Mar¨ªtimo (Acipmar), que han perge?ado un plan para regenerar un tejido comercial en decadencia. "No hay eje que vertebre m¨¢s un barrio que el mercado. Por eso proponemos convertir El Cabanyal en una gran superficie comercial dispersa", explica su presidente, Antonio Garc¨ªa Gurrea.
Es solo un avance, porque necesitan que las Administraciones p¨²blicas les ayuden a completarlo y financiarlo, pero est¨¢ desde hace meses sobre la mesa del Ayuntamiento de Valencia y la Delegaci¨®n del Gobierno. "La gente est¨¢ desanimada porque solo se habla de prolongaci¨®n s¨ª o prolongaci¨®n no, mientras el barrio se consume", describe Emiliano Garc¨ªa, propietario de una de las tabernas con m¨¢s solera del distrito y directivo de Acipmar. Independientemente de lo que fallen los tribunales, Acipmar reclama en su plan m¨¢s seguridad ciudadana, limpieza y dinamizaci¨®n del barrio. Una transformaci¨®n parecida se dio hace a?os en el Village, de Nueva York o ahora en el madrile?o barrio de Malasa?a, a?ade el restaurador.
Los empresarios piden que no se paralicen m¨¢s licencias
El ¨¢mbito de actuaci¨®n va desde la calle de J.J. D¨®mine hasta la avenida de Tarongers y desde Serrer¨ªa hasta la playa. La asociaci¨®n apuesta m¨¢s por crear "m¨²sculo econ¨®mico" que por el esqueleto urbano, aunque es dif¨ªcil que se d¨¦ una cosa sin la otra. El arquitecto Henry Ram¨ªrez, coordinador del plan, lo explica a grandes trazos: "Queremos recuperar antiguos ejes comerciales apagados, el esp¨ªritu de las tiendas de barrio y dise?ar una marca que nos d¨¦ identidad". Es puro sentido com¨²n; buscan que las miles de personas que visitan el paseo mar¨ªtimo y las playas se adentren en el barrio en lugar de evitarlo. Que haya permeabilidad y que los visitantes transiten m¨¢s all¨¢ de las calles de Eugenia Vinyes o del Doctor Lluch, donde se concentran restaurantes, tranv¨ªas y autobuses y que act¨²an de frontera entre la parte noble y la m¨¢s degradada.
Las acciones son sencillas y no precisan de grandes cantidades de dinero. Para empezar bastar¨ªan las ayudas a la rehabilitaci¨®n ya presupuestadas por las Administraciones p¨²blicas y en el limbo por la paralizaci¨®n de licencias de actividad y obras ordenadas por el Ayuntamiento de Valencia a cuenta de la orden del Ministerio de Cultura que suspendi¨® el plan urban¨ªstico en vigor. Las traves¨ªas de El Cabanyal -unas 17 en total- son ejes perpendiculares a las grandes v¨ªas y perfectas para atraer flujos de peatones. Muchas de estas traves¨ªas est¨¢n desiertas y desaprovechadas, con locales cerrados durante a?os y muros ciegos. Son los casos de las calles de Iglesia del Rosario, Teatro de la Marina, Justo Vilar, Pescadores, Columbretes, Espad¨¢n o La Marina, entre otras. "Se trata de generar flujos de deseo, de paso y articular un comercio moderno, que tambi¨¦n fusione cultura y comercio, cafeter¨ªas, book-stores y espacios de lectura", describe Ram¨ªrez. Un ejemplo de las propuestas del plan es lo que se presenta para la plaza del Rosario, donde el nuevo Teatre El Musical destaca en un espacio desangelado y afeado a pocos metros por un gran solar vac¨ªo. "El teatro ha sido un elemento de dinamizaci¨®n, por eso hay que atraer a esa plaza caf¨¦s, franquicias y nuevos edificios respetuosos con la volumetr¨ªa del entorno", se explaya Ram¨ªrez. Para Jos¨¦ Santaclara, secretario general de Acipmar, el plan de seguridad ciudadana es esencial para regenerar el barrio. "Que cuando alguien coja un taxi y pida que le lleven al Cabanyal, el taxista no le mire de arriba abajo", visualiza Garc¨ªa. Saben que el abandono y la suciedad dan sensaci¨®n de inseguridad.
El plan cuenta con una herramienta de diagn¨®stico permanente de la situaci¨®n, con un mapa de locales (hay unos 400 comercios y despachos profesionales) y prev¨¦ un concurso para el dise?o de una marca comercial que juegue con la graf¨ªa valenciana ny de Cabanyal-Canyamelar.
Y para abrir comercios se necesitan clientes. Adem¨¢s del flujo de turistas, cada vez m¨¢s notable en el mar¨ªtimo, Acipmar observa con inter¨¦s la articulaci¨®n de un colegio mayor universitario disperso en el barrio. "Valencia es una de las ciudades con m¨¢s Erasmus. Ahora son unos 5.000 y est¨¢ previsto que lleguen a 7.000 y esta zona, por su cercan¨ªa con la universidad, es id¨®nea", comenta Garc¨ªa. Hay emprendedores interesados en invertir en este tipo de alojamientos, al igual que artistas y dise?adores dispuestos a afincarse en El Cabanyal. David Estal, arquitecto que coordin¨® para el Grupo Socialista La Pepri (un plan de rehabilitaci¨®n alternativo al oficial), ya aval¨® este proyecto cuando propuso la transformaci¨®n de los bloques de pisos de la calle de Ruiz Jarabo en residencia estudiantil. La idea no se dejar¨¢ morir y la asociaci¨®n mantiene contactos con la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia para que recoja la oferta en su plan director de equipamientos en 2012.
Los comerciantes llevan meses con esta iniciativa a la espera de que las Administraciones se impliquen m¨¢s. "Que pongan de su parte para acondicionar la zona. No queremos ser rehenes pol¨ªticos de nadie", defiende Santaclara. "El futuro de Valencia pasa por el desarrollo de la d¨¢rsena, del Parque Central y de la Valencia al mar, y ah¨ª est¨¢ El Cabanyal", a?ade Garc¨ªa en un intento de abrir los ojos a los pol¨ªticos.
El primer teniente de alcalde de Valencia, Alfonso Grau, se entrevist¨® con ellos durante m¨¢s de dos horas para conocer la propuesta y les ofreci¨® apoyo t¨¦cnico para desarrollarla. Y la Delegaci¨®n del Gobierno ha activado un plan de seguridad que "ya se nota", reconocen los comerciantes. Pero necesitan m¨¢s. Quieren que el Ayuntamiento de Valencia d¨¦ m¨¢s pasos y no siga paralizando las licencias de actividad y de obra. As¨ª se lo han dicho a las patronales auton¨®micas y provinciales. "Estamos ilusionados pero no podemos vivir solo de eso. Necesitamos que las instituciones se definan y eliminen todos los obst¨¢culos porque si no ser¨¢ nuestra ruina. El barrio es mucho m¨¢s que el tramo afectado por la pol¨¦mica urban¨ªstica", defiende Santaclara y el resto de Acipmar. "Que se pongan de acuerdo los abogados del Estado y del Ayuntamiento de Valencia para que se levante la paralizaci¨®n de licencias. Porque como se suele decir, entre bueyes no hay cornadas", subrayan.
"La Pepri' tiene que tener continuidad"
Y si el plan de los comerciantes est¨¢ pendiente de la colaboraci¨®n oficial, La Pepri presentada en septiembre pasado por los socialistas para demostrar que el barrio ser¨ªa viable con menos coste del que exige la prolongaci¨®n de Blasco Ib¨¢?ez hasta el mar, sigue en plena vigencia. El arquitecto David Estal, coordinador y art¨ªfice de esta propuesta urban¨ªstica, insiste en que es una herramienta de partida ¨²til.
La Pepri propon¨ªa, entre otras cosas, la rehabilitaci¨®n de 400 casas y 30 nuevos equipamientos culturales en El Cabanyal-Canyamelar, la creaci¨®n de un museo de Cer¨¢mica al aire libre con las casas catalogadas, potenciar la red gastron¨®mica de Cases de Menjar, conversi¨®n de casas privadas en hostales tur¨ªsticos y una v¨ªa verde para la calle de San Pedro.
Las nuevas construcciones se concentrar¨ªan en el nuevo bulevar del Doctor Lluch y las conexiones, que no la prolongaci¨®n de Blasco Ib¨¢?ez, deber¨ªan conectar mejor Valencia con El Cabanyal y este con el mar, ya que el bulevar del Doctor Lluch, una v¨ªa de tr¨¢fico paralela al mar, no facilita el enlace.
Estal explica que La Pepri contempla un proceso de participaci¨®n ciudadana abierto a trav¨¦s de talleres y otras iniciativas, "que es una forma m¨¢s interesante de implementarlo", comenta el arquitecto, que reconoce que sin el consenso entre Administraciones ni este ni otro plan saldr¨¢ adelante. "La Pepri tiene que tener continuidad".
Indicadores sociodemogr¨¢ficos
El Cabanyal ten¨ªa en 2009 21.101 habitantes, mientras el conjunto de los barrios mar¨ªtimos de Valencia suma 59.489 residentes.
Ocupa una superficie de 397 hect¨¢reas y cuenta con una densidad de 149,51 habitantes por hect¨¢rea.
Del total de los Poblados Mar¨ªtimos, el 64% de los vecinos han nacido en Valencia, mientras el 14% restante son extranjeros.
Son mayoritariamente mujeres procedentes de Am¨¦rica del Sur y les siguen europeos y africanos, en su mayor¨ªa hombres.
El barrio de El Cabanyal- Canyamelar-Grao aloja el 5,3% de los restaurantes de la ciudad de Valencia.
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