Verlo todo, no tocar nada

Walter Benjamin (1892-1940) fue capaz de tratar en sus ensayos algunos de los conceptos m¨¢s significativos que caracterizan la modernidad. Este es el motivo por el cual, cuando en los ¨²ltimos a?os sesenta entr¨® en crisis la modernidad, el pensador alem¨¢n, que hasta entonces no hab¨ªa sido particularmente valorado, empez¨® a crecer hasta ser considerado hoy uno de los interpretes m¨¢s l¨²cidos no solo del Par¨ªs del siglo XIX sino de muchos de los acontecimientos que surgieron despu¨¦s de su desgarradora muerte. Para Hannah Arendt, la m¨¢xima ambici¨®n de Benjamin hubiera sido producir un trabajo que solo se compusiera de citas. Lo que implica la aceptaci¨®n tanto de la apropiaci¨®n como de una secuencia de t¨¦cnicas, como el montaje cinematogr¨¢fico, el collage y, a la postre, el actual "corta y pega" inform¨¢tico, que constituyen algunas de las formas de creaci¨®n m¨¢s caracter¨ªsticas del siglo XX.

El pensamiento de Benjamin no fue sistem¨¢tico, mientras que su escritura surge de destellos de conocimiento cuyos textos, seg¨²n sus palabras, se convierten en largos truenos mediante los que ensaya sobre aspectos muy diversos, desde la cr¨ªtica literaria a los asuntos de la vida moderna, pasando por la pol¨ªtica o el mundo de la imagen, lo que qued¨® reflejado en una serie de escritos sobre la obra de Baudelaire, la fotograf¨ªa, la teor¨ªa del arte o el mundo de la producci¨®n y del consumo. Sus textos forman Konstellationen, sistemas de puntos nodales que giran unos alrededor de los otros y que se desplazan en varias direcciones. Todas estas ideas, que en su propia obra se relacionan como los fragmentos de un collage, han dado origen a una serie de frases t¨®picas que no paran de circular como citas que se repiten de unos a otros: las "iluminaciones profanas", la "condici¨®n aur¨¢tica" de la obra de arte, la met¨¢fora de los "pasajes" o la "reproducibilidad t¨¦cnica".

Cuando ahora el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid conmemora el setenta aniversario de su muerte ha ideado una exposici¨®n que en muchos aspectos es consecuencia directa de las propias ideas benjaminianas. Con criterio archiv¨ªstico se han seleccionado textos, fotograf¨ªas, esquemas y dibujos que pertenecieron a Benjamin, pero, en vez de mostrarlos con el aura propia de una obra de arte o de un objeto de culto que se encierra en una vitrina convenientemente iluminada, esos documentos se han editado en forma de libro y de DVD en el que se relacionan obras, conceptos e im¨¢genes, en lo que podr¨ªamos llamar, parafraseando a Aby Warburg, un Atlas de la memoria. Con esos conceptos, aforismos, im¨¢genes y fragmentos de pel¨ªculas y obras musicales se ha confeccionado un v¨ªdeo que sintetiza tanto las ideas de Benjamin como los ambientes que las generaron. Este v¨ªdeo es el objeto ¨²nico de la exposici¨®n que comentamos, en la que el espacio, convertido en un sal¨®n burgu¨¦s, con butacones y en un peque?o minicine, sirve para exhibir las im¨¢genes que resumen el trabajo cr¨ªtico del pensador alem¨¢n. La exposici¨®n se complementa con la edici¨®n de un par de libros, uno que explica las ideas, textos e im¨¢genes del propio v¨ªdeo y otro que reproduce facs¨ªmiles de documentos originales, con su transcripci¨®n al espa?ol. As¨ª, la obra f¨ªsica se ve sustituida por su imagen virtual, sin aura, gracias a su reproducibilidad tecnol¨®gica, mientras que el libro y la sala de exposiciones convencionales se ven desbordados por una tecnolog¨ªa de v¨ªdeos y discos compactos en la que todo se puede ver, pero no se toca nada.