Espa?a entierra dos a?os de frustraciones

Hubo l¨¢grimas en la pista y en el vestuario. No era para menos. La selecci¨®n espa?ola de balonmano regres¨® a las medallas y levant¨® la cabeza con orgullo tras dos a?os de frustraciones. La bofetada que el grupo de Valero Rivera recibi¨® en el Mundial de Croacia 2009, en el que qued¨® 13? en la primera competici¨®n con el t¨¦cnico m¨¢s laureado en el banquillo, dej¨® a todos tocados. Pero de aquellas cenizas surgi¨® un halo de rebeld¨ªa que ha permitido ahora alcanzar el bronce en Suecia. Espa?a lleg¨® a las semifinales sin haber perdido ning¨²n partido y solo Dinamarca, en ellas, le bati¨®. Ayer, ante la anfitriona, sac¨® toda la rabia contenida, recuper¨® la solidez defensiva y encontr¨® en Sterbik y Alberto Entrerr¨ªos a sus hombres decisivos. Francia se adjudic¨® el t¨ªtulo superando (37-35) a Dinamarca y ampli¨® su r¨¦cord a cuatro coronas sucesivas: desde los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn 2008 no conoce la derrota.

"El trabajo realizado merec¨ªa este final", proclama, emocionado, el seleccionador

No fue un partido f¨¢cil porque Espa?a jugaba ante la animadversi¨®n de 10.000 espectadores y con la losa de su ¨²nica derrota. Pero supo reaccionar an¨ªmicamente, reverdecer el oro de T¨²nez 2005 y recoger el testigo del bronce ol¨ªmpico de Pek¨ªn con el que Juan Carlos Pastor cerr¨® su ciclo al frente de ella. Esta es la novena medalla en este deporte: tres platas y un bronce en los Europeos, tres bronces en los Juegos y un oro y un bronce en los Mundiales.

"El trabajo realizado desde 2009 merec¨ªa este final", coment¨®, emocionado, Rivera; "pasamos un momento muy duro en Croacia, pero desde entonces hemos ido siempre de menos a m¨¢s, trabajando con intensidad y comport¨¢ndonos como un equipo tanto dentro como fuera de la pista. Estoy especialmente satisfecho porque este grupo ha sabido demostrar que es capaz de superar las adversidades y seguir luchando hasta el ¨²ltimo momento".

El bronce se hizo desear. Los dos equipos plantearon el partido con defensas muy s¨®lidas y porteros de calidad. Rivera sali¨® esta vez directamente con Sterbik y el meta de origen serbio no decepcion¨®. Permiti¨® a Espa?a mantenerse en la primera mitad pese a que el t¨¦cnico recurri¨® a Maqueda e Iker Romero para desencallar un ataque que no acababa de encontrar hueco ante el barcelonista Sjostrand. Iker sali¨® como un cicl¨®n, mantuvo la intensidad ofensiva y cerr¨® la primera parte con un gol de rosca desde el extremo culminando una jugada preparada que vali¨® el empate a 11.

Pero era evidente que Espa?a precisaba m¨¢s. Rivera sab¨ªa que iba a necesitar los mejores brazos para ganar. No pod¨ªa prescindir de Alberto Entrerr¨ªos. Por eso le devolvi¨® a la pista al empezar el segundo tiempo. El asturiano no fall¨® esta vez. Fue siempre una amenaza que atrajo a la defensa y no solo marc¨®, sino que vio a los extremos y al pivote, ampliando el campo y abriendo la zaga rival. Espa?a se coloc¨® tres goles por delante (19-16), pero Suecia recuper¨® la distancia y el partido se mantuvo igualado. Cualquier error pod¨ªa ser una condena. Y ah¨ª la defensa espa?ola y Sterbik jugaron una baza decisiva.

El final fue de infarto. Una parada de Sterbik permiti¨® mantener la ventaja de dos goles (24-22). Pero despu¨¦s Espa?a perdi¨® un ataque y Suecia se coloc¨® con un 24-23. Faltaban 32 segundos. No se pod¨ªa fallar. Rivera pidi¨® un tiempo muerto y pidi¨® calma. "Jugad el bal¨®n", dijo a los suyos. Lo hicieron. Y Espa?a gan¨® el partido y se fue a casa con un bronce al cuello. "Era el premio que todos dese¨¢bamos", proclam¨® Alberto Entrerr¨ªos, que tampoco pudo contener la emoci¨®n; "pod¨ªamos acabar cuartos y que pasara inadvertido el buen trabajo que hab¨ªamos hecho. La medalla nos compensa".