S¨¢tira subversiva de Mo Yan
Cada nueva novela de Mo Yan es una sorpresa. Habituados como estamos a que las tradiciones chinas se cumplan bajo el peso de siglos de escritura, la capacidad de Mo Yan para abrir caminos sin romper con ellas, para revolucionar desde adentro las formas de escritura y las estructuras de la narraci¨®n, alcanza en esta novela su punto m¨¢s alto.
Mo Yan es un escritor sat¨ªrico, especie que florece en tiempos y lugares de f¨¦rrea disciplina social y pol¨ªtica; su s¨¢tira no conoce fronteras y esta vez se adentra m¨¢s que nunca antes en el terreno de lo fant¨¢stico sin cortarse un pelo. La estructura es la siguiente: Ding Gou'er, investigador criminal de la Procuradur¨ªa General, se encuentra en viaje a bordo de un cami¨®n conducido por una hermosa camionera; est¨¢ embarcado en una misi¨®n especial que le lleva a la Tierra del Vino y los Licores, donde se fabrican los mejores vinos y licores de toda China, pero donde se rumorea que comen ni?os asados entre otros manjares. Oficialmente, sin embargo, llega para hacerse cargo de la mina de carb¨®n del Monte Luo, que est¨¢ manga por hombro. El relato de las peripecias de Ding Gou'er -unas veces contadas por un narrador que es el propio Mo Yan y otras por ¨¦l mismo, seg¨²n se tercia- es una de las tres l¨ªneas vertebrales del relato. Las otras dos son: la correspondencia entre Mo Yan y un rendido lector suyo llamado Li Yidou y el conjunto de relatos que el propio Li Yidou env¨ªa a Mo Yan con la vana esperanza de que ¨¦ste consiga colocarlos en la prestigiosa revista Literatura para los Ciudadanos.
La Rep¨²blica del Vino
Mo Yan
Traducci¨®n de Cora Tiedra
Kailas. Madrid, 2010
456 p¨¢ginas. 22,90 euros
En buena parte, el excelente resultado de esta novela se debe a que Mo Yan demuestra haber le¨ªdo muy bien a Kafka
Nada m¨¢s llegar a su destino, Ding Gou'er es recibido por las m¨¢s altas autoridades del lugar. La recepci¨®n incluye una serie tal de brindis que Ding Gou'er acaba totalmente borracho, estado que pr¨¢cticamente no abandonar¨¢ hasta el fin de la novela, y Mo Yan se vale, como autor, de la embriaguez para meterlo en las m¨¢s disparatadas aventuras porque la historia de Ding es, a la vez, la novela que Mo Yan est¨¢ escribiendo. El propio Mo Yan, que acude al final a la Tierra del Vino y los Licores invitado a instancias de su disc¨ªpulo, acaba agarrando tal cogorza que nos obsequia con un mon¨®logo final que es tambi¨¦n un homenaje al mon¨®logo final de la se?ora Bloom en el Ulises de Joyce.
La escritura de Mo Yan se basa en el uso de los s¨ªmbolos, como es tradici¨®n en la literatura china (el peque?o demonio, el ni?o de piel escamosa...) y en una sobreabundancia de im¨¢genes que se suceden sin interrupci¨®n. Su s¨¢tira -sobre el poder, la corrupci¨®n, la obsesi¨®n por la comida y la bebida, la estructura social china, la burocracia y la Administraci¨®n, la picaresca de los cargos pol¨ªticos...- es no s¨®lo demoledora sino que se apoya adem¨¢s en una falta de delicadeza en todo conforme a la vivencia de los personajes. Es grosero y brutal en la expresi¨®n, no tiene el menor reparo en llevar al extremo el dur¨ªsimo humor que practica, lleno de descripciones desagradables cuando son necesarias y proclives a lo grotesco, no las escamotea. Es posible que resulte a veces algo reiterativo para el lector acostumbrado a la escritura occidental, pero es su manera de contar. El resultado es un libro tan divertido como aparentemente incoherente que, sin embargo, mantiene con enorme habilidad la esencia del prolijo relato: el absurdo de la existencia en un pa¨ªs sometido a un control total y la fluencia de la vida dentro de semejante encerrona.
La historia de Ding Gou'er que Mo Yan relata es un alarde de inventiva. En paralelo a ella, los relatos de Li Yidou cumplen con la misi¨®n de mostrar un estilo de vida provinciano en un tono realista que establece el adecuado contraste con las estramb¨®ticas aventuras del investigador, uno de los personajes m¨¢s in¨²tiles y conmovedores a la vez con que podemos toparnos como lectores. En buena parte, el excelente resultado de esta novela se debe a que Mo Yan demuestra haber le¨ªdo muy bien a Kafka, al utilizar la t¨¦cnica de contar un suceso o serie de sucesos fant¨¢sticos con el m¨¢s depurado realismo (de ah¨ª surge la inmortal Metamorfosis), creando una suerte de relato sincopado de una gran efectividad expresiva. El resultado de todo ello es una historia subversiva, disparatada y tronchante que, a base de echar cortinas de humo sobre el verdadero sentido de la narraci¨®n, consigue acabar exponi¨¦ndolo con la habilidad de un consumado prestidigitador.
Queda una ¨²ltima duda: la novela fue publicada originariamente, tras varias dificultades, en Taiwan con el t¨ªtulo Jiu Guo, pero la versi¨®n espa?ola procede de la traducci¨®n inglesa publicada en 2000. Viene, pues, a nuestras manos por idioma interpuesto. Hasta qu¨¦ punto haya podido perderse una parte del sabor original del libro es algo que conviene se?alar, ya que no se puede evaluar. Pero, en todo caso, Mo Yan demuestra ser, hoy por hoy, un escritor a la altura de los mejores de nuestra ¨¦poca.
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