Tuitea que algo queda
Las redes sociales dominan nuestras vidas. Aupadas en la idea de que nos permitir¨ªan mayor libertad de expresi¨®n, muestran cada vez m¨¢s sus afiladas dentelladas de problemas. Lo que en un principio surgi¨® como un divertimento, capaz de unir a las parejas matando horas antes de la comida de Navidad con los suegros, ha ido creciendo hasta devorar espacio en la prensa, la televisi¨®n y la psique de sus usuarios. En nuestro pa¨ªs el ¨²ltimo esc¨¢ndalo Twitter, el de Jordi Gonz¨¢lez contra una miembro de la red social en defensa de la candidata transexual Carla Antonelli, se suma al de varios varones entre los 30 y 50 a?os que levantan un nuevo conflicto masculino: ?se vuelven m¨¢s locos los varones que superan los 30 en este miniblog? S¨ª, porque Twitter les ofrece una f¨®rmula para resultar atractivos. El poder de la opini¨®n.
Expresarse en Twitter ofrece un estilo que recuerda a la prensa amarilla
Triunfa Paris Hilton, que tiene tres millones de seguidores
Expresarse en Twitter ofrece un estilo que recuerda a los titulares de prensa amarilla, directo, sin contemplaci¨®n. ?Qui¨¦n no ha querido ser director de un medio de comunicaci¨®n, una publicaci¨®n se?era, en los tempranos 20, un programa de televisi¨®n en los eternos 40? Twitter, sin anunciarlo, ofrece esa ¨²ltima esperanza medi¨¢tica: ser el due?o de todos tus titulares, todas tus opiniones.
Cuando empec¨¦ en esta Twitter coincidi¨® con el anuncio p¨²blico de Ricky Martin y su homosexualidad. Colegas suyos como Alejandro Sanz, Juanes y Bisbal le enviaban mensajes de admiraci¨®n. Pens¨¦ que si tuiteaba un "Ricky, por Latinoam¨¦rica, gracias", pasar¨ªa a formar parte de un c¨®nclave de amigos que se tuitean cosas ch¨¦veres. No recib¨ª jam¨¢s respuesta. Ni siquiera una invitaci¨®n a seguirles.
Sin embargo, cuando fui v¨ªctima de un asalto a mano armada en Caracas, delante de la casa de mis padres, cont¨¦ lo sucedido y al d¨ªa siguiente entr¨¦ en directo desde mi ciudad en El hormiguero. Pablo Motos me pregunt¨® si los asaltantes eran, al menos, guapos. El p¨²blico en el plat¨® aplaudi¨® a rabiar ahogando mi negativa. Hab¨ªamos establecido una conexi¨®n, que consiste en una informaci¨®n r¨¢pida, de alcance global, y risa asegurada. La combinaci¨®n es importante recordarla: en Twitter todo es de profundidad relativa.
El fen¨®meno al que se suma el Twitter reivindicativo y exasperado de Gonz¨¢lez, harto de comentarios intolerantes hacia la figura de Antonelli por parte de otro comunicador, subraya desahogo pero considerablemente p¨²blico, dado que en la Red cualquier opini¨®n puede retuitearse ilimitadamente hasta crear una de las panaceas secretas de la Red: el llamado trending topic. Este podr¨ªa traducirse como t¨®pico de moda, m¨¢s que de inter¨¦s. Y ser uno de esos t¨®picos, o crearlo, infiere al tuitero esa sensaci¨®n de poder sobre la opini¨®n, sus seguidores y, en ¨²ltima instancia, el mundo que se supone postrado.
Gonz¨¢lez se ha disculpado en su Twitter de su propio Twitter, pero casi seguro cubrir¨¢ el incidente en su programa de televisi¨®n. Lo mismo har¨¢ el ofendido propulsor de la controversia en otra cadena privada. Antonelli tambi¨¦n aunar¨¢ centimetraje a su candidatura. En ning¨²n momento el conflicto latente, la intolerancia urdida por unos y se?alada por otros, conseguir¨¢ soluci¨®n.
Gonz¨¢lez se suma a un elenco amplio de famosos nacionales hu¨¦rfanos de un protocolo que les gu¨ªe en Twitter. La foto de los Piquera, como se bautiza la pareja Shakira-Piqu¨¦, al final convirti¨® en trending topic al chico de la camisa le?adora indicando con sus ¨ªndices el tama?o de algo, presente o no en la foto. El apoyo de Bisbal al fin de las revueltas en Egipto, para que las pir¨¢mides no est¨¦n solas, tambi¨¦n alcanz¨® esa anhelada categor¨ªa gracias a burlas tremendas hacia el cantante. La cuasi retransmisi¨®n del conflicto pos ley Sinde por parte de Alex de la Iglesia y las bromas poco afortunadas de Nacho Vigalondo han consolidado a la Red misma como el gran, absoluto, trending topic.
Es probable que se trate de una explosi¨®n narcisista. En este nuevo orden mundial, no marcan mucho las ideolog¨ªas, lo que de verdad importa es adquirir seguidores.
La situaci¨®n recuerda mucho esa gran pel¨ªcula Chantaje en Broadway (Alexander Mackendrick, 1957), donde Burt Lancaster explota a Tony Curtis para que chantajee a un boxeador mientras ¨¦l lo cubre de injurias en su columna de prensa, recreando brillantemente los paisajes de la manipulaci¨®n p¨²blica. En la pel¨ªcula los culpables pagan, hay una justicia. En Twitter la que triunfa es Paris Hilton. La treinta?era precoz tiene tres millones de seguidores. Sus tuits son b¨¢sicamente sobre cenas y comidas con sus novios y las muchas reuniones para promocionar sus negocios. Uno de sus perfumes se llama Heredera, en un hallazgo de creatividad. D¨ªa tras d¨ªa, lo mismo.
Lo que gana seguidores es cultivar la m¨¢s grande banalidad dentro de una atm¨®sfera familiar, con opiniones democr¨¢ticas. Espa?a, que siempre es diferente, aporta ahora su especial salsa de reivindicaciones y desaguisados. Bienvenidos, el mundo del trending topic es libre. No en balde ha surgido en la era Obama.
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