V¨ªctimas de la contaminaci¨®n
Los datos que proporciona la prensa acerca de las situaciones de alarma por contaminaci¨®n atmosf¨¦rica a que est¨¢n sometidas las ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia han provocado la reacci¨®n de una de las Administraciones (la alcald¨ªa de Madrid) a recomendar encarecidamente a los ciudadanos que renuncien temporalmente al uso del autom¨®vil privado para sus desplazamientos. Seg¨²n parece, pese a la recomendaci¨®n, el tr¨¢fico en los d¨ªas siguientes al aviso no se ha visto disminuido en manera significativa. Se ha valorado el seguimiento de la recomendaci¨®n en el 0%.
La contaminaci¨®n atmosf¨¦rica se produce en las grandes ciudades como consecuencia de las emisiones de fuentes contaminantes; generalmente las cinco sustancias que sirven como indicadores de la contaminaci¨®n urbana son: mon¨®xido de carbono, ¨®xidos de azufre, ¨®xidos de nitr¨®geno, hidrocarburos y part¨ªculas. Se sabe que la principal fuente de contaminaci¨®n urbana es el autom¨®vil privado. Sin embargo, la mayor¨ªa de nuestras ciudades han optado por considerar el autom¨®vil como medida de todas las cosas; todo en las ciudades se planifica en torno al uso del auto. En condiciones normales de la atm¨®sfera -los estados m¨¢s frecuentes- la contaminaci¨®n se dispersa m¨¢s o menos r¨¢pidamente seg¨²n las condiciones de los vientos; las emisiones que suelen ser gases de escape calientes, flotan en el aire y ascienden dispers¨¢ndose en altura; el ascenso de gas caliente hace que ¨¦ste vaya enfri¨¢ndose en altura, pero siempre manteniendo alg¨²n grado m¨¢s que la atm¨®sfera a la que atraviesan que tambi¨¦n suele estar m¨¢s fr¨ªa cuanto m¨¢s alta. Pero de vez en cuando, m¨¢s frecuentemente en invierno, con anticicl¨®n estacionario y con lo que se considera buen tiempo meteorol¨®gico, se produce un fen¨®meno que se denomina "inversi¨®n t¨¦rmica" que consiste en que en algunas capas altas-medias de la atm¨®sfera la temperatura no desciende uniformemente con la altitud sino que en alg¨²n punto de la vertical el aire est¨¢ m¨¢s caliente que el de m¨¢s abajo. Los anticiclones estables propician esta situaci¨®n; es como si desde la alta atm¨®sfera se remachase la columna de aire y el efecto del golpe provocase un calentamiento descendente que invierte el sentido natural de la curva de temperatura.
Las estad¨ªsticas son concluyentes: La suciedad del aire es la causante de muertes
En esas condiciones las emisiones no se dispersan y provocan inmisiones (la presencia medible de los contaminantes dentro de una la atm¨®sfera concreta) que van aumentando la concentraci¨®n por encima de los valores que se consideran peligrosos para la salud. En general, la contaminaci¨®n provoca molestias manifiestas para la mayor¨ªa de la gente pero puede llegar a representar riesgos serios para las personas que padecen alguna enfermedad cardiorespiratoria provocando desequilibrios e incluso acelerar crisis y muerte. Y aunque no resulte f¨¢cil identificar una relaci¨®n individual de causa-efecto entre contaminaci¨®n y fallecimiento de una persona concreta, es muy f¨¢cil interpretar la situaci¨®n mediante sencillas estad¨ªsticas.
Veamos c¨®mo resulta muy sencillo realizar algunos c¨¢lculos que permitir¨ªan interpretar el da?o sobre la salud p¨²blica que provocan determinados episodios de contaminaci¨®n: De acuerdo con datos conocidos la esperanza de vida al nacer en nuestro entorno viene a estar alrededor de los 80 a?os, es decir, de aproximadamente 30.000 d¨ªas. Considerando una poblaci¨®n imaginaria que tuviera una poblaci¨®n estable de 30.000 habitantes all¨ª deber¨ªa morir solamente una persona cada d¨ªa para mantener su demograf¨ªa (y celebrar un solo nacimiento diario). Proporcionalmente, los tres millones de habitantes de Madrid pueden esperar unos cien fallecimientos diarios. La estad¨ªstica de los grandes n¨²meros es muy tozuda y, en general, parece que los datos que acabamos de dar no est¨¢n lejos de la realidad.
Sin embargo, creo recordar que, en 1982, en un episodio de inversi¨®n t¨¦rmica semejante a la actual y que se mantuvo estable durante dos semanas, fueron superados varios de los l¨ªmites de contaminaci¨®n que establecen las normas sanitarias internacionales, la prensa habl¨® de que en la primera semana se hab¨ªan producido unos 700 fallecimientos por encima de lo esperado. Es decir, se hab¨ªa duplicado la tasa diaria de fallecimientos.
La relaci¨®n causa-efecto no podr¨¢ seguirse persona a persona; los fallecimientos de gente delicada seguramente se producen finalmente en cualquier caso. Pero los datos, considerando las estad¨ªsticas de los grandes n¨²meros, pueden ser concluyentes y la contaminaci¨®n es sin duda la causante de esas muertes anunciadas. Siendo tan clara la relaci¨®n, ?c¨®mo no es posible interpretar como habr¨ªa que distribuir las responsabilidades?
Eduardo Peris Mora es Catedr¨¢tico de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia.
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