La crisis de Bahr¨¦in pone a prueba la 'doctrina Obama' ante el cambio ¨¢rabe
EE UU pide al Gobierno del reino contenci¨®n y reformas democr¨¢ticas
Obligado a ser consecuente con su pol¨ªtica de promoci¨®n de la democracia en Oriente Pr¨®ximo, Estados Unidos pidi¨® ayer contenci¨®n y reformas al Gobierno de Bahr¨¦in, sede de la V Flota norteamericana y uno de los m¨¢s estrechos y sensibles aliados en la regi¨®n. La Casa Blanca asegur¨® que su pol¨ªtica respecto a las protestas en Bahr¨¦in y en otros pa¨ªses ¨¢rabes ser¨¢ "reflejo" de la que sostuvo en el caso de Egipto: "No dictamos las soluciones, pero defendemos nuestros valores".
"Creemos firmemente que la violencia no es la respuesta apropiada contra gente que expresa pac¨ªficamente sus leg¨ªtimas reclamaciones y deseos de participar en el proceso pol¨ªtico", declar¨® el portavoz de la presidencia norteamericana, Jay Carney, aludiendo a la actuaci¨®n del Ej¨¦rcito de Bahr¨¦in contra los manifestantes en la capital del pa¨ªs, Manama.
El pa¨ªs petrolero alberga a la V Flota y sirve de observatorio sobre Ir¨¢n
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, telefone¨® ayer al ministro de Relaciones Exteriores de Bahr¨¦in, jeque Jaled bin Ahmed al Califa, para "expresarle la profunda preocupaci¨®n por los recientes acontecimientos y urgirle a mantener contenci¨®n", seg¨²n ella misma inform¨®.
Barack Obama no se hab¨ªa puesto en contacto a¨²n con representantes del Gobierno del reino ni hab¨ªa previsto ninguna declaraci¨®n suya sobre el tema. El Pent¨¢gono se limit¨® a comentar que segu¨ªa de cerca los acontecimientos en ese peque?o y estrat¨¦gico pa¨ªs, situado en el punto neur¨¢lgico de las mayores reservas de petr¨®leo del mundo.
La crisis del reino es una prueba may¨²scula sobre la sinceridad de la pol¨ªtica norteamericana en la regi¨®n. Aunque no tiene el significado hist¨®rico ni el peso pol¨ªtico de Egipto, Bahr¨¦in es un pilar para la protecci¨®n de la seguridad en Oriente Pr¨®ximo y de los intereses de EE UU en la zona.
Adem¨¢s de ser el albergue de la V Flota norteamericana que vigila el Golfo y el estrecho de Ormuz, la concentraci¨®n militar en Bahr¨¦in, donde se re¨²nen varias fuerzas navales que patrullan el ?ndico, con submarinos y portaaviones incluidos, ha sido decisiva en las dos guerras contra Irak y ser¨ªa vital ahora en el caso de una confrontaci¨®n con Ir¨¢n.
Como demostraron los documentos del Departamento de Estado obtenidos por Wikileaks, Bahr¨¦in es el punto central en el seguimiento de la situaci¨®n pol¨ªtica en el vecino r¨¦gimen isl¨¢mico. Esos papeles pusieron tambi¨¦n en evidencia otra condici¨®n esencial de ese peque?o reino: la lealtad de su casa real. Ha sido el rey de Bahr¨¦in quien con m¨¢s ¨¦nfasis ha defendido en los ¨²ltimos a?os la necesidad de acabar con el programa nuclear iran¨ª, aunque sea mediante el uso de la fuerza.
Para Washington, adem¨¢s, Bahr¨¦in, donde la familia dirigente conduce un r¨¦gimen autocr¨¢tico blando que se ha permitido en el pasado una cierta apertura democr¨¢tica, era un ejemplo de c¨®mo se pod¨ªa liberalizar Oriente Pr¨®ximo. En diciembre de 2010, durante una visita a Manama, Hillary Clinton se manifest¨® "impresionada por el compromiso que el Gobierno de Bahr¨¦in tiene con la v¨ªa democr¨¢tica".
Ese aperturismo suena hoy raqu¨ªtico ante los nuevos est¨¢ndares democr¨¢ticos marcados por Egipto y reclamados ya por la poblaci¨®n del reino, entre otros muchos pa¨ªses ¨¢rabes. EE UU se ve por tanto ante el reto de apoyar las protestas con riesgo de desestabilizar el r¨¦gimen que da acogida a su fuerza militar en el Golfo o respaldar a ese r¨¦gimen y convertir en papel mojado todas las promesas de democracia hechas por Obama en los ¨²ltimos d¨ªas.
Esto ¨²ltimo es inconcebible. Obama est¨¢ condenado a aplicar su propia doctrina en Oriente Pr¨®ximo. Si lo que es verdad para Egipto tiene que ser verdad en Ir¨¢n, como dijo el martes, tambi¨¦n tiene que ser verdad en Bahr¨¦in, en Jordania y qui¨¦n sabe si alg¨²n d¨ªa en Arabia Saud¨ª.
De momento, Washington est¨¢ manejando este punto de la crisis con especial prudencia. El portavoz de la Casa Blanca se neg¨® ayer a repetir para Bahr¨¦in el llamamiento a una transici¨®n pac¨ªfica que se hizo para Egipto. El r¨¦gimen de Bahr¨¦in, seg¨²n los expertos, parece tener m¨¢s flexibilidad que Hosni Mubarak para una evoluci¨®n democr¨¢tica sin ruptura. Probablemente ese sea el camino que busque Obama antes de un pronunciamiento m¨¢s claro. La ¨²ltima palabra, en todo caso, la van a tener los manifestantes de Bahr¨¦in. En el mundo ¨¢rabe hoy, la iniciativa la tiene el pueblo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.