"Creo en Al¨¢, pero ?por qu¨¦ renunciar a mis derechos?"
"Las musulmanas no tenemos por qu¨¦ elegir entre la igualdad y ser creyentes. Lo que se opone al mensaje del Cor¨¢n es el machismo isl¨¢mico". Quien habla es Ndeye And¨²jar (Barcelona, 1972), reconocida como una de las 10 mujeres musulmanas m¨¢s influyentes de Europa en 2010. En contra de lo que podr¨ªa sugerir su nombre, no se trata de una inmigrante magreb¨ª afincada en Espa?a, sino de una catalana, hija de un almeriense y una francesa, convertida al islam.
And¨²jar, que pas¨® por la Casa ?rabe de Madrid para recoger el premio, no conoce la capital, as¨ª que se deja aconsejar. Quedamos en un marroqu¨ª cercano a su hotel. "No suelo comer en ¨¢rabes, pero me encanta variar", comenta. Pide una t¨ªpica ensalada como entrante. "Es que los tomates me vuelven loca".
Es una de las musulmanas m¨¢s influyentes, seg¨²n un 'lobby' isl¨¢mico
Precisamente, mostrar la variedad es lo que busca la red CEDAR, un lobby de profesionales musulmanes europeos, que ha otorgado ese reconocimiento a una decena de mujeres que profesan esta fe con diferentes perfiles: activistas, profesoras, abogadas... "Hay que romper con la imagen monol¨ªtica de todas iguales, todas con velo", dice. "Pero para eso necesitamos espacios donde dar nuestra opini¨®n. Esto no ocurre cuando se hace un debate sobre el uso del velo y escuchamos a un psic¨®logo, a un educador o a un periodista, y no se le da la palabra a mujeres musulmanas para que se expresen por ellas mismas".
Para buscar un espacio de encuentro entre quienes pensaban como ella, organiz¨® en Barcelona el I Congreso de Feminismo Isl¨¢mico que se hizo en Europa. La cuarta edici¨®n fue en octubre en Madrid. "Cuando empezamos, en 2005, el feminismo isl¨¢mico ni siquiera era un t¨¦rmino que se utilizara a nivel internacional", afirma. Y queda mucho por hacer, como se est¨¢ demostrando en los acontecimientos en el mundo ¨¢rabe: "No estoy nada esperanzada con estas revoluciones desde el punto de vista de las mujeres", admite. "Las mujeres, cuando hacen falta, est¨¢n ah¨ª, pero cuando ya no las necesitan -en la transici¨®n, por ejemplo- se las deja de lado".
Llega el taj¨ªn de cordero. "Las ciruelas le dan un toque exquisito a la carne", asegura, para volver a hablar en tromba y olvidarse del plato. ?Qu¨¦ fue lo que le llev¨® a impulsar este congreso pionero? "Cuando me convert¨ª al islam, pens¨¦: yo tengo fe, creo que no hay m¨¢s dios que Al¨¢ y que Mahoma es su profeta, pero ?por qu¨¦ tengo que abdicar de mis derechos? Eso a m¨ª no me compensa". En su opini¨®n, el mensaje global del Cor¨¢n es de justicia e igualdad. Por eso, piensa que "el feminismo isl¨¢mico es una redundancia" y que "no hay que dar por hecho que si eres una mujer creyente tienes que ser sumisa". Opiniones como la suya se han escuchado en estos congresos, en boca de profesoras y activistas de todos los continentes.
Ni caf¨¦ ni postre. No tiene tiempo. Tampoco le sobra en su vida diaria. Compagina estas actividades con la vicepresidencia de la Junta Isl¨¢mica Catalana, su puesto como jefa de estudios y profesora del posgrado Experto en cultura y religi¨®n isl¨¢mica en la Universidad Camilo Jos¨¦ Cela y su labor en WebIslam, p¨¢gina de referencia en espa?ol de este colectivo de la que adem¨¢s ha sido directora. "Y todo esto, en mis ratos libres, porque mi trabajo es ser profesora de Secundaria en Francia". Entonces, ?merece la pena tanto esfuerzo? "Toda mi lucha tiene que ver con el futuro de mis hijas; intentar¨¦ dejarles un mundo un poco mejor del que nos hemos encontrado".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.