CiU da marcha atr¨¢s

"La intenci¨®n es volver al punto inicial". Eso busca el presidente de la Generalitat Artur Mas. Quiere que la guerra abierta entre concesionarios y fabricantes de coches se disuelva como si nunca se hubiera aprobado la nueva regulaci¨®n estatal, que establece que las marcas deben recomprar a los vendedores los coches que no hayan vendido en un plazo de 60 d¨ªas. Una normativa que solivianta a la patronal de fabricantes Anfac y que, por ir¨®nico que parezca, teniendo en cuenta que las f¨¢bricas automovil¨ªsticas son clave en la industria catalana, sali¨® adelante gracias a que CiU le dio su apoyo en Madrid la pasada semana.

Mas anunci¨® ayer un parche para el pinchazo del autom¨®vil: plate¨® la necesidad de elaborar una nueva ley de distribuci¨®n comercial para "reequilibrar" el sector. Una normativa que, defendi¨®, debe servir para encontrar un punto de uni¨®n entre fabricantes, proveedores, importadores y distribuidores. El punto de retorno a la situaci¨®n anterior a la moci¨®n que apoy¨® CiU (y que fue presentada por BNG y PNV y tambi¨¦n logr¨® el respaldo del PP) pasar¨¢ as¨ª por aprobar una nueva ley "en pocos meses" que deshaga el desaguisado.

Duran i Lleida admite que la norma es "muy dura" con los fabricantes

Mientras esa posible nueva regulaci¨®n se materializa, el presidente trat¨® de calmar las aguas. Se reuni¨® con el presidente de Anfac, Francisco Garc¨ªa, patronal representante entre otros, de Seat y Nissan, afincados en Catalu?a. Tambi¨¦n mantuvo conversaciones con Aniacam, que acudi¨® en nombre de los importadores de veh¨ªculos. Ambas agrupaciones llevan d¨ªas poniendo el grito en el cielo ante la posibilidad de tener que recomprar su producto a los concesionarios si no tiene ¨¦xito de ventas.

La propuesta que Mas lanz¨® ayer no solo se desmarca de la norma respaldada por su partido, sino que adem¨¢s va en la l¨ªnea de la idea del ministro Miguel Sebasti¨¢n. En un encuentro que Sebasti¨¢n mantuvo con representantes de las comunidades aut¨®nomas, pidi¨® a los gobiernos que se dirigieran a sus fuerzas parlamentarias, con el fin de encontrar una situaci¨®n "de reequilibrio" que agrade a todas las partes. Mientras, Josep Antoni Duran i Lleida, en Madrid tambi¨¦n recul¨® y abraz¨® la l¨ªnea de la negociaci¨®n, al asegurar por la tarde que "comparte" la intenci¨®n del Ministerio de Industria de revisar la legislaci¨®n. Hay que "hacerla m¨¢s admisible" ya que, seg¨²n admiti¨®, la modificaci¨®n aprobada la pasada semana por el Congreso es "muy dura" para los fabricantes.

El sector del autom¨®vil es una pieza clave de la industria catalana. Representa el 7,5% del PIB de Catalu?a, y genera una ocupaci¨®n de 160.000 personas (50.000 directos), con un volumen de negocio de 15.000 millones de euros en 2010. El sector realiza el 20% del gasto total en I+D que se lleva a cabo en toda Catalu?a. ?Por qu¨¦ entonces CiU, que ahora busca el "entendimiento" impuls¨® una medida que la industria rechaza? Josep S¨¢nchez Llibre, diputado de CiU en Madrid, es uno de los grandes defensores de este gremio frente a las potentes marcas fabricantes y ha expresado desde hace a?os su apoyo a normativas que "dinamicen las ventas", como la ampliaci¨®n de ayudas a la compra de veh¨ªculos. El pol¨ªtico, defensor de la iniciativa, es adem¨¢s un habitual en encuentros del sector de la venta de coches, a los que acude como experto y conferenciante y ha compartido mesa de debate en varias ocasiones con Antonio Romero-Haupold, presidente de Faconauto. Con Jaume Roura i Calls, presidente de Fecavem (Federaci¨®n Catalana de Vendedores de Veh¨ªculos a Motor) le une una amistad. Ambos son naturales de Vilassar de Mar (Maresme), y Roura lleg¨® en 1999 a presentarse como alcalde de la localidad por CiU.

Desde que se dio a conocer la nueva normativa, fabricantes y concesionarios pusieron a trabajar a sus lobbies. Han lanzado predicciones en ambos sentidos: seg¨²n las patronales de los concesionarios, sin miedo a acumular existencias, la norma ayudar¨¢ a proteger miles de empleos y abaratar¨¢ los coches entre 400 y 500 euros. Seg¨²n la patronal de los fabricantes, el riesgo de tener que recomprar coches complicar¨¢ las previsiones de las marcas y las podr¨ªa llevar incluso a revisar planes de inversi¨®n en sus f¨¢bricas.