Assange, a Suecia
La extradici¨®n del fundador de WikiLeaks no puede ser antesala de su entrega a EE UU
La justicia brit¨¢nica ha decidido en primera instancia extraditar a Suecia al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, para responder de la denuncia por coacci¨®n, violaci¨®n y acoso sexual de dos mujeres con las que mantuvo relaciones sexuales. Assange considera falsa la denuncia, pero que lo sea o no es algo que corresponde dilucidar a la justicia, por lo que no le queda otra opci¨®n que colaborar con ella para defenderse de tales acusaciones.
Lo que ha distorsionado este asunto, haci¨¦ndolo sospechoso, es que la denuncia ha coincidido con el enorme enfado de Washington por la filtraci¨®n de m¨¢s de 250.000 documentos del Departamento de Estado y la posibilidad de juzgar a Assange en territorio norteamericano por espionaje y revelaci¨®n de secretos oficiales. Hay motivos para que Assange tema que su extradici¨®n a Suecia sirva de trampol¨ªn para su entrega a EE UU por una actividad amparada por la libertad de informaci¨®n. Uno de ellos es la rapidez con que Suecia solicit¨® su extradici¨®n, sin que la fiscal¨ªa sueca le hubiera interrogado previamente y sin que la justicia formulara cargo alguno. Habr¨ªa levantado menos sospechas que la extradici¨®n se hubiera solicitado despu¨¦s de que la fiscal¨ªa sueca hubiera o¨ªdo la versi¨®n de Assange, un tr¨¢mite que podr¨ªa haberse llevado a cabo en Londres tras su detenci¨®n en diciembre pasado.
La defensa de Assange va a recurrir. Todav¨ªa es posible que las instancias judiciales brit¨¢nicas exijan mayores garant¨ªas y cauciones que eviten que la extradici¨®n de Assange a Suecia parezca una extradici¨®n en blanco. Preocupa que Suecia no descarte la entrega de Assange a EE UU, asegur¨¢ndole un juicio justo pues, de no serlo, intervendr¨ªa el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. No importa que Assange no sea ciudadano norteamericano ni funcionario y se da por bueno que un pa¨ªs contrario a aplicar la jurisdicci¨®n universal a los suyos exporte su justicia al exterior cuando le interesa.
WikiLeaks no ha filtrado secretos oficiales; los ha divulgado amparado en el derecho a la libertad de informaci¨®n. Ha aireado as¨ª los entresijos del poder, pero tambi¨¦n ha servido de revulsivo para el periodismo poniendo en valor su funci¨®n de intermediaci¨®n responsable entre el hecho noticioso y el ciudadano. As¨ª lo pusieron de manifiesto el mi¨¦rcoles en Madrid los directores de los cinco medios internacionales, reunidos por iniciativa de EL PA?S, que publicaron los cables de WikiLeaks.
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