Tecnolog¨ªa para la superstici¨®n

Todos sabemos que hay multitud de leyes que se incumplen sistem¨¢ticamente y que el Estado nada ve, y si ve nada dice, y si dice, nada hace. El Ministerio de Industria es uno de los mayores ciegos, sordos y mudos. Bien es cierto que su titular, Miguel Sebasti¨¢n, anda ocupado en otras cosas, entre ellas planes de ahorro energ¨¦tico que incluyen medidas de discutible efecto.

Pero la televisi¨®n, y ese gran invento que es la TDT, depende de su Ministerio. Singular hallazgo, gracias a cuya sofisticada tecnolog¨ªa podemos disfrutar en nuestros televisores de hordas previas a la Ilustraci¨®n, pertrechadas de t¨²nicas doradas, cartas del tarot y patas de conejo dispuestas a asegurarnos un futuro de leche y miel, donde los amantes siempre regresan y nadie enferma o sufre. Y todo ello, sin referirnos a esos programas donde la extrema derecha y sus apocal¨ªpticos cornetas campan a sus anchas.

Esta verg¨¹enza est¨¢ al alcance de cualquier mando a distancia, incluido el del titular de Industria. Est¨¢n las emisoras ilegales -hay que tener valor para dejar que funcione algo ilegal a la vista de cientos de miles de espectadores- y las legales que ceden a esta barbarie horas nocturnas o les permiten utilizar, previo pago, restos de su banda. Ni con unas ni con otras hace absolutamente nada Industria para el cumplimiento de la Ley General de la Comunicaci¨®n Audiovisual, de 2010, que proh¨ªbe emitir "contenidos relacionados con el esoterismo y las paraciencias".

Pero es que esta misma ley precisa que "los operadores tendr¨¢n responsabilidad subsidiaria sobre los fraudes que se puedan producir a trav¨¦s de estos programas". ?Los grupos de comunicaci¨®n que los acogen se hacen responsables de los enga?os de esos chamanes o esas echadoras de cartas que garantizan la curaci¨®n del hijo? ?Es aceptable que esta bazofia no tenga respuesta alguna de quienes cobran para hacer cumplir las leyes?

El dial resintonizado de la TDT se ha convertido, fuera de las emisoras regulares, en un cat¨¢logo de frikis de la religi¨®n, de la pol¨ªtica y de la astrolog¨ªa. Dice el ministro de Industria que somos la vanguardia de Europa. Ser¨¢ en el regreso al pleistoceno.