Alquilar coche a un extra?o

Si en 2009 explotaron las redes sociales y en 2010 las tiendas de fuera de temporada online, este a?o, entre cup¨®n descuento, se est¨¢ propagando un nuevo y pr¨¢ctico servicio en la Red (nuevamente, al margen de las reglas establecidas): el alquiler del coche entre particulares.

A un lado, el propietario de un coche que lo usa solo unas horas al d¨ªa; al otro, alguien que necesita uno pero no puede o no quiere comprarlo. En el medio, como siempre, Internet.

Las webs que ponen en contacto a una y otra parte se est¨¢n extendiendo r¨¢pidamente. Es el llamado P2P car sharing, como se conoce a este fen¨®meno en ingl¨¦s. En EE UU Google ya le ha visto el potencial y ha invertido hace un mes en RelayRides, una nueva empresa que opera en Boston y San Francisco.

En la web se da de alta el coche con la franja horaria y precio de alquiler

En Espa?a no est¨¢ el sistema, pero s¨ª hay p¨¢ginas para compartir veh¨ªculo

En Londres, WhipCar empez¨® en mayo y ya cuenta con mil particulares dispuestos a alquilar su coche en 450 pueblos y ciudades de Reino Unido. En Francia, las firmas Deways y Livop han replicado la idea y en Alemania la web Tamyca ha hecho lo mismo. En Espa?a, de momento, nadie se lanza.

"El mayor obst¨¢culo es cambiar el comportamiento de los consumidores. No est¨¢n acostumbrados a alquilar un coche a un extra?o en Internet, pero en cuanto lo prueban y ven que funciona repiten", asegura desde Londres Vinay Gupta, de 33 a?os, cofundador de WhipCar, que est¨¢ convencido que algo as¨ª tambi¨¦n podr¨ªa funcionar en nuestro pa¨ªs.

En teor¨ªa es sencilla. Los propietarios dan de alta su coche en esta web y deciden en qu¨¦ franjas horarias y a qu¨¦ precio desean alquilarlo. Los horarios son flexibles, desde tres horas a la semana o d¨ªas completos. En Reino Unido, como en otros lugares, los coches se usan entre una y dos horas al d¨ªa. El resto es tiempo muerto al que, gracias a la Red, se puede sacar partido.

Los conductores que necesiten un coche pueden encontrarlo por entre 30 y 40 libras (35-47 euros) al d¨ªa. En las compa?¨ªas tradicionales con flota de veh¨ªculos propios cuesta el doble. "Cobramos un 15% de la transacci¨®n y tres libras (3,5 euros) al conductor. Incluye un seguro de hasta 500 libras", dice Gupta.

El sistema procesa los pagos entre particulares. Al final, dado el componente local de la idea, uno suele acabar alquilando la m¨¢quina al vecino de al lado, lo que hasta ayuda a socializar.

El auge de estas iniciativas tiene una explicaci¨®n: acceder temporalmente a un producto o servicio en vez de comprarlo gana adeptos. Y no solo para contenidos digitales, m¨²sica, series o videojuegos, tambi¨¦n para objetos y de valor como los coches.

Primero empezaron las compa?¨ªas tradicionales de alquiler de veh¨ªculos por horas, con la pionera Zipcar en EE UU, los grandes operadores y versiones espa?olas como Avancar, Conduzco o Ibilkari. Pero ahora la nueva hornada de webs aprovecha la desintermediaci¨®n de la Red para conectar directamente a personas, a propietarios y conductores, fomentando el llamado consumo colaborativo.

En Espa?a nadie se ha lanzado con esta modalidad pero s¨ª crece una corriente similar denominada carpooling, es decir, compartir viaje y gastos con desconocidos, algo com¨²n desde hace a?os en EE UU y pa¨ªses n¨®rdicos. "Ponemos en contacto a trav¨¦s de Internet a personas que tienen trayectos similares para que aprovechen sus coches, no conduzcan solas y ahorren dinero", dice Diego Hidalgo, fundador de la madrile?a Amovens.

Hidalgo cree que en Espa?a se da m¨¢s importancia a la propiedad. "La idea de compartir coche es todav¨ªa chocante, pero se va abriendo camino". Decenas de empresas y universidades usan ya el sistema de Amovens (tambi¨¦n Viajarjuntos, Shareling o BusVao) para que empleados y estudiantes viajen juntos, ahorren dinero y, de paso, energ¨ªa, y reduzcan la contaminaci¨®n.