La intenci¨®n estaba ah¨ª
En mayo de 1989, Isabel Preysler acud¨ªa a una visita con su m¨¦dico, embarazada de su hija con Miguel Boyer. En un coche pr¨®ximo, otra hija esperaba. Al divisarla, Paloma Ruiz-Mateos sali¨® rauda y arroj¨® contra la futura madre una tarta de crema. Preysler, ¨¢gil, ya hab¨ªa entrado a la consulta y la tarta impact¨® contra la puerta. Paloma sostendr¨ªa despu¨¦s que "hubiera deseado que la tarta le alcanzara la cara, solo lleg¨® al vestido".
La prensa conservadora opin¨® que los problemas de la familia Ruiz-Mateos con Miguel Boyer por la expropiaci¨®n de Rumasa deber¨ªan dirimirse en los tribunales. En el pa¨ªs de las pol¨¦micas, muchos dudaban del resultado de la intentona y deseaban ver la prueba. Isabel sali¨® de la consulta, impecable. Preguntada por el incidente, observ¨® que restos de la tarta afeaban la acera. "La intenci¨®n estaba ah¨ª", fue su respuesta.
Una hija de Ruiz-Mateos intent¨® agredir a Preysler hace 22 a?os
Las monjas de Zaragoza guardan su dinero con la est¨¦tica de 'Casino'
Ruiz-Mateos ha vuelto a la quiebra, 22 a?os despu¨¦s del incidente. Fiel a su histrionismo esc¨¦nico, el anuncio rodeado de sus hijos varones, similares al punto de la clonaci¨®n, ofrec¨ªa una imagen que por momentos parec¨ªa sustituir a las v¨ªrgenes soldados de Gadafi por este blindaje de encorbatados. En los d¨ªas siguientes los protagonistas de la foto decidieron hacer p¨²blicas las cartas no siempre respondidas entre los empresarios y sus banqueros, Emilio Bot¨ªn y Javier Peralta. Su lectura ha descubierto un fil¨®n para entender las vicisitudes de una familia muy cat¨®lica en un mundo dominado por el mal.
Las cartas pueden dividirse entre las que se escriben en ordenador, que evidencian enga?os amparados en mercadotecnia, y las m¨¢s jugosas, escritas en tarjetones con membrete neoaristocr¨¢tico y a mano por el propio Ruiz-Mateos. Tambi¨¦n pueden dividirse entre las que se env¨ªan a Bot¨ªn y las que recibe Peralta, donde el tono es siempre halag¨¹e?o pero matizando el nivel de importancia de cada uno. Bot¨ªn es propietario, Peralta, aunque jefe de riesgos, no deja de ser empleado.
Y tambi¨¦n pueden dividirse entre las que se escriben en los ¨²ltimos a?os de bonanza econ¨®mica y las que suceden despu¨¦s de la hecatombe de septiembre del 2008. En las fechadas en aquel todav¨ªa feliz 2007, Ruiz-Mateos env¨ªa unos DVD de fiestas familiares en C¨®rdoba. A medida que todos nos hundimos en la crisis, las cartas se oscurecen, las amenazas subyacen m¨¢s reveladoras, las peticiones m¨¢s ahogadas. La ¨²nica cosa que permanece igual son los tarjetones. En uno de ellos se cuela que la familia al completo ha concedido una misa en nombre del banquero en la capilla de su residencia, orando no se sabe si para bien o para mal a un banquero amigo que insiste en distanciarse.
En el mundo pagano, algunos dioses ten¨ªan la dualidad de otorgar el bien o infligir el mal. En esas misas privadas de los Ruiz-Mateos esta dualidad se exhibe envuelta en incienso. En marzo del 2010, los Ruiz-Mateos obsequian a Peralta con una talla de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, de donde es la abuela de Peralta.
Atrapados en el sincretismo (la inoculaci¨®n de lo divino con lo m¨¢gico), los Ruiz-Mateos asocian que la coincidencia puede indicar: "1) Probablemente a Castro le quede poca vida. 2) Probablemente abrir¨¦is una sucursal en la isla, y 3) Propagu¨¦is all¨ª la fe mariana". Ruiz-Mateos aparece como un empresario religioso que cree en los milagros, de la misma manera que un cham¨¢n amaz¨®nico cree en el aliento del tigre para enfrentar defensas territoriales. Cuando en el panorama no hay m¨¢s que desolaci¨®n, su febril mano en tinta negra suplica a Bot¨ªn "no nos dejes caer" casi emulando aquella misiva tambi¨¦n desesperada de la administradora de Gescartera, Pilar Gim¨¦nez-Reyna, anotando en su agenda "Dios, as¨ªstenos" ante el dedo de la ley apunt¨¢ndola directamente.
En un pa¨ªs mayoritariamente cat¨®lico, es l¨®gico que sus millonarios tambi¨¦n lo sean. Seguramente, no solo en la familia Ruiz-Mateos se cohesionen la fe y la acumulaci¨®n de riqueza. No solo a ellos les suceden desgracias. Unas monjas de Zaragoza han visto esfumarse alrededor de 450.000 euros de su convento. En un principio denunciaron el robo de 1,5 millones en "ahorrillos" en billetes de 500 y guardados en bolsas negras, adoptando una est¨¦tica entre el Casino de Martin Scorsese (1995) y Entre Tinieblas de Pedro Almod¨®var (1983).
El dinero, que no es nuestro Dios, era fruto de sus trabajos de encuadernaci¨®n, sin duda milagrosos. Y tambi¨¦n de las pinturas de una de ellas, Isabel Guerra, conocida como "la monja pintora". La confusi¨®n de n¨²meros es entendible al carecer de conocimientos serios de arquitectura financiera, aunque probablemente m¨¢s de un inversor quiera saber c¨®mo se consigue este milagro econ¨®mico. El dinero ha querido unirlo todo, a los Ruiz-Mateos y a las monjitas. Apena sospechar del entorno de las monjitas en el robo; uno desear¨ªa para ellas mejores compa?¨ªas. Y qu¨¦ mejor compa?¨ªa que la compa?¨ªa de Jes¨²s.
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