Rescate de la memoria hist¨®rica
Desde hace a?os colaboro con la asociaci¨®n andaluza de memoria hist¨®rica en la exhumaci¨®n de cad¨¢veres de personas asesinadas tras el golpe de Estado fascista de 1936 en nuestro pa¨ªs. He visto a pie de fosa llorar a muchos hombres y mujeres de avanzada edad mientras la tierra les devolv¨ªa despu¨¦s de 74 a?os de olvido los restos de su padre o hermano, enterrados como perros en cunetas dispersas por nuestros pueblos.
Ahora ando buscando a mi hermano, supuestamente arrebatado de los brazos de mi madre en el a?o 1963 en un hospital p¨²blico de Sevilla por una codiciosa e infame red de personas sin escr¨²pulos ni alma que despu¨¦s de informar a los padres del fallecimiento del beb¨¦, los entregaban en adopci¨®n a otras familias por dinero. El pasado jueves y en un acto organizado por la asociaci¨®n ANADIR, mientras esperaban a que se les recogieran muestras de ADN para poder encontrar a sus hijos e hijas supuestamente robados, he vuelto a ver llorar a mujeres y hombres tambi¨¦n muy mayores, con una mezcla de dolor y esperanza en sus rostros que me ser¨¢ dif¨ªcil de olvidar. Entre ellas estaba mi madre.
Y siempre termino haci¨¦ndome las mismas preguntas: ?cu¨¢ndo este pa¨ªs pondr¨¢ fin al rastro de dolor y sufrimiento dejado en herencia por el fascismo espa?ol? ?Cu¨¢ndo se atrever¨¢ nuestro Gobierno a cerrar las heridas abiertas todav¨ªa para poder as¨ª afrontar con valent¨ªa la mirada de nuestros mayores, castigados duramente por el hambre y la miseria en la posguerra, consolar su llanto y dejar que vivan y mueran en paz? ?Cu¨¢ndo, en definitiva, se sabr¨¢ la verdad, se har¨¢ justicia y se reparar¨¢ a las v¨ªctimas?
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