Sortu: por ahora, no
El Supremo no ve pruebas suficientes de ruptura definitiva con el pasado compartido con ETA
El Tribunal Supremo respalda el criterio del Gobierno de no inscribir a Sortu, la nueva marca electoral de Batasuna, en el registro de partidos. A la espera de conocer la fundamentaci¨®n jur¨ªdica de la sentencia, de los testimonios o¨ªdos en la vista p¨²blica y de su valoraci¨®n por las partes se deduce que el tribunal se atiene a lo obvio, la continuidad organizativa entre Batasuna y Sortu, sin que aprecien razones suficientes para aceptar que ha habido una ruptura de los v¨ªnculos que la izquierda abertzale manten¨ªa con ETA.
As¨ª lo sostuvieron los agentes policiales que comparecieron como testigos, si bien no presentaron pruebas fehacientes de su principal conclusi¨®n: que el distanciamiento de ETA por parte de Sortu, incluyendo el compromiso de condenar eventuales atentados futuros, hab¨ªa sido pactada con la propia banda; se tratar¨ªa entonces de una aceptaci¨®n formal de las exigencias de la Ley de Partidos con la intenci¨®n real de burlarla: un fraude de ley. Frente a esa conclusi¨®n el abogado Iruin invoc¨® el debate interno de la izquierda abertzale cuyo resultado habr¨ªa sido dejar sin espacio pol¨ªtico a ETA. Sobrentendi¨¦ndose que esa era la condici¨®n para que ETA optara por disolverse.
Es un buen argumento que se enfrenta, sin embargo, con la evidencia de que ETA no lo comparte, lo que podr¨ªa dar lugar a una situaci¨®n en la que fuera compatible el rechazo del terrorismo con la existencia de una banda que no renuncia a atentar: que se mantiene como amenaza latente. Entre la presentaci¨®n de sus estatutos y la sentencia de ayer, Sortu ha sido incapaz de aclarar algunos puntos esenciales: si renuncia a la negociaci¨®n que ETA sigue considerando eje de su estrategia; si su renuncia a la violencia incluye la condena de la que durante 30 a?os ha justificado en nombre de esa estrategia; si exige la disoluci¨®n de ETA.
Ante esa situaci¨®n, el tribunal parece haber optado por un criterio prudencial (y poco comprometido): de momento, no. Es decir, no a la legalizaci¨®n mientras el transcurso del tiempo no confirme o desmienta los indicios contradictorios existentes. Con la posibilidad de que la decisi¨®n definitiva la ofrezca el Tribunal Constitucional. La prueba del tiempo ser¨¢ decisiva para el desenlace, se produzca este por desistimiento de ETA o por pruebas m¨¢s convincentes de que Sortu est¨¢ dispuesta a dejar a la banda sin terreno en el que aplicar su estrategia.
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