La orientaci¨®n sexual depende de la serotonina
Un estudio logra manipular las preferencias en ratones
Los ratones macho privados de serotonina pierden por completo su predilecci¨®n por las hembras. Siguen apare¨¢ndose como cualquier rat¨®n -a la m¨ªnima ocasi¨®n-, pero con machos y hembras por igual. La serotonina, un neurotransmisor clave en la depresi¨®n y su tratamiento, tambi¨¦n afecta al comportamiento sexual de los humanos. Yan Liu y sus colegas del Instituto Nacional de Ciencias Biol¨®gicas, en Pek¨ªn, presentan los resultados en Nature.
El experimento de los cient¨ªficos chinos no se puede hacer con personas. Las neuronas que usan serotonina como neurotransmisor -para mandar se?ales a otras neuronas- deben fabricarla ellas mismas a partir del tript¨®fano, un amino¨¢cido com¨²n en la dieta. Ello requiere una enzima llamada Tph2 (por tript¨®fano hidroxilasa). Liu y sus colegas han construido ratones sin el gen que fabrica esa enzima, y que por tanto tienen inutilizados los circuitos cerebrales que usan serotonina.
Existen s¨®lidas evidencias de la base gen¨¦tica de la homosexualidad
Los machos modificados gen¨¦ticamente pierden la orientaci¨®n sexual. El cambio de comportamiento es bastante espec¨ªfico, y no se debe a una anomal¨ªa general del sentido del olfato, ni de la detecci¨®n de feromonas, pues estos procesos parecen inalterados en los ratones sin serotonina. Por otro lado, basta inyectar a estos ratones un compuesto que restaura la s¨ªntesis de serotonina para que recobren su orientaci¨®n en poco m¨¢s de media hora.
"Una cuesti¨®n inevitable suscitada por nuestros hallazgos", dicen los cient¨ªficos, "es si la serotonina tiene un papel en la preferencia sexual de otros mam¨ªferos". Citan estudios anteriores que han investigado los efectos sobre el comportamiento sexual humano del Prozac, o fluoxetina, un antidepresivo de la familia de la serotonina (t¨¦cnicamente, los inhibidores selectivos de la recaptaci¨®n de serotonina, o SSRI por sus siglas inglesas). El Prozac se mostraba en esos estudios capaz de inhibir los comportamientos sexuales compulsivos, pero solo en los hombres homosexuales, no en los heterosexuales. Este dato se queda lejos de demostrar que la serotonina est¨¢ implicada en la orientaci¨®n sexual en las personas, pero s¨ª apunta a ciertos efectos dependientes de la orientaci¨®n sexual del individuo.
La homosexualidad es com¨²n en la naturaleza. Se ha descrito en especies de mam¨ªferos que abarcan desde los toros de la raza Hereford hasta los macacos rhesus, pasando por las ovejas. Hay s¨®lidas evidencias de que la homosexualidad tiene una base gen¨¦tica en la especie humana. Los gemelos, que comparten todos sus genes, concuerdan en su orientaci¨®n sexual en el 50% de los casos, mientras que los mellizos, que solo comparten la mitad de los genes, concuerdan solo en el 22% de los casos. Los gais de una misma familia tienden a compartir las mismas variantes gen¨¦ticas en zonas concretas de los cromosomas X, 7, 8 y 10.
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