?Algo va mal?
En un mitin, Alfonso Rus ofrece un Ferrari a sus votantes. La promesa la expresa entre bromas y veras: de eso, de f¨®rmula 1 y de lujazos pueden presumir los populares valencianos. Con ellos, todo es abundante. Tienen mucho rumbo. ?Ser¨¢ por dinero?, nos preguntamos haci¨¦ndonos eco del dicho valenciano.
Los presentes en el mitin aplauden la broma de un pol¨ªtico tan ocurrente, experto en provechos. Aunque saben que no habr¨¢ b¨®lidos suficientes para todos, se lo perdonan. ?l es muy espl¨¦ndido, tiene mucho dinero, digo, salero. Y tiene mucha guasa, una guasa que no se puede aguantar. Por eso reparte mandobles y favores, s¨ª se?or. Inmediatamente, el candidato Francisco Camps le r¨ªe la gracia y la hace suya. En realidad, no hace otra cosa en los ¨²ltimos tiempos: re¨ªr con ganas. ?Por sus expectativas electorales? ?Por sus expectativas procesales?
Se carcajea pero yo s¨¦ que la procesi¨®n va por dentro. O por fuera, que para eso es tan confesional. Y, si viene a cuento, tampoco se priva: tambi¨¦n ¨¦l pilota un Ferrari ?Recuerdan la foto? En aquel momento, justo en aquel momento, demostr¨® un mando envidiable, con el dominio que tienen quienes andan sobrados de lujos. O de sinecuras. O de curas. Qu¨¦ capacidad la suya para aunar lo piadoso y lo ostentoso. Pero algo va mal, sr. Camps, cuando la gente se rinde ante estas exhibiciones. Como se rindi¨® usted ante Bernie Ecclestone, el magnate de la f¨®rmula 1.
El m¨¢s grande economista del capitalismo, Adam Smith, deploraba esa disposici¨®n tan com¨²n a admirar a los potentados "y casi a idolatrar, a los ricos y poderosos". ?Por qu¨¦ raz¨®n? Porque es "la principal y m¨¢s extendida causa de la corrupci¨®n de nuestros sentimientos morales". Hay que predicar la austeridad, la austeridad presupuestaria y el se?or¨ªo personal de quien se conforma con poco, se?or Camps: hay que dar ejemplo de sujeci¨®n y no de ostentaci¨®n.
Esa ense?anza, de inspiraci¨®n cl¨¢sica, la repite y la cita Tony Judt en su libro Algo va mal. Cuando lo escribi¨® le faltaban pocos meses para morir y su valor es sobre todo did¨¢ctico, instructivo. Es un diagn¨®stico del mundo y es un examen de nuestra moralidad p¨²blica. Judt firma un manifiesto a favor de la socialdemocracia, del espacio colectivo. No hay misticismo en su propuesta, sino la sobriedad y la discreci¨®n de quien creci¨® con limitaciones, con estrecheces, con esfuerzo personal. Como muri¨® el propio Tony Judt.
L¨¦alo, sr. Rus. L¨¦alo, sr. Camps. O, si lo prefieren, acudan hoy mismo al Centre Cultural Octubre. De ¨¦l, de su moderaci¨®n, de su pedagog¨ªa, vamos a hablar Joan Romero y un servidor en un acto que pilota Fran Sanz. Lo organiza Volem i Podem, un grupo de socialistas que predican la austeridad y el orgullo: todo un ejemplo en tiempos de abatimiento, de freno y marcha atr¨¢s.
http://justoserna.wordpress.com
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