Obama fija una doctrina de seguridad en las ant¨ªpodas de los 'neocon'
El presidente de EE UU aboga por el multilateralismo y el uso limitado de la fuerza
El liderazgo norteamericano, de acuerdo a la doctrina que Barack Obama trata de poner en pr¨¢ctica en Libia, est¨¢ basado en la protecci¨®n universal de los valores que rigen en EE UU -aun cuando no haya intereses nacionales vitales amenazados-, en el uso prudente y limitado de la fuerza militar y en la b¨²squeda del mayor respaldo y legitimidad internacional posibles. Es exactamente, seg¨²n palabras del presidente, la teor¨ªa contraria a la que el movimiento neocon aplic¨® en Irak.
Despu¨¦s de varios d¨ªas de silencio y una sucesi¨®n de quejas del Congreso por haber sido pr¨¢cticamente ignorado, Obama se dirigi¨® el lunes por la noche a la naci¨®n para defender su decisi¨®n de intervenir en Libia en la forma exacta en que lo ha hecho, sin suficiente motivo, seg¨²n algunos, o sin la debida energ¨ªa, seg¨²n otros. Con ese fin, Obama defini¨® lo que ¨¦l llam¨® "el uso del poder militar de Estados Unidos y su liderazgo global en el mundo bajo mi presidencia", basado en tres pilares fundamentales:
- Un nuevo concepto de los intereses nacionales. "Habr¨¢ ocasiones", dijo, "en las que nuestra seguridad no se vea directamente amenazada, pero nuestros intereses y nuestros valores s¨ª". Libia es un ejemplo. Muamar el Gadafi estaba a punto de cometer una matanza en Bengasi. El mismo dictador hab¨ªa anunciado que no habr¨ªa compasi¨®n con los rebeldes. "No se corresponde con nuestros intereses nacionales permitir que eso pase. Me niego a que eso pase", manifest¨® Obama, corrigiendo ligeramente a uno de los principales miembros de su Administraci¨®n, el secretario de Defensa, Robert Gates, que el fin de semana anterior hab¨ªa declarado que Libia "no es de inter¨¦s vital para Estados Unidos". "El liderazgo norteamericano se medir¨¢ en ¨²ltima instancia por sus ideales", asegur¨® el presidente.
- Uso limitado de la fuerza. "Ampliar nuestra misi¨®n militar (en Libia) para incluir el cambio de r¨¦gimen hubiera sido un error", afirm¨® Obama. "La coalici¨®n se habr¨ªa dividido, hubi¨¦ramos tenido que poner tropas sobre el terreno, los peligros a los que hubieran tenido que hacer frente nuestros soldados hubieran aumentado, as¨ª como nuestra responsabilidad en los acontecimientos sucesivos... Estados Unidos no puede hacer uso de la fuerza militar en cualquier lugar en el que hay represi¨®n. Dados los costes y los riesgos de una intervenci¨®n tenemos que buscar siempre un equilibrio entre nuestros intereses y la necesidad de actuar". Esta teor¨ªa ha provocado cr¨ªticas de inmediato. El senador republicano John McCain declar¨® ayer que Gadafi "se deb¨ªa de sentir muy aliviado" al saber que Obama no pretend¨ªa forzar un cambio de r¨¦gimen en Libia.
- Responsabilidades compartidas con el mayor n¨²mero de pa¨ªses. "El liderazgo norteamericano", explic¨® el presidente, "no consiste en ir solos y cargar con todo el peso. El verdadero liderazgo es crear las condiciones y las coaliciones para que otros se sumen tambi¨¦n; trabajar con aliados y socios para que asuman su parte de carga y su parte del coste, para que los principios de justicia y dignidad humana sean defendidos por todos".
Obama no mencion¨® la autorizaci¨®n de Naciones Unidas como uno de los ingredientes necesarios para la actuaci¨®n militar de su pa¨ªs. Cit¨® la resoluci¨®n de la ONU sobre Libia como ejemplo de la conveniencia de actuar con el mayor respaldo internacional posible, pero no como una condici¨®n imprescindible.
La doctrina Obama nace de la necesidad y de la experiencia. Obama ha enviado al Congreso un presupuesto que incluye una reducci¨®n de 53.000 millones de euros del gasto del Pent¨¢gono y es consciente de la prioridad pol¨ªtica que representa la reducci¨®n del d¨¦ficit y de la deuda nacional. Las aventuras militares son caras -un bill¨®n de d¨®lares en Irak, m¨¢s a¨²n en Afganist¨¢n cuando esa guerra acabe- y EE UU no se las puede permitir hoy con la misma alegr¨ªa que en el pasado.
Esos dos ¨²ltimos conflictos han marcado los l¨ªmites de la actuaci¨®n militar de EE UU no solo en t¨¦rminos econ¨®micos. Tambi¨¦n en t¨¦rminos pol¨ªticos y estrat¨¦gicos. De acuerdo con lo expuesto por Obama, el objetivo de su Administraci¨®n ser¨¢, como est¨¢ haciendo en Libia, contribuir a paliar una tragedia humanitaria pero no puede embarcarse en derrocar un Gobierno que le disgusta -Irak- o en construir un sistema pol¨ªtico desde las cenizas de una guerra -Afganist¨¢n-.
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