Sampedro se indigna y reacciona
El veterano escritor explica en dos libros las razones "del ocaso" de la sociedad
Jos¨¦ Luis Sampedro est¨¢ indignado y reacciona. Para explicarlo, el escritor, nacido en 1917, prolog¨® un librito de enorme ¨¦xito, ?Indignaos! (Destino), del franc¨¦s de origen alem¨¢n St¨¨phane Hessel, que naci¨® aquel mismo a?o en Berl¨ªn, y ahora escribe al frente del libro Reacciona (Aguilar), que a su vez prologa su amigo Hessel.
Hessel dice en este ¨²ltimo libro, una especie de correspondencia espa?ola de su propia propuesta original: "Conscientes, implicados e indignados -como yo les he recomendado recientemente desde la atalaya de mi vida-, los autores de Reacciona, este compendio compacto, formulan muy interesantes proyectos de futuro junto a sus an¨¢lisis de la situaci¨®n presente, tan sombr¨ªa".
?Qu¨¦ resorte ha movido a Sampedro, economista, escritor comprometido con su tiempo, acad¨¦mico, a expresar su indignaci¨®n, a reclamar que la gente reacciona? El mensaje de Hessel, dice, "est¨¢ dirigido principalmente a los j¨®venes de un resistente luchador por la causa de los derechos humanos y las conquistas sociales logradas a lo largo del siglo pasado, en franco retroceso en estas primeras d¨¦cadas del XXI".
De ese "ocaso de la sociedad" escribe Sampedro en Reacciona, el conjunto de escritos coordinado por la periodista Rosa Mar¨ªa Artal, "iniciativa m¨¢s completa y centrada en Espa?a", como indica el propio escritor. "Efectivamente", dice, "estoy indignado y reacciono ante la mentira reiterada de que la ¨²nica salida posible de la crisis que se nos presenta sean las medidas neoliberales".
?Qu¨¦ hacer? "Como he dicho muchas veces, actualmente el dinero es la medida de todas las cosas, confundimos econom¨ªa de mercado con sociedad de mercado, convirtiendo todo en mercanc¨ªa hasta el punto de aceptar la corrupci¨®n, es decir, la compraventa de seres humanos como algo natural que se avala en las urnas. Educados en este ambiente y con la finalidad de ser competitivos, productivos e innovadores, es decir, de tratarnos unos a otros a empujones, es dif¨ªcil mantener la dignidad si no es mediante la autoreeducaci¨®n".
El autor de Conciencia del subdesarrollo y El r¨ªo que nos lleva ha mantenido siempre una enorme fortaleza en su compromiso con la sociedad. Es como un junco, y ahora, adem¨¢s, se pone al frente de iniciativas en las que ¨¦l mismo acent¨²a esa fortaleza. Pero, ?ha habido momentos de flaqueza? "Depende de lo que se entienda por flaqueza. Momentos de dudas y vacilaciones los tenemos todos los pensantes, especialmente cuando nos encontramos frente a decisiones que tambi¨¦n incumben a terceras personas, a nuestros seres queridos. En general, puedo decir que no siempre he estado seguro de qu¨¦ hacer, pero siempre he sabido lo que no debo hacer".
Ahora lo que m¨¢s preocupa en Europa es, sobre todo, c¨®mo se hace la pol¨ªtica. ?Qu¨¦ hacer, qu¨¦ falta en la pol¨ªtica? "Falla precisamente la pol¨ªtica. Con la mal llamada globalizaci¨®n, los poderes pol¨ªticos han abdicado de su funci¨®n pol¨ªtica a favor de los financieros, lo que ha conducido a unos d¨¦ficits democr¨¢ticos importantes y a la crisis. Dicho sea en plural porque la crisis financiera eclipsa en los medios las crisis alimentaria, energ¨¦tica, ecol¨®gica, es decir, se trata de una crisis del sistema". La situaci¨®n suscita cada d¨ªa indignaciones nuevas, como dice Hessel y como dice ¨¦l. La guerra, el paro, la econom¨ªa. ?Qu¨¦ sentimiento le produce ahora la contemplaci¨®n de este paisaje? "La respuesta es clara. La humanidad ha avanzado mucho en tecnolog¨ªa, pero muy poco en sabidur¨ªa y humanismo".
?Y ¨¦l esperaba esta debacle? ?Qu¨¦ estado de ¨¢nimo le produce? "Pese a la idea interesadamente reiterada de que nadie pod¨ªa prever la crisis actual, somos muchos los pensadores y economistas que llev¨¢bamos advirti¨¦ndolo sin ser o¨ªdos o tildados, en el mejor de los casos, de demagogos trasnochados. Sin ser el m¨¢s importante de ellos, a modo de ejemplo, podr¨ªa recordar las cr¨ªticas burlonas al ensayo divulgativo que bajo el t¨ªtulo El mercado y la globalizaci¨®n publiqu¨¦ en 2002, en el que se advert¨ªa en lenguaje claro y conciso de las consecuencias que traer¨ªa la alegre globalizaci¨®n. Por no hablarle de Econom¨ªa humanista, algo m¨¢s que cifras, una selecci¨®n de algunos art¨ªculos de econom¨ªa escritos a lo largo de mi carrera, el primero de ellos fechado en 1947. Quien los haya le¨ªdo dif¨ªcilmente pensar¨¢ que lo que se define como debacle me haya pillado por sorpresa. Mi estado de ¨¢nimo es pues la serena y al tiempo indignada mirada de quien ya vive apeado del mundo que le rodea, en la sala de espera que son los ¨²ltimos a?os de la vida".
La energ¨ªa con la que se indigna y reacciona desmiente, sin duda, esa consideraci¨®n final con la que Sampedro subraya su presente estado de ¨¢nimo.
Tiempo de verg¨¹enza
"Reacciona aporta respuestas", dice Hessel en el p¨®rtico de la recopilaci¨®n de textos que ha elaborado Rosa Mar¨ªa Artal como prolongaci¨®n espa?ola del ?Indignaos! del autor franc¨¦s, amigo y contempor¨¢neo de Sampedro. "Son caminos", afirma Hessel, "para canalizar el descontento y desconcierto que la crisis de un sistema, a escala global y local, vierte sobre la sociedad, capaz, por fin, de movilizarse. Es hora de actuar". Hessel se congratula de las voces de Reacciona. Aparte de Sampedro, escriben Federico Mayor Zaragoza, Baltasar Garz¨®n, Juan Torres L¨®pez, ?ngels Mart¨ªnez i Castells, Rosa Mar¨ªa Artal, Ignacio Escolar, Carlos Mart¨ªnez, Javier L¨®pez Facal, Javier P¨¦rez Alb¨¦niz y Lourdes Luc¨ªa.
Dice el juez Garz¨®n: "Alguien ha dicho que nos ha tocado vivir los tiempos de la verg¨¹enza, la mediocridad y la renuncia". Verg¨¹enza "por el abandono de los principios que nos deber¨ªan ayudar a afrontar y superar los retos de una crisis econ¨®mica fabricada por un capitalismo rampante"; mediocridad "porque se ha desarrollado una visi¨®n alicorta de la situaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica"; y renuncia, "porque todos, en un escenario de corresponsabilidad, estamos consintiendo y propiciando esa situaci¨®n".
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