Bienvenida, lluvia
Agotado el fin de semana en Jerez, reflexiono de d¨®nde venimos: de la victoria incontestable de Stoner, de la superioridad de las Honda, del brazo izquierdo lesionado de Pedrosa, de las dificultades de Lorenzo o los problemas de Rossi con la Ducati. De repente, la lluvia diluye todo lo que ten¨ªamos en mente y se convierte en una tormenta de sorpresas, alegr¨ªas y decepciones. En Jerez vimos a gente triste, apenada, destrozada; a gente feliz, orgullosa, satisfecha. Las carreras nos dieron emociones de las fuertes. Y eso es lo que las hace populares. La aparici¨®n de la lluvia, pese a que nadie la deseaba aunque amenazaba desde que llegamos aqu¨ª el jueves, fue lo mejor que nos podr¨ªa haber pasado: los seguidores del motociclismo vivieron uno de los fines de semana m¨¢s divertidos que recuerdo, tienen temas de los que hablar largo y tendido en las pr¨®ximas semanas sin motos. Adem¨¢s, el chaparr¨®n a?adi¨® emoci¨®n al campeonato. Si no hubiera llovido Dani no hubiera sido capaz de terminar el segundo, pues la carrera en mojado es mucho menos agresiva para su brazo. Si no hubiera llovido Lorenzo hubiera tenido que pelear m¨¢s por la victoria, incluso por el podio. Si no hubiera llovido, Rossi nunca hubiera alcanzado a Stoner y nunca lo habr¨ªa tirado. Si no hubiera llovido, todo habr¨ªa sido mucho m¨¢s previsible. En cambio, el elemento sorpresa estuvo siempre ah¨ª: Rossi tiene ritmo, pens¨¢bamos; Simoncelli est¨¢ ah¨ª, dec¨ªa otro; Spies puede ser segundo, se animaban en Yamaha; Edwards puede subir al podio, apuntaban los nost¨¢lgicos. Pesta?eamos y todo cambia.
Sin agua, Lorenzo habr¨ªa tenido que pelear m¨¢s y Rossi nunca habr¨ªa alcanzado y tirado a Stoner
Lo mismo pas¨® en 125cc y en Moto2. Ayer los errores los cometieron los rookies y los nueve veces campeones del mundo. Se equivoc¨® Abraham, un novato, fall¨® Cluzel, con m¨¢s experiencia, err¨® Rossi, el m¨¢s laureado y admirado de la parrilla. Todos, los 30 pilotos que rodaron por el cemento o probaron la gravilla, lo hicieron por problemas con sus neum¨¢ticos sobre el asfalto mojado: nadie sab¨ªa c¨®mo iban a responder, fue el primer d¨ªa con lluvia y esta lleg¨® sin avisar. Y es por eso que s¨¦ que ni Cluzel, ni Rossi quisieron provocar la ca¨ªda de nadie. Sufrimos por M¨¢rquez, pero tambi¨¦n por Cluzel, que fue quien se equivoc¨®. A pesar de todo, para m¨ª fue un fin de semana fant¨¢stico. Y espero que los aficionados, cuando vuelvan a ver esta carrera o piensen en ella, puedan aprender que correr como lo hacen estos pilotos nunca es f¨¢cil, que solo est¨¢ al alcance de unos pocos privilegiados. Quiz¨¢ muchos no conocen a Karel Abraham, pero seguro que todos han lamentado ver a un chico tan joven como ¨¦l por los suelos despu¨¦s de una gran carrera. En cualquier momento un motorista como Abraham, Vi?ales o Oliveira nos regalan una carrera genial, como ayer domingo, cuando todos lo dieron todo por este deporte. Seguramente, cuando Rossi tir¨® a Stoner los aficionados espa?oles respiraron: menos mal, solo es Stoner, debieron de pensar. Y no quiero que el espectador se sienta as¨ª. No tomen partido, solo divi¨¦rtanse.
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