"Enferm¨¦ al saber que Kusa vive en el mismo pa¨ªs que yo"

La huida a Londres de Musa Kusa, de 60 a?os, ministro de Asuntos Exteriores de Muamar el Gadafi, revuelve las tripas de centenares de residentes en el Reino Unido. No en balde, Kusa fue, de 1994 a 2009, jefe de la inteligencia exterior libia, a la que se incorpor¨® en 1984.

Entre aquellos a los que la llegada de Kusa provoca aversi¨®n y sufrimiento est¨¢n los familiares de las v¨ªctimas del mayor atentado perpetrado en Europa -la voladura, en 1988, sobre Lockerbie de un avi¨®n de la Pan Am-, en el que perecieron 270 personas. Estados Unidos levant¨® ayer las sanciones a Kusa impuestas el 25 de febrero.

Est¨¢ tambi¨¦n Huda Abuzeid, exiliada libia cuyo padre, el opositor Ali Abuzeid, fue asesinado en su tienda de comestibles en Londres en 1995. El atentado no fue reivindicado, pero el MI5, el servicio secreto brit¨¢nico, est¨¢ convencido de que fue perpetrado por agentes libios. "Kusa y las actuaciones que llev¨® a cabo son responsables no solo del asesinato de mi padre, sino de otras muchas muertes de libios y de no libios", afirma Huda Abuzeid. "Estoy enferma desde que s¨¦ que Kusa vive en el mismo pa¨ªs que yo".

Huda recuerda con dolor aquel 26 de noviembre por la ma?ana, cuando la familia fue advertida por un empleado del colmado de que algo raro suced¨ªa: "Cuando encend¨ª la luz, el cuerpo de mi padre yac¨ªa sobre el suelo al fondo de la tienda". "Hab¨ªa sido apu?alado", prosigue. "Una pu?alada profesional, una herida limpia en el pecho". "El asesino o los asesinos no se dieron por satisfechos, porque cogieron los ganchos de carnicero y se ensa?aron con su v¨ªctima mutilando su rostro".

Ali Abuzeid, expreso pol¨ªtico en Libia y, una vez en el exilio, fundador del opositor Frente Nacional de Salvaci¨®n de Libia, "hab¨ªa dejado la pol¨ªtica" en 1995, seg¨²n su hija. Aun as¨ª "recib¨ªa amenazas de muerte por tel¨¦fono" que no comunic¨® a la familia.

"Soy consciente de que esta situaci¨®n es muy delicada para el Gobierno brit¨¢nico", comenta Huda al tel¨¦fono. Su deserci¨®n "es una gran p¨¦rdida para Gadafi, puede animar a otros a huir y precipitar la ca¨ªda del r¨¦gimen".

Ahora bien, "para m¨ª es de gran importancia que, antes de que se alcance un acuerdo con este tipo horrible, se le fuerce a dar explicaciones sobre muchos desaparecidos y asesinatos no resueltos, entre ellos el de mi padre".