El viejo problema
La ejecuci¨®n de la m¨²sica barroca con instrumentos originales est¨¢ aceptada hoy casi por unanimidad. Superada ya aquella etapa en que demasiados int¨¦rpretes del movimiento historicista presentaban una afinaci¨®n dudosa con los instrumentos de viento, quedan todav¨ªa, sin embargo, viejos problemas por resolver: el mi¨¦rcoles tuvimos una muestra de ello.
Pocas pegas pueden pon¨¦rsele a la versi¨®n que Biondi y su agrupaci¨®n dieron de las cuatro suites para orquesta de Bach. Como mucho, una cierta monoton¨ªa en la din¨¢mica y un puntito de sequedad expresiva. A cambio, se disfrut¨® con creces la ligereza, la articulaci¨®n adecuada, el virtuosismo instrumental y la coherencia en el enfoque. No obstante, algo fallaba. Y ese algo tambi¨¦n ten¨ªa que ver con los vientos, a pesar de su maestr¨ªa.
EUROPA GALANTE
Director: Fabio Biondi. Suites para orquesta de J. S. Bach. Palau de la M¨²sica. Valencia, 6 de abril de 2011.
Los instrumentos antiguos, aunque presenten retos muy dif¨ªciles para el int¨¦rprete, compensan por la sonoridad especialmente dulce y atractiva, aun siendo menos brillante y espectacular que la de los actuales. Su potencia tambi¨¦n es menor. Ello es perceptible en las cuerdas, pero en los vientos todav¨ªa m¨¢s. Y los vientos, precisamente, tienen un papel muy importante en el programa que nos ocupa. Sobre todo, las maderas. El oyente no deber¨ªa perder ni una sola nota de las maravillosas l¨ªneas que Bach traz¨® aqu¨ª para oboes, fagot y flauta. Biondi redujo la cuerda a la m¨ªnima expresi¨®n pero, a¨²n as¨ª, hubo un desequilibrio a su favor y a la del continuo, exceptuando la Suite n¨²m. 4. Y es que el aut¨¦ntico problema, el viejo problema, radica en la sala. Como en casi todos los auditorios actuales, resulta demasiado grande para sonidos tan delicados. La m¨²sica barroca se interpretaba con instrumentos similares, pero en recintos mucho m¨¢s reducidos, donde lo escrito para ese fagot, esa flauta o esos oboes se percib¨ªa con toda la entidad necesaria. La sala Iturbi no es el lugar m¨¢s adecuado para la concepci¨®n que Europa Galante llevaba en la cartera. Abajo, en la peque?a sala Rodrigo, el contrapunto de Bach hubiera brillado con toda su luz. Tambi¨¦n es cierto que hab¨ªa bastante m¨¢s p¨²blico del que cabe all¨ª. Pero quiz¨¢ convenga recordar que la reducci¨®n dr¨¢stica de la plantilla orquestal, unida a la utilizaci¨®n de instrumentos originales, solo cobra el sentido m¨¢s fidedigno en espacios de ac¨²stica tambi¨¦n similar a aquella para la que fueron concebidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.