Dolientes
No puedo dejar de pensar que aproximadamente al mismo tiempo que operaban al presidente Camps, tambi¨¦n yo estaba siendo operado. Enti¨¦ndase bien, no me estoy comparando, ser¨ªan delirios de grandeza por mi parte. Pero hay semejanzas y contrastes que no puedo evitar.
A m¨ª me reparaban un ojo, a ¨¦l la espalda. Pudiera ser que el cuerpo nos est¨¦ diciendo algo. ?Estaremos somatizando? ?ltimamente ve¨ªa la realidad demasiado complicada, no entend¨ªa casi nada de lo est¨¢ pasando; ahora lo veo todo m¨¢s simple, con un solo ojo es todo m¨¢s unidimensional, sin perspectiva. A ¨¦l le pesaba la responsabilidad, la columna se resent¨ªa y no sab¨ªa c¨®mo vertebrar el futuro. Y as¨ª pasa lo que pasa. Ahora tendr¨¢ tiempo de reflexionar sobre la articulaci¨®n de su futuro.
A los dos nos han dado unas tres semanas de recuperaci¨®n, aunque seguramente muy diferentes. Yo tengo que estar mirando al suelo continuamente, y solo puedo pensar en aquella famosa frase de que "no hay animal m¨¢s agradecido que un convaleciente". Doy las gracias a todos y por todo, hasta el empalago, porque me ponen un plato de comida frente a las narices, por apartar una silla para que no tropiece o por el sorbito de whisky con pajita para alegrarme la vida. Por el contrario, supongo que ¨¦l estar¨¢ tendido en cama mirando al techo y eso facilita pensamientos m¨¢s elevados, quiz¨¢ leyendo a Tom¨¢s Moro, que tanto cita ¨²ltimamente, especialmente las primeras p¨¢ginas de la Tristitia, la Agon¨ªa de Cristo, aunque en realidad es mucho m¨¢s divertida la Utop¨ªa, m¨¢s llevadera para el crujir de v¨¦rtebras.
En los medicamentos tampoco coincidiremos. En mi caso son gotas y m¨¢s gotas para intentar que ese huevo frito que tengo en la cara adquiera poco a poco el aspecto de un ojo humano. En el suyo seguramente ser¨¢n antiinflamatorios que producen paz, tranquilidad y hasta cierta euforia, incluso algunos psic¨®logos dicen que facilitan las actitudes conservadoras. Vaya usted a saber, a lo mejor hay que estar un poco inflamado para ser de izquierdas.
Deseo sinceramente que el presidente se recupere por completo, lo pensar¨ªa en cualquier caso, pero en mi estado de animal convaleciente es un anhelo inevitable. Por mi parte, si las cosas se complican y van mal, siempre puedo retirarme porque en la Universidad las cosas ya no son como antes, no es necesario dejar un heredero en la c¨¢tedra para que contin¨²e con la saga y la doctrina. Ahora te sustituyen al instante sin pena ni gloria, y con toda raz¨®n por mi parte. Aunque bien pensado, al sistema democr¨¢tico le pasa lo mismo que a la Universidad, se puede sustituir a un pol¨ªtico sin que pase nada importante y tampoco es necesario que deje herederos ni doctrinas.
O sea, que a lo nuestro. Dolientes, convalecientes y postrados, pero sin forzar las cosas m¨¢s all¨¢ de lo razonable para no complicar la vida a los dem¨¢s. Ya les dije que ve¨ªa m¨¢s claro que nunca.
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