La crisis de Fukushima se eterniza
La el¨¦ctrica due?a de la central admite que necesitar¨¢ al menos seis meses para llevar la planta a "parada fr¨ªa" - Los evacuados, sin fecha de retorno
La nuclear de Fukushima se ha convertido para Jap¨®n en un c¨¢ncer dif¨ªcil de extirpar. La central ha da?ado el turismo, las exportaciones, el sistema el¨¦ctrico japon¨¦s, la imagen del pa¨ªs y sus relaciones internacionales. Y un mes despu¨¦s del accidente la soluci¨®n no est¨¢ cerca. La el¨¦ctrica propietaria de la central, Tokyo Electric Power (Tepco), hizo por fin ayer p¨²blico el calendario que maneja sobre la crisis: entre seis y nueve meses m¨¢s para llevar los reactores a "parada fr¨ªa". La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, de visita en Tokio, certific¨® que Fukushima es "una crisis multidimensional con un alcance sin precedentes".
Cuando el 11 de marzo el terremoto dej¨® sin suministro el¨¦ctrico a Fukushima y el tsunami arrambl¨® con los generadores de emergencia, el lobby nuclear aventur¨® que en cuesti¨®n de d¨ªas Jap¨®n llevar¨ªa l¨ªneas el¨¦ctricas a la planta para recuperar la refrigeraci¨®n y el caso quedar¨ªa para que los ingenieros lo estudiasen en las facultades.
A corto plazo, lo principal es evitar nuevas explosiones de hidr¨®geno
Clinton afirma que es una crisis "multidimensional sin precedentes"
La previsi¨®n no pod¨ªa estar m¨¢s equivocada. Un mes despu¨¦s, tres reactores han sufrido explosiones de hidr¨®geno y Tepco se encuentra con un problema para cada soluci¨®n: para refrigerar los reactores introduce agua que luego se escapa al exterior en forma de vertido radiactivo.
El pasado 12 de abril, el primer ministro japon¨¦s, Naoto Kan, pidi¨® a Tepco un calendario claro de actuaci¨®n. Kan ve c¨®mo su imagen se deteriora y la oposici¨®n le pide que dimita por su gesti¨®n de la crisis. Aunque en Tokio sigue la vida con normalidad eso no implica que no haya inquietud. La televisi¨®n, la radio y los peri¨®dicos siguen ocup¨¢ndose todo el d¨ªa de Fukushima. Hay decenas de miles de desplazados por la radiaci¨®n, los ni?os no salen al patio en las escuelas o han sido enviados lejos con familiares y los agricultores y ganaderos de toda la prefectura de Fukushima encuentran dificultades para vender sus productos.
Los m¨¢ximos directivos de Tepco, la mayor el¨¦ctrica de Asia, comparecieron ayer para explicar su previsi¨®n. El presidente, Tsunehisa Katsumata, arranc¨® con un ba?o de realismo: "Hacemos todo lo que podemos para evitar que la crisis empeore". Katsumata -que anunci¨® que pensaba dimitir al sentirse responsable aunque no dio fecha- explic¨® que el plan tiene dos fases: la primera, de unos tres meses, intenta reducir al m¨ªnimo el vertido radiactivo. La segunda, de entre tres y seis meses, llevar a "parada fr¨ªa" los reactores, cuando no hay posibilidad de que se funda el n¨²cleo.
Si todo va seg¨²n lo previsto (algo que no ha ocurrido hasta el momento), Fukushima estar¨ªa en parada entre octubre y enero de 2012. En la televisi¨®n estatal NHK dos expertos advirtieron ayer de la dificultad de cumplir los plazos y se inclinaron por la segunda fecha.
A corto plazo, lo principal es evitar nuevas explosiones de hidr¨®geno, para lo que Tepco seguir¨¢ introduciendo nitr¨®geno en los reactores 1 y 3. En el 2 tratar¨¢ de limitar el vertido de agua radiactiva. "Buena parte de la contenci¨®n est¨¢ da?ada y cuanta m¨¢s agua inyectemos para refrigerar, m¨¢s saldr¨¢ (ya radiactiva) al medio ambiente. As¨ª que hay que buscar un equilibrio", explicaron sus responsables en rueda de prensa.
La el¨¦ctrica quiere instalar un sistema de intercambio de calor que permita reutilizar como refrigerante el agua radiactiva que actualmente se escapa del n¨²cleo de los reactores. Y hasta entonces quiere almacenar de forma segura decenas de miles de toneladas de agua radiactiva. Tratar esa cantidad como residuo ser¨¢ otra dificultad, pues los residuos radiactivos hasta ahora eran s¨®lidos.
La tarea es ingente pues el plan incluye tambi¨¦n reforzar la estructura que soporta la piscina de combustible del reactor 4 e instalar un sistema de circulaci¨®n de agua en las piscinas. Y todo, en unas condiciones de alta radiactividad que dificultan enormemente los trabajos y entre r¨¦plicas del terremoto y amenazas de tsunamis que preocupan a los t¨¦cnicos.
Despu¨¦s de conseguido eso, Tepco aspira a llevar los reactores a "parada fr¨ªa" en el plazo m¨¢ximo de seis meses. La empresa anunci¨® que proyecta cubrir los que tienen la estructura exterior m¨¢s da?ada (1, 3 y 4) aunque de forma temporal, no con un sarc¨®fago como el de Chern¨®bil. El desmantelamiento de cuatro reactores da?ados es un reto sin precedentes para la industria nuclear y llevar¨¢ d¨¦cadas.
Lo que no aclar¨® Tepco es cu¨¢ndo volver¨¢n los evacuados a sus casas. Hay pueblos hasta a 40 kil¨®metros que ser¨¢n desalojados porque los vientos dominantes han llevado all¨ª altas dosis de radiaci¨®n. "Sentimos mucho su situaci¨®n, pero esa decisi¨®n depende del Gobierno", contest¨® Katsumata a los periodistas. El ministro de Econom¨ªa, Banri Kaieda, s¨ª confi¨® en que algunos comiencen a volver a sus casas despu¨¦s de esos nueve meses.
El anuncio de la el¨¦ctrica coincidi¨® con la visita de la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, a Jap¨®n. Se trata de la segunda visita de alto nivel del exterior desde el accidente (el primero, como casi siempre, fue el presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy). EE UU mantiene para sus ciudadanos en Tokio criterios de exclusi¨®n m¨¢s estrictos que los fijados por el Gobierno japon¨¦s, pero a la vez expertos de EE UU colaboran en Jap¨®n desde el primer d¨ªa. EE UU acaba de permitir el regreso a Tokio de las familias de sus empleados en la embajada, aunque ha repartido pastillas de yodo entre los estadounidenses.
La secretaria de Estado evit¨® la tradicional reverencia ante el emperador Akihito, y, al menos p¨²blicamente, Clinton le dio la mano y bes¨® en la mejilla a la emperatriz Michiko.
En la visita, Clinton mostr¨® su admiraci¨®n por c¨®mo el pueblo japon¨¦s afronta lo que describi¨® como "una crisis multidimensional de un alcance sin precedentes". Fukushima no es una crisis japonesa, sino que afecta a toda la pol¨ªtica energ¨¦tica, y por tanto econ¨®mica. Hay muchos intereses cruzados: tras el accidente, la Administraci¨®n de Obama anunci¨® que mantiene su programa nuclear, los reactores fueron dise?ados por la estadounidense General Electric y Washington espera que sus empresas participen en la reconstrucci¨®n del pa¨ªs.
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