Una cerca siempre abierta al visitante
Hace medio siglo, Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923) decidi¨® abandonar la ciudad. Con dos alba?iles y "dos duros" construy¨®, entonces, la casona que bautiz¨® Walden, en Getxo, en honor al escritor americano Henry David Thoreau. Al huir de Bilbao, Ramiro quiso aislarse de nuestra sociedad "que no nos ense?a a vivir la vida, sino a sufrirla". Tras franquear la peque?a cerca de madera, siempre abierta al visitante, el corto sendero que conduce a Walden, es una aut¨¦ntica explosi¨®n de colores en esta primavera; magnolios, una higuera y un cerezo en flor se ven rodeados de calas blancas y una impresionante glicina morada que cubre el porche de la discreta casona. Como todas las ma?anas, el escritor vasco ha regresado de su paseo diario por La Galea, desde donde otea el cambiante mar Cant¨¢brico. Su estudio es tambi¨¦n sencillo, y la biblioteca, no muy ordenada, refleja sus lecturas favoritas: Faulkner, Dickens, Hammett, Chandler, Dostoievski, juntos con viejos vol¨²menes de hist¨®ricas editoriales de bolsillo. Como es habitual en sus encuentros Pinilla no se olvida de recomendar la obra de Thoreau, o El jersey Rojo de Gilles Perrault, y esta vez (para la foto) Elogiemos ahora a hombres famosos de James Agee, "un reportaje social de la pobreza en uso, de gente humilde y aplastada. Pobres olvidados por los escritores de izquierdas que siempre est¨¢n a sus rollos". En un rinc¨®n, una estufa chimenea y el cesto lleno de le?a que le ayudan en las largas jornadas de invierno. Las paredes est¨¢n poco adornadas y s¨®lo destacan un cuadro de Franciska La Pe?a que representa Portugalete, otro de su amiga Ibone "que estuvo en la c¨¢rcel durante el franquismo", una gran fotograf¨ªa de la playa de Arrigunaga (descrita en tantas de sus novelas) adem¨¢s de retratos de familia, y sorprendentemente, fotos y carteles de los Hermanos Marx, y de Laurel y Hardy. "En mi infancia me encantaban". A sus 88 a?os Ramiro Pinilla sigue trabajando varias horas al d¨ªa, sigue escribiendo a mano con su inseparable Bic azul. Corrige y vuelve a corregir ese folio diario. En estos momentos tiene muy avanzada El cementerio vac¨ªo, otra novela policiaca despu¨¦s de Solo un muerto m¨¢s. As¨ª, este hombre de cabeza rasurada, y de mirada limpia, reflexiva, que protege con unas enormes gafas -y que colecciona ediciones de Oliver Twist de Dickens-, se muestra plet¨®rico, y algo tiene que ver el reconocimiento y ¨¦xito editorial. Infatigable y de imaginaci¨®n desbordante, Pinilla tiene en mente otra novela sobre la historia de un jugador del Athletic.
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