El despliegue policial evita la invasi¨®n festiva del aeropuerto de Castell¨®n

Con un impresionante despliegue, semejante al de un "estado de sitio", como lo calificaron algunos, la Guardia Civil logr¨® ayer abortar la celebraci¨®n de la fiesta convocada en el aeropuerto de Castell¨®n. Con todos los accesos cortados y ante la presencia de un intimidatorio n¨²mero de agentes, quienes se acercaron hasta las instalaciones optaron por desistir en su intento de invadir las pistas. Otros se informaron del despliegue antes de salir y anularon su asistencia. La cita, de car¨¢cter l¨²dico y reivindicativo, fue organizada como respuesta a la "invitaci¨®n" de Carlos Fabra a pasear por unas instalaciones en las que, de momento, no pueden aterrizar ni despegar aviones, puesto que no cuentan con permiso de navegaci¨®n a¨¦rea.

La convocatoria logr¨® la adhesi¨®n, en Facebook, de cerca de 22.000 personas. Ayer la concentraci¨®n apenas alcanz¨® el medio centenar de personas, aunque result¨® imposible calcular cu¨¢ntos se acercaron hasta las inmediaciones a lo largo del d¨ªa. Pasar el domingo de Pascua, comerse la mona o volar el catxirulo eran algunas de las actividades que, seg¨²n se preve¨ªa, iban a inundar los alrededores del aeropuerto. Pero la Guardia Civil las hizo imposibles. Adem¨¢s de los accesos por la autov¨ªa, los agentes cortaron y vigilaron todos los caminos rurales del per¨ªmetro de las instalaciones. Y, por si alguien lograba burlar todos estos controles, una veintena de agentes se apostaron en la puerta principal, un punto al que nadie logr¨® llegar.

La rotonda de acceso a Vilanova d'Alcolea (el pueblo m¨¢s cercano al aeropuerto), en la CV-145, fue el ¨²nico lugar en el que los agentes permitieron alguna parada, que fue sobrevolada por un helic¨®ptero, tambi¨¦n de las fuerzas de seguridad del Estado. "Resultan rid¨ªculos", se?al¨® el creador de la p¨¢gina en la que se convoc¨® a la fiesta. "Era poco probable que vinieran todos los que se hab¨ªan adherido y no tiene ning¨²n sentido este despliegue. Era una broma y como broma se lo deber¨ªan haber tomado y haber sabido que vendr¨ªamos entre 100 y 200".

Sin embargo, el eco virtual de su convocatoria desboc¨® las previsiones y Carlos Fabra se?al¨® a la subdelegaci¨®n del Gobierno como responsable de garantizar la seguridad. Y al subdelegado, Antoni Lorenzo, es a quien ayer la parlamentaria de Esquerra Unida, Marina Albiol, exigi¨® explicaciones y reclam¨® que aclarase por qu¨¦ se les hab¨ªa impedido el derecho a la libre circulaci¨®n en un espacio p¨²blico "pagado por todos". El autob¨²s en el que una treintena de miembros de Esquerra Unida realizaron el trayecto desde Castell¨®n a Vilanova tampoco pudo acceder al recinto aeroportuario. "No tengo que darle ninguna explicaci¨®n", le espet¨® a Albiol el teniente coronel responsable de la comandancia de Castell¨®n.

As¨ª, el aeropuerto de Castell¨®n recibi¨®, durante la ma?ana, el mediod¨ªa y parte de la tarde de ayer, un goteo de visitantes, entre ellos, miembros de Iniciativa del Poble Valenci¨¤, partido integrado en la Coalici¨® Comprom¨ªs, que se acercaron pero no pudieron acceder al recinto. Tampoco lo hicieron aquellos que, ajenos a la convocatoria festiva, pretendieron, igualmente, responder a la invitaci¨®n formulada por Carlos Fabra.