El caso del doctor Vidal

Este peri¨®dico se ha hecho eco de la situaci¨®n del doctor Jos¨¦ Ram¨®n Vidal en relaci¨®n con una plaza de contratado doctor a la que optaba y que qued¨® desierta. Se critica, sin contrastar los hechos, la actuaci¨®n de la comisi¨®n y a la Universidade de Santiago. El doctor Vidal parece tener el apoyo de grupos parlamentarios, del Valedor, sindicatos, colegio de bi¨®logos, etc¨¦tera. La comisi¨®n que juzg¨® esa plaza la presid¨ª yo, en calidad de decano, y no el doctor Zarra, que form¨® parte de la misma como director de departamento.

Es sorprendente y meritorio que en pocos a?os, el doctor Vidal captase 600.000 euros como investigador de ocho proyectos (quien mucho abarca poco aprieta). Pero a los investigadores no hay que valorarles solo por el dinero que consiguen sino por los resultados que producen. Llama la atenci¨®n el escaso n¨²mero de publicaciones que tiene, sobre todo para alguien que lleva tantos a?os investigando en prestigiosos laboratorios de Espa?a, Francia y Estados Unidos. En su curriculum inclu¨ªa publicaciones que no aparec¨ªan en el Citation Index y por lo tanto se consideraron como otro tipo de m¨¦ritos, hubiese o no picaresca. Me consta que en el departamento se le dieron toda clase de facilidades para investigar.

La comisi¨®n que juzg¨® la plaza se ha ajustado a la legalidad, como qued¨® acreditado en diversas instancias, y ha actuado seg¨²n su mejor criterio acad¨¦mico y cient¨ªfico. Y por ello pido respeto profesional y personal para todos los miembros de la misma. La Universidade de Santiago ha actuado con correcci¨®n y son injustas las cr¨ªticas que est¨¢ recibiendo. Lo ¨²nico que entiendo de este incre¨ªble caso es que el doctor Vidal est¨¦ cabreado pero, si es tan bueno como dice ser, encontrar¨¢ sin dificultad un puesto de trabajo en la universidad o el CSIC, en Espa?a o en el extranjero.